¿Qué habría ocurrido si la Reina hubiera contestado a las preguntas sobre el aborto y el matrimonio de homosexuales de otra manera?
¿Si hubiera dicho que el aborto es un derecho de las mujeres y la palabra «matrimonio» la más lógica para referirse a esas uniones?
No pasaría nada, pensé. Pero no.
La misma algarabía de declaraciones que se ha producido ahora estallaría en ese supuesto. Sólo que, claro, se trataría de un bullicio festivo en torno al grito: «¡Qué linda y qué moderna es nuestra Reina!».
Para acallar las voces que se levantaran en contra de tales declaraciones —pocas voces, me temo— se organizaría una cerrada defensa en torno a la libertad de expresión que asiste a la Reina como a cualquier mortal. Y si alguien se atreviera a matizar que ella es la Reina y que, por tanto, está obligada a una neutralidad política absoluta, le contestarían:
primero, que la Reina no tiene asignado ningún papel constitucional;
segundo, que si tuviera alguna obligación de neutralidad, derivada de la del Rey, tampoco se aplicaría en este caso, porque al referirse al aborto y a los matrimonios de homosexuales, no habla de política, aunque esas opiniones puedan ser interpretadas en clave partidista;
y tercero, que ya el Parlamento había decidido por nosotros (aunque casi la mitad del hemiciclo votó en contra) y ahora ella, faltaría más, tiene que pensar lo mismo que la mayoría.
Quizá se insinuase, incluso, que ya iba siendo hora de que la Reina se mojase en esas materias y pusiese su autoridad moral a disposición del progresismo. Como hacen los actores. Más aún, quizá dirían que la Reina se había quedado corta y debería haberse pronunciado con más contundencia y menos reparos.
Pero ocurrió al revés, y entonces gritan: «¿Por qué no te callas?»
Es lo que podríamos llamar, con David Álvarez, una libertad de expresión selectiva.
Y no sólo se la aplican a la Reina.
Está moi ben que a cidadana Sofía fale e exerza o seu dereito a liberdade de expresión… e que se monte bronca tamén está moi ben.
A ver se así empezamos a cuestionar dunha vez para qué sirve iso da monarquía.
Con todos mis respetos, Paco. Para mí, esta es una cuestión de coherencia. Si mantenemos y soportamos una institución que nos ha sido impuesta y que nos cuesta un ojo de la cara a todos los que nos ganamos el sustento currando como negros, no es para que, cada vez que le parezca a su alteza, meta cizaña política en la vida española. Me da exactamente igual la tendencia de la tal cizaña, sea de izquierdas o de derechas.
Pero claro, la primera falta de coherencia radica en que esta persona se cree todavía, en pleno siglo XXI, que por razón de nacimiento y de sangre, tiene derecho a ser considerada como especial y a reinar sobre el resto de los mortales. Partiendo de ahí, el absurdo se multiplica como los ratones.
Hola, no os vayais sin mi, también quiero opinar.
Al margen de la oportunidad o no de las declaraciones (es de suponer que fueron efectuadas hace meses cuando fue entrevistada), no creo que la voluntad de la Reina sea generar cizaña, ni por supuesto dar pábulo a las tesis antimonárquicas. Yo creo que la Reina se relajó en un ambiente íntimo delante de una mujer madura como ella y en esas circunstancias no sopesó las consecuencias de sus declaraciones. Si estas son políticamente incorrectas en boca de un miembro de la casa real, es esta institución la que ha fallado por no anticiparse a la edición o promoción del libro. En ese sentido quiero disculpar a la persona, si acaso hubiera algo reprobable, se debería a sus asesores o encargados de tutelar la imagen de la institución, pues en este caso no actuaron con el celo y la presteza debida.
A nivel personal, creo que las declaraciones la ennoblecen. No quiero sacralizar sus opiniones, no es mi intención, sino que en mi fuero interno, admiro la valentía de los que toman partido hasta mancharse en lo que a cuestiones tan trascendentales para la moral y la vida de las personas se refiere. Estamos cansados de los titubeos y las manifestaciones a golpe de encuesta con un discurso descafeinado y no comprometido. Sean las opiniones que sean, todos tenemos el derecho y la obligación moral de manifestarnos. Como expresó Ingrid Betancourt en su discurso: El mayor dolor fue contemplar como se volvían las caras indiferentes de nuestros vecinos y amigos, mostrándose insensibles a nuestro sacrificio.
Posiblemente sean los que menos simpatizan con la monarquía, los que más critican a la Reina al tiempo que expresan que las manifestaciones de aquella, son igual de importantes que las de cualquier otra española. Siendo coherentes con ese argumento, mayor trascendencia pues al gesto de la Reina.
Los homosexuales que acuñaron aquella expresión de “salir del armario” refiriéndose al acto de aceptar su condición y expresarla públicamente, deberían respetar a aquellos que también se sienten en el derecho de hablar claro, sin miedo a ser sometidos por ello al escarnio y al vitupero publico. Con el escandalo, como suele ocurrir, han conseguido el objetivo contrario al perseguido. El libro se ha publicitado mucho y mucha gente comprenderá o se vinculará mas afectivamete a la Reina, incluso aunque esté en desacuerdo, pues en este caso ella es la víctima, condenada simplemente por decir lo que piensa y solamente poniendo en duda su imagen los titubeos de los que primero no se cuidaron de hacer bien su trabajo y ahora tratan de remendar lo que no tiene remedio y ya no puede ocultar la verdadera opinión de una señora de setenta años, que es madre, abuela y ciudadana española. No soy un defensor de la monarquía, (aunque me reconozco en parte admirador de Federico el Grande), pero parece ser que la que nos ha tocado vivir, no lo ha hecho tan mal, especialmente la señora de la que en este caso hablamos.
Prometeo, ojalá yo tuviese la paz para escribir así. A mí me pueden las vísceras… Gracias porque hago mías tus palabras.
Sólo añado una cosa de mi cosecha:
Olé, olé, olé!! por MI REINA.
A mí, la verdad, me da absolutamente igual lo que opine esta señora, sea blanco, negro o fucsia. Lo que de verdad no deja de asombrarme es que sus declaraciones tengan la relevancia pública que tienen exclusivamente por este motivo: porque se casó con cierto señor y no con otro cualquiera.
Cuando las leí por primera vez, me parecieron coherentes con su vida. En un primer momento no les di mayor importancia. Pero luego, al ver «la jauría» de gente que utiliza cualquier excusa para hacer callar todo aquello que no es «políticamente correcto», me rebelé. Estoy harto de tanta inmundicia y basura periodística como «Público» y otras del mismo corte…
¿Para cuándo la república?
Y, entonces me pregunto, ¿qué pasa en La Voz de Galicia, para que columnistas de la dicha Voz digan lo que dicen?
Y, me contesto, que hacen de adivinos de lo que les gustaría que otros dijeran, pero sin atreverse a decir lo que en realidad, ellos mismos, piensan.
En un Estado aconfesional, los niños deben saber que Dios existe.
¡Es que es de nota!
Pues yo creo que es una cuestión de envidia, sino no se explica que la reina se meta con las reinonas. Todos sabemos que resulta muchísimo más divertido ser una reinona con leotardos y botas de plataforma subida en una carroza el día del orgullo gay, pero claro, a Sofía no le dejan y se queja, claro. ¡Ay! ¡Que mala es la envidia!
Me habría gustado más que la reina dijera:
«No me inspiran mucha ternura los niños fetales, ni erotismo los arrumados entre homosexuales, pero no por eso justifico ni los crímenes por homofobia ni los crímenes por fetofobia.
El asesinato de homosexuales en Irán y el asesinato de niños fetales en Europa, son crímenes contra la humanidad»
Ártabro, no leo a otros columnistas de La Voz. Pero si crees que Paco no dice lo que piensa es, evidentemente, porque no le lees.
La verdad,tenemos que respetar la unión de otras personas, ya me es indiferente las palabras de la reina.
Sentir que puede ser mal interpretadas,es dar trabajo a los periodistas amarillos y marketing a un libro.
Creo que nos preocupamos y se debe la atención de problemas mas graves en nuestra sociedad.
A María B. La República vendrá cuando sepamos vivir en democracia…
Y mientras discutimos sobre lo que la Reina dijo o no, leo ayer en El Mundo, que España ha entrado en recesión. Esto me preocupa más… Y sobre La Voz he de reconocer que tiene columnistas tan dispares en opiniones que no creo que se le pueda achacar una línea editorial ni un único modo de ver las cosas.
Vaya por delante que en mi lógica la realeza sólo tiene cabida en la literatura infantil de antaño.
Dicho lo anterior opino que, de acuerdo a «las reglas del juego» se espera que la reina de los españoles, -incluídos los homosexuales-, complazca en sus delcaraciones a todos por igual pues «la mujer del cesar no sólo debe serlo sino también parecerlo».
En la vida real no existen reyes ni plebeyos.Todos somos humanos comunes, con iguales grandezas y miserias inherentes a nuestra especie. Por si hubiera alguna duda, con el libro que nos ocupa ha quedado felizmente demostrado.
Por cierto, cómo se pone la fotito?
«La república vendrá cuando sepamos vivir en democracia». Y para fomentar la democracia, nada mejor que delegar la jefatura de Estado en un señor por derecho de nacimiento. Muy democrático, sí.
En la vida real, como dices, hay reyes y plebeyos…Somos desiguales por naturaleza. La monarquía no es más que un sistema para funcionar. Desconozco qué porcentaje de presupuesto se lleva la Casa Real, pero me temo que es poco, si lo comparamos con la cantidad de altos cargos y asesores, pocos por méritos y la mayoría por ser «el amigo de». ¿No te parece esto otra «casta»? Claro, que a la mayoría de estos no se les conoce nombre y apellido. Reyes y plebeyos…los hubo, los hay y los habrá.
Verás, Jaiver, creo en «una especie» de «igualdad oficial», basanda en el respaldo constitucional, creo que «de alguna manera» todos somos iguales ante La Ley, y todos los blas, blas, blas…
El único rey que aparece ante mi vista al día de la fecha se llama €.(al mrgen de mis pekes que son los REYES DE LA CASA) El resto, a mi juicio, es pura papanatería. Entiendo que ningún ser humano está por encima de otro hasta el punto de tener que reverenciarlo. Por encima del teatro de la vida está la Ley natural que nos hace comunes en nuestras grandezas y miserias.
Uno de mis cuentos favoritos es EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR. Perfecta denuncia del papanatimo.
Está bien. Aunque no era el tema de mi columna, os ayudaré a discutir sobre monarquía y república.
Un dato: la democracia moderna más antigua, la única nunca interrumpida es la Británica. Y la más solida y madura. Es una monarquía, cierto. Pero también tiene sus cosas raras: ni existe (ni se le espera) sepración iglesia-estado.
Ya podéis seguir discutiendo sobre lo que no he escrito 🙂 abrazos
Un
Las razones de Javier para que un señor sea jefe de Estado por simple razón de nacimiento:
1. Somos desiguales «por naturaleza». Tengo verdadera curiosidad por saber dónde dice la naturaleza que el señor Borbón merece la jefatura del Estado y no yo: ¿algún gen privilegiado?, ¿las protuberancias craneales?, ¿los vientos del noroeste?, ¿los vuelos de las golondrinas?
2. Hay otros muchos que chupan del bote. Pues eso: fuera con todos los jetas, se apelliden como se apelliden.
3. «Siempre hubo». Un buen argumento para quitarse preocupaciones de la cabeza: siempre hubo gente que muere de hambre, para qué molestarse. Es el orden inmutable de las cosas. Lo dictan las estrellas y nosotros, pues nada, a verlas pasar.
Quiero un presidente de la República campechano ya.
Sí, nos hemos ido por los cerdos de Úbeda. Perdón.
Uffff! Con lo que me apetecería seguir, y toda la tarea que tengo sin hacer en casa! Mecachis!
Ander, que nos desviamos. Mira, la verdad, me da importa un pepino el tipo de gobierno que tengamos. A mi edad sólo me interesa tener para vivir y poco más. Hace tiempo que abandoné los grandes ideales.
El apunte de Paco, muy acertado. Quizás hay que ser británico para saber llevar tan bien esas contradicciones. Por cierto, siempre han sido muy pragmáticos y no les ha ido nada mal. 🙂
Hombre, Javier, supongo que si te importase «un pepino el tipo de gobierno» que tenemos no hubieses estrenado tus comentarios con ese tan sentido: «Olé, olé, olé!! por MI REINA.» Toda para ti. Espero que no sea ella ni su marido (no quiero ni pensar en todos los que les siguen…) los garantes de la democracia en España. Que Dios nos pille confesados… ¿Habrá sido Dios, por cierto, el que los ha puesto ahí?
Creo que todavía hay mentes en las que Monarquía es igual a Por la G de D,piensan que los privilegios que tienen se les deben por su cuna.Tienen espíritu medieval de vasallaje,y por eso consideran que las palabras reales tienen más mérito que las de cualquier otra persona.
Reyes que dejan en herencia a sus hijos,además de dinero,joyas,bienes inmuebles….etc,el supremo privilegio de ser jefes de estado.
Dicen que hay mandamases que también cuestan muy caros,pero no son inviolables ni gozan de la irresponsabilidad que constitucionalmente tiene el monarca.Además cada 4 años el voto puede decidir.La monarquía tiene el handicap de ser hereditaria y para más INRI,el pase de privilegios es para el primogénito VARÓN,como se explica esto?
Respecto a la de Inglaterra y su alianza eclesiastica con mando de la reina,aquí la alianza existe aunque no lo queramos ver,xq si no a que viene lo del bautizo de cada miembro nuevo de la casa real por el cardenal,es que no les vale un párroco?.
Y si quereis hablamos también de las clínic as y colegios privados y como se come eso con lo de que la monarquía está cerca del pueblo.
Pepaypepe! Increíble! Tanto tiempo!
Sería bonito una fiestecilla navideña para conocernos, si le parece bien a Paco. Me gusta la gente que hay aquí, porque aunque se discrepe, se puede discutir y hablar libremente.
Pero Javier, si la mitad son de lejos -al menos en esta entrada- y no creo que les apetezca moverse en Navidad.
Pues con la otra brindamos por la que falta. Cosas de la edad en la que el tiempo parece eterno, pero cuando estaba en la universidad hacíamos con un grupo de gente de jesuitas de vigo reuniones para desbarrar un poco, tomar algo de vino y comer castañas en la casa de un amigo. Buenos recuerdos…
Me aceptáis?
A mí lo que me sorprende es que las opiniones de la Reina son exactamente las de… Barack Obama… La verdad es que no me imagino una portada similar en Público con Obama.
(Javier, ¡hola!)
Certera observación, sí señor. Y además tiene que ver con el asunto de la columna. Muchas gracias!
Bueno, democracia como tal yo diría que la única y más antigua es la de Estados Unidos de Norteamérica. La inglesa es una democracia a medias y, como dice Paco, bastante rara.
Coincido plenamente con lo expuesto en la columna. Otro gallo cantaría si la Reina hubiese dicho todo lo contrario y las alabanzas hacia nuestra monarquía serían unánimes. Y desde luego el panfletillo ese que llaman Público se convertiría en el principal cortesano.
Hombre, Juanjo!! Cuánto tiempo!!Me alegro mucho, ya que es un placer debatir contigo y siempre se aprende. Pues a lo que va el tema… certero has estado (como siempre). Público no sólo ha sido grosero con la Reina sino que es muy violenta. En fin, que nos exacerbamos por poca cosa y eso nos quita paz. Y Ana María…¿Por qué preguntas eso? Aquí el jefe es Paco. Un saludo
Ok. Gracias
Evidentemente hay un sector de la sociedad espa;ola que s’olo admite el pensamiento ‘unico, sin fisuras, no s’olo de la reina, tambi’en de los obispos, psiquiatras o el ciudadano de a pie. M’as que opni’on piden sumisi’on.
La reina ha hablado de muchos otros temas, toros, caza, etc, pero hay un tema del que no se puede disentir ni en las formas..el mundo gay/feminista. Un saludo
Los seguidores del Marqués de Marialva se visten con casaca dieciochesca, luciendo tricornio con pluma de avestruz y un lazo negro recogiendo su coleta blanca. Las labores en la dehesa de los pastores y los campinos se elevaron al rango de arte y sus practicantes pasaron así de ser lacayos a ser nobles. Son los mismos hombres los que se cubrían con el birrete verde y ahora visten federica de terciopelo y pasamanería de oro.
Sus entendidos seguidores, gustan de la pureza, sin comprender que se siga ninguna moda. Quieren ver en aquella disciplina la reminiscencia del trabajo en el campo despreciando las piruetas y florituras artificiales. La sobriedad y la autenticidad están por encima del espectáculo. Cuando el engalanado no tiene personalidad se convierte en un bufón. No ennoblece la vestimenta ni los aspavientos que se hacen para estar en boga y si lo hace el sufrimiento personal que se expresa en su curtido pellejo, modelado por el sol y las cicatrices de las zarzas. Esas dejan de ser defectos y se convierten en medallas.
Debajo de todo ornato y genealogía hay un individuo que piensa, siente y opina… y aunque no nos guste lo que opina, siempre es preferible al que no es nada más que un perchero para colgar el armiño.
“Una corona es tan solo un sombrero que deja pasar la lluvia”
Federico el Grande
Paco,te sigo siempre,aunque no intervenga.Y como es lógico leo con atención a los que intervienen,A Prometeo lo podemos nombrar seguidor de honor,nunca nos falla.
Tengo ciume de tu blog,el mío es tan localista que no da lugar a debate.Creo que ya os dí la dirección un día,lo hago de nuevo:Vexovigo.blogspot.com
Y aunque vivo al sur del noroeste,digo como Manu Chao:me gusta Coruña…etc
Ah,firmo como Séneca en el blog,soy la modestia andante.
Y respecto al asunto de la reina,que opine lo que quiera,pero que no se posicione con las ideas de derecha ni izqda,por su edad será conservadora,pero en cuanto a los gays,que recuerde a los guerreros griegos que iban de dos en dos.
De todas formas ahora lo que estar de moda es decir»mi pareja»,así que tb lo del matrimonio está demodée?
Y por unas opiniones dichas a la numeraria-periodista,no nos rasguemos vestidura alguna.
Lo que habría que hacer es pensar si nos conviene seguir con un reino o no,un buen referendum no vendría mal,ya nos lo perdimos,y estabamos tan deseeosos de Constitución de democracia consolidada y todo eso,que fuimos dejando flecos muy importantes sin solucionar.
Claro que en tiempos de «crisis-recesión-apuro económico-«mejor no hacemos referendum que son carísimos.
paco,abrazos,prometeo idem.
Pon la dirección del blog cada vez que hagas un comentario, donde pide la url, así sólo con pinchar vamos a verte a Vigo. Acabo de darme una vuelta por él y no debes tener ciume, todo lo contrario. Un abrazo.
Me resulta curioso todos los que dicen que si las declaraciones de la Reina hubiesen sido hechas en clave progre las reacciones hubieran sido de signo contrario. Son los mismos que hablan del diario Público en términos despectivos, el cual al parecer, si gozara de una línea editorial distinta causaría el mismo efecto en éstos, sus fervorosos críticos.
Qué fácil es caer en lo mismo que uno denuncia, ¿eh?
Pepaypepe. Tomando de tu blog te contesto aquí:
“Como las olas bruñen el pedernal, el sol y el cierzo borran las inscripciones de las sepulturas y el tiempo nos pule alma.”
De un misterioso personaje heredé un sextante que un tiempo después usé para situarme en la inmensidad oceánica. Dentro de la caja de cerezo había una nota donde me contaba que quizás aquella estrella que ahora me guiaba ya no existiera, pues en un momento pasado se habría extinguido. Aún así, aunque ya no estaba, debido a su enorme lejanía, su luz todavía seguía llegando hasta nosotros y me podía servír de ella para tomar mi posición y marcar mi rumbo..
Para mi es una buena metáfora sobre los que ya se han ido, pero su luz nos sigue guiando. Quiero pensar que soy la consecuencia de su vida y siempre me pregunto si correspondo con mis actos a su legado y a su honra
gracias
Cualquiera añade nada más con semejante diálogo…
>Pepaypepe Me olvidé comentar que intenté insertarlo en tu blog, pero no fuí capaz. Tenía que marcharme y por no perderlo lo puse aquí. Por eso suena un poco raro
Hai uns días, tiven ocasión non só de saudar á Raíña Sofía, senón incluso de intercambiar con ela unhas breves palabras.
Pareceume o que sempre me pareceu: unha muller de excepcional intelixencia.
La verdad es que estoy convencido de que si la reina se hubiese expresado en los términos contrarios respecto a determinados temas -que no a todos- el aplauso general sería unánime.
En cuanto al calificativo despectivo respecto a Público, tengo mis razones para hacerlo que nada tienen que ver con este asunto.
Para qué vale la monarquía?
Si no hubiera monarquía nuestra vida sería peor?
no me gusta el OD por lo que tiene de coto cerrado y de solidaridad interna dejando fuera al que no pertence al clan,pero en cuanto a lo de la campaña contra la pornogradfía infantil,qué más da que la propaguen miembros de OD o de los escolapios.
Está bien hacerlo?Esta bien luchar contra la pornografía infantil?
Pues adelante.