Aunque es de hace unos días, no lo había visto hasta hoy:
Ramón Salaverría: Sobre crisis y periodismo
Empieza así:
En 2009, año en que la crisis económica sacudió con especial dureza a los países occidentales, no todos se quedaron con los bolsillos vacíos. Algunas empresas se hicieron de oro. Y lo consiguieron, entre otras razones, gracias a la inestimable colaboración de los medios.
Me refiero, por supuesto, a las empresas farmacéuticas comercializadoras de vacunas contra la gripe A. Ya saben, aquella que fue calificada como “primera pandemia del siglo XXI”, la nueva peste que prometía llevarse por delante a todo parroquiano no vacunado. A través de sus múltiples tentáculos, las farmacéuticas alimentaron una alarma sanitaria que los medios –también la OMS y los gobernantes, sí– se tragaron sin pestañear. Cuando las farmacéuticas colmaron las alforjas, tras haber vendido a doblón sus bálsamos de Fierabrás, la gripe se esfumó igual que vino, como desaparecen todas las gripes.