Suponga que usted es una persona libre, en un país libre, con instituciones libres y libertad de educación reconocida en la Carta Magna. Suponga que tiene usted una renta baja, algún o algunos hijos, ideas claras sobre cómo quiere educarlos y voluntad de hacerlo tanto en casa como en el colegio.
A la hora de buscar un centro educativo, intentará discernir cuál se acerca más a sus ideas filosóficas, religiosas e incluso pedagógicas. Es probable que en un país libre la oferta sea lo suficientemente amplia como para que dé con uno que se ajuste a sus preferencias, algo que no ocurre en los regímenes controlados, donde lo primero que se somete a la disciplina del poder es la comunicación y la educación.
Pues en España, país libre, depende: si no le gusta la enseñanza pública —o le parece una lotería, vinculada a cómo se conforme el profesorado del centro cada año—, puede tener problemas. Porque su siguiente opción sería acudir a un colegio concertado. Si vive en el medio rural, difícil (aunque ahí, ahora, también puede resultar casi heroico acudir a la escuela pública). Si vive en una ciudad, es muy posible que no encuentre plaza en ninguno. Y como no dispone de recursos suficientes ni de becas, olvídese de un privado que responda a sus preferencias.
Si usted prefiere que sus hijos se formen en colegios con enseñanza diferenciada (solo para niños o solo para niñas), el Tribunal Supremo acaba de complicarle más las cosas. Porque, aunque nadie haya dicho que tal cosa esté prohibida y haya acuerdo en que no supone discriminación e incluso abunde la bibliografía sobre sus ventajas a determinadas edades, que los concertados puedan ofrecer esa enseñanza dependerá en adelante del gobierno autonómico. Su legítima libertad quedará al albur del criterio político de turno. Salvo que sea usted rico, claro. Como siempre.
En cuanto al ambiente estudiantil dentro de los centros educativos, sean estos concertados o no, entre la variedad está el conocimiento. Qué algunos padres confíen más o menos en una forma u otra no debería ser problema para nadie. Lo importante es que pueda haber acceso a esa variedad, que las instituciones públicas y privadas puedan ofrecerlas, y los padres puedan elegir una cosa o la otra a la hora de tomar una decisión.
» Suponga que usted es una persona libre, en un país libre, con instituciones libres y libertad de educación reconocida en la Carta Magna. Suponga que tiene usted una renta baja, algún o algunos hijos, ideas claras sobre cómo quiere educarlos y voluntad de hacerlo tanto en casa como en el colegio»
Suponga que usted, como persona libre en un país libre, decide que su hijito va a rendir más y mejor mediante una enseñanza diferenciada( sólo para niños o niñas), ¿ por qué no?
O suponga que usted, como persona libre en un país libre, decide que su hijita va a rendir más y mejor mediante una enseñanza diferenciada en el ámbito lingüístico( los niños gallego parlantes separados de los niños castellano hablantes)
O suponga que usted, como persona libre en un país libre, decide que una asignatura como Ciencias Sociales no le va a ser a su hijo de ninguna utilidad en su futuro profesional.
O Matemáticas o Biología y Geología.
O suponga que prefiere que su hija se forme en un colegio sin alumnado inmigrante…
¿ por qué entonces en un país libre como España dependemos de un criterio educativo impuesto desde el estado para la enseñanza de nuestros hijos y no de las preferencias sustantivas y personalizadas de cada padre?
¿ En qué país libre mi hijo tiene que convivir en clase con niñas, inmigrantes, galego-falantes, o con un sistema que le impone la enseñanza de asignaturas con las que yo, como padre, no estoy de acuerdo?
Pues eso, lo mejor es un itinerario educacional hecho a medida de las preferencias ideológicas o arbitrarias de cada padre y no de un consenso generalizado de expertos, padres,jueces, políticos y pedagogos para articular un marco sistemático educacional que sea benéfico, en líneas generales, para la formación presente y futura de los niños.
Creo que todo esto de la enseñanza diferenciada se puede entender dentro de los parámetros conceptuales de cierta ideología de género que continúa subsistiendo en nuestros días.
Haces trampas sin parar: la gran diferencia, me refiero al antepenúltimo comentario, radica en que la enseñanza difeferenciada está reconocida en la propia LOE, para empezar. Y en cuanto a la ideología de género, en efecto: la ideología de género no soporta la enseñanza diferenciada.
Estoy a favor de la coeducación.
No me gusta esa especie de desnaturalización de la vida social( compartimentar en vez de cooperar; separar en categorías en vez enseñar a encajar), esa socialización artificial de niños y niñas que no responde al modelo de interrelaciones que se encuentran y encontrarán en su devenir cotidiano.
Los niños y las niñas juegan juntos, cooperan, buscan soluciones conjuntas,actúan grupalmente, priman los objetivos por encima de los roles de género…
La educación diferenciada supone una pérdida de toda esta riqueza pedagógica, aunque sus defensores enarbolen toda suerte criterios de eficiencia, de diferenciación biólogica y beneficios de una educación centrada en las características diferenciales de ambos géneros.
Así que estoy muy a favor de la decisión del Tribunal Supremo con respecto al criterio de financiación pública a esta opción pedagógica, que considero una prolongación artificiosa de cierta ideología, más dada a la socialización discriminatoria por roles de género que a estimular los mecanismos y recursos de que disponen los niños y niñas para la convivencia igualitaria de ambos géneros.
Pero puedo estar equivocado… como soy un tahúr.
Luis, no sé si serás padre pero por lo que dices, intuyo que no. Date un paseo por algún parque y descubrirás que los niños y las niñas quizás jueguen juntos pero juegan diferente. Que lo de la cooperación en las primeras edades, no suele ir con ellos porque lo suyo es suyo y lo del resto, también. Con de lo que buscan soluciones conjuntas no sé que te refieres, la verdad. A medida que crecen y se desarrollan antes de llegar a la adolescencia, efectivamente, actúan grupalmente: los niños tienden a jugar con los niños a juegos y deportes de niños, y las niñas, con las niñas. A partir de una determinada edad, se despierta la curiosidad sexual, pero hasta en esto hombres y mujeres somos muy diferentes y seguimos patrones distintos.
Mi mujer y yo estamos convencidos de las ventajas de la educación diferenciada y pensamos que es lo mejor para nuestros tres hijos. Son diferentes, tienen motivaciones y procesos de maduración muy distintos. Y no por eso están «desnaturalizados socialmente» – mi hijo mayor de 17 años está leyendo esto y sinceramente se está descojonando: es el mejor eufemismo para decir lo típico, que son una panda de reprimidos y tal y cual. A partir de ahora le llamaré «el desnaturalizado» -. Sinceramente no creemos que se estén perdiendo nada, salvo quizá una mayor probabilidad de fracaso escolar. Afortunadamente vivimos en una región donde el concierto no está vinculado al tipo de educación mixta o diferenciada. Mi mujer y yo nos preguntamos qué pasaría si nos quitaran el concierto. No tendríamos dinero suficiente para obtener los 1200 euros que nos supondría la educación de los tres hijos. A usted quizá le pueda parecer divertido pero me pongo en el papel de esos padres de familia que no tienen la suerte de vivir donde nosotros vivimos y es realmente triste, una verguenza.
Y además, como bien sabes, lo que está en juego es el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, y el deber de los poderes públicos para garantizar el cumplimiento de ese derecho. La educación diferenciada está reconocida y sin embargo, queda al arbitrio de los gobiernos regionales el que sea financiada con dinero de los ciudadanos. Como padre tengo el derecho a elegir el tipo de educación que estimo más adecuada a mis hijos. Y ese derecho no me lo puede robar ningún «consenso generalizado de expertos, padres,jueces, políticos y pedagogos».
¿Socialización discriminatoria? Sí claro, la que alientas tú, negando, privando del acceso a los fondos públicos a todos aquellos que piensan diferente en este asunto. Que no quieres educación mixta. Pues hala, a pasar por caja… ¿Acaso ésta no es mayor discriminación?
Lo que me pregunto es por qué tenéis tanto miedo a la libertad, por qué os fastidia tanto el que unas familias apuesten por algo diferente…
Me hace gracia eso que dice Luis de que los niños y las niñas juegan juntos y todo lo demás. Igual es que vivimos en planetas distintos, je,je.
Y otra cosa que a veces se escapa. La educación diferenciada no es nueva y los resultados están en la calle. No hace falta teorizar sobre su bondad o maldad. Ya tenemos resultados que analizar.
Y otra cosa sobre lo que dice Luis. No sabía que los géneros pudieran convivir de manera igualitaria. Siempre pensé que quienes convivían eran las personas, je,je. Pero bueno, ahora que vamos a dejar de ser personas -mujeres y hombres- para ser géneros habrá que ir haciéndose a la idea, jua, jua.
Bruno:
No te enerves, hombre. Tranquilízate.
a) Tienes una gran intuición. Como la de aquel modisto que predijo que en el 2001 un meteorito iba a impactar contra nuestro planeta y se iba a acabar el mundo.
b) Me alegro mucho de que tú y tu mujer estéis convencidos de que la educación diferenciada es la mejor opción para vuestro hijos. No faltaría más,Bruno.
Lo que no creo es que sea una vergüenza( ¿ o sí?) no pensar lo mismo que vosotros y considerar que la coeducación es la mejor opción pedagógica.
C) Amigo mío, yo no he privado a nadie del acceso a los fondos públicos de los que piensan diferente en este asunto. Dirige tu rabia a los magistrados del Tribunal Supremo y a los poderes públicos autonómicos que ejercerán la potestad sobre ese asunto, no a mí.
D) Yo a tus hijos, Bruno, como si los quieres educar sobre una roca de 9 a 11 en medio del monte recitando de carrerilla el Manual de Los Jóvenes Castores… si el derecho vigente o el Tribunal Supremo te lo permite, claro. Y sí,lo corroboro, Miedo a la Libertad es un gran libro de E. Frömm.
Lo que deberías de tener claro es que vives en un estado de derecho, y que, dicho en plata, estás subordinado( tanto tú como la educación de tus hijos) a un ordenamiento jurídico y a un derecho vigente, también en materia educativa.
Puedes discrepar y movilizarte para dar la vuelta a esta situación que no os agrada y ejercer junto con otros discrepantes de grupo de presión.Yo ni pincho ni corto, pues no comparto vuestros principios y planteamientos en esta cuestión.
Si quieres debatir sobres los pros y contras de ambas opciones pedagógicas, de forma respetuosa y constructiva, aquí estaré.
Pero para lo otro va a ser que no.
Lo siento, pero es que eso del pim-pam-pum no se me da bien.
Saludos, Bruno, tú decides.
Para Mikel:
a) Puede que vivamos en planetas distintos. En el mío hasta jugábamos al brilé con las niñas y ellas nos daban unas buenas tundas a las canicas.
b) Sí, ahora vamos a dejar de ser personas para ser robots, cyborgs, el hombre y la máquina en perfecta comunión. Ya lo dijo Punset, que dentro de pocos años nuestro cuerpo estará surcado por decenas de nanosensores.
Ese será el principio:el Homo Hibridus.
¡ Temblad, herejes, pues somos como Dios nos hizo y cualquier desviación de ese sagrado molde… cualquier mutación… no proviene del cielo, sino del infierno!
El fin de la raza humana, como el de la Novela que pronosticaban en el XIX los hermanos Goncourt, está cerca, juajuajua.
Luis, «mad doctor» en activo.
Estimado Luis polifacético,
Eres tú quien dice que los géneros van a convivir, no yo.
El pobre Punset dice muchas cosas y ahora está muy malito y se ha dado cuenta que la ciencia ficción es eso, ficción.
No sé muy bien qué tiene de extraordinario jugar al brilé con unas niñas o a las canicas, pero bueno, si a ti te parece algo destacable…tú mismo.
En ningún momento he dicho que jugar al brilé o a las canicas con niñas fuese algo extraordinario.
Es más, reitero que era algo del todo ordinario( en la primera acepción del término), pues era algo que se hacía muy a menudo.
Pero bueno, creo que nos salimos del tema y eso a Paco no le gusta.
Saludos de Luis.
Por si sirve para ponerle algunos datos más a la discusión, dejo un enlace que discute la sentencia del Supremo desde un punto de vista jurídico, y otro del Washington Post que muestra cómo se ve la educación diferenciada en otros países.
Luis o «mad doctor»
No si tendremos sensores en el futuro. Por ahora tenemos el cuerpo llenito de DDT y PCBs. Lo queramos o no, estos compuestos están en todos nosotros y los transferimos a nuestros hijos. Uno de los efectos más nocivos se da en edades tempranas incluso desde el momento de la fecundación. Esta contrastado que reducen el coeficiente intelectual y estadísticamente baja el numero de personas inteligentes y cabales . Ni los más ricos de occidente se libran de esta contaminación que degenera nuestros cerebros y los de nuestra descendencia.
Hay quien dice que el mundo se acabará por culpa del cloro. Los primeros en saber los efectos del amianto o por ejemplo el de los PCBs fueron los fabricantes, en este último caso Monsanto. >Gracias a estos señores la humanidad será progresivamente más tonta. Incluso lo serán ellos todavía mas, lo cual no es una sorpresa porque estan al final de la cadena trófica.
Prometeo, te doy la razón. Para muestra un botón:
Yo nací en una vivienda pobre del barrio del Agra del Orzán revestida de amianto, por eso mis neuronas andan sin orden ni control y mi coeficiente intelectual está por debajo del de Cañita Brava.
Los que dicen que somos la generación mejor preparada de la historia, mienten.
Yo soy el vivo ejemplo de esa degeneración humana progresivo-malthusiana hacia la tontunez.
Hasta nos inventamos palabras como tontunez o miembra.
Tengo poco más de treinta años y todavía no sé bailar ni foxtrot.
Saludos de Luis y me gusta leerte, Prometeo. Eres un tipo divertido y original.
Vamos a ver Luis, ¿cómo era?: «Así que estoy muy a favor de la decisión del Tribunal Supremo con respecto al criterio de financiación pública a esta opción pedagógica». Por favor, no te escondas ahora en el Tribunal Supremo.
¿Debatir de forma respetuosa y constructiva? Ahi te he dado varios argumentos a favor de la educación diferenciada: desarrollos sexuales diferentes, aprendizajes diferentes, mejores rendimientos y resultados académicos, derecho a los padres a elegir, caracter subsidiario de los poderes públicos en materia de educación reconocido en el ordenamiento jurídico. ¿Qué argumentos nos has ofrecido a cambio? Recurrir al positivismo jurídico y arguir que la ley es la ley y si no me gusta, que intente cambiarla.
Ya mé dirás qué parte de mi anterior comentario ha herido tu sensibilidad o te ha parecido irrespetuoso. Por el momento yo no he usado expresiones como «Paco sermoneador envarado desde su alzacuellos». Jodé con el tolerante.
Y sí, creo que lo del pim pam pum se te da muy bien.
Amigo Bruno,reitero que estoy totalmente a favor de la decisión del Tribunal Supremo. No lo puedo decir ni más claro ni más alto, lo siento, pero no me escondo para nada.
Considero que la convivencia natural de niños y niñas desde edades tempranas, también en el aula, por supuesto, es benéfica para la construcción de la identidad y de los recursos sociales de esos niños que mañana serán adultos en una realidad que cada vez tiene menos que ver con esas viejas, y prejuiciosas, concepciones que orbitan alrededor de esa «división de funciones sociales que se asignaban a hombre y mujeres» en otras épocas.
La función socializadora que cumple la escuela no puede abstraerse de una realidad( laboral, social…) no compartimentada en función de su sexo que les tocará vivir a los adultos que serán el día de mañana.
Les tocará convivir, trabajar, estudiar con el sexo opuesto, mano a mano. ¿ Por qué razón no asignarles ya esas responsabilidades, incluirlos en una dinámica natural de complementariedad y trabajo común, desde niños?
¿ Por qué compartimentarlos en una suerte de abstracción, de ficción inducida, de algo que no tendrá nada que ver con su mundo dentro de unos años?¿ No los estamos también formando para vivir en sociedad?
¿ Por qué fomentar su desarrollo afectivo y social mediante esa impostura de dique artificioso entre unos y otros?
¿ Desarrollo sexual, biológico e intelectual diferente? Pues claro, pero no sólo entre niños y niñas sino entre niños y niños y niñas y niñas. Cuando yo me empecé a masturbar, otros compañeros ya llevaban años haciéndolo; cuando uno leía ya a Sartre, el otro estaba con los tebeos de mortadelo…
Educación personalizada en función de las circunstancias y cualidades intransferibles de cada uno, independientemente del sexo del alumno.
A mí me parece una cuestión de dotar al niño, niña, de cierto sentido de la realidad, de la responsabilidad a la hora de la convivencia con el otro sexo, de trabajar habilidades conjuntas, de ir conformando de forma natural y nada abrupta el aprendizaje de las interrelaciones futuras que les esperan en la sociedad del siglo XXI.
Yo defiendo que el diferencial biológico no tiene que llevarnos a separarlos en géneros o conjuntos disjuntos( qué solución más fácil!), sino precisamente a todo lo contrario.
Acabo con un corta-pega:
» Al final de la guerra civil queda cerrada, por un largo período, la opción de la escuela mixta. La Iglesia volverá a asumir desde los postulados más retrógrados la iniciativa en el campo de la educación. La legislación franquista prohibirá de nuevo la escolarización conjunta de niños y niñas en los niveles primario y secundario. La educación de las niñas se confiará, en parte, a la Sección Femenina de la Falange, que con todos los medios a su alcance se propondrá difundir un modelo pedagógico dirigido a inculcar a la mujer que la finalidad de su educación se circunscribía a los límites de su función de madre y responsable del hogar. En definitiva, se produce el regreso a los principios ya formulados en el siglo XVIII sobre la educación de las niñas; al igual que entonces, el trabajo fuera del ámbito doméstico se entiende como una desgracia forzada por situaciones extremas de pobreza. El período franquista significa para las mujeres una desvalorización profesional de su formación escolar a través de la diferenciación de currículums y de la escuela separada. Al quedar la mujer recluida de nuevo en el ámbito de lo doméstico, se le negaba la posibilidad de aumentar su nivel cultural y su movilidad social, derecho que había conquistado en el primer tercio del siglo.
Hasta 1970 no se modificará en profundidad la legislación franquista referida a la estructura educativa. En este año, la Ley General de Educación, fruto de las transformaciones sociales y económicas habidas en el país, anula la prohibición de la escuela mixta y crea las condiciones legales que favorecen su extensión; asimismo, generaliza en la Enseñanza General Básica el mismo tipo de currículum para niños y niñas, al establecer una enseñanza homogénea que duraba hasta los trece años.
En los medios educativos progresistas, liberales y antifranquistas, se mantendría siempre la memoria de los avances, prácticos y legislativos, de la etapa histórica anterior. Los nuevos movimientos de renovación pedagógica plantean la educación conjunta de niños y niñas como un logro ineludible; sin embargo, la reflexión sobre la coeducación será un tema muy marginal en sus debates. Las nuevas escuelas activas practican la educación conjunta de niños y niñas en los términos igualitarios de antes del franquismo: lo natural es que niños y niñas se relacionen y convivan en una misma escuela que los trate a todos por igual. Pasarán aún algunos años hasta que comience a replantearse el tema de la coeducación y se ponga en duda la aparente neutralidad e igualdad del sistema educativo en relación a los niños y a las niñas»( Marina Subirats)
Saludos de Luis, maestro horchatero del pim pam pum.
Como decía el otro día uno de mis articulistas de cabecera, Xosé Luis Barreiro:
» Vino viejo en odres nuevos».
Si Luisiño, si.
También la escuela pública quitó los uniformes y ahora están replanteándose volver a ponerlos (hace pocos días publicó El País un reportaje de dos páginas al respecto). Ya me extrañaba a mi que tardaras tanto en sacar al franquismo-antifranquismo.
Por otro lado, creo que la discusión no versa sobre si es mejor un método pedagógico que otro sino si el Estado tiene derecho a imponer uno determinado. Supongo que estarás a favor de que lo haga, tal y como has dicho, si se trata de la coeducación. Por lo tanto, entiendo que defiendes que el Estado tiene ese derecho. Si lo tiene ahora, supongo que también lo tendrá en cualquier otro momento. Así que si un día se decide a imponer la educación diferenciada me imagino que defenderás el supuesto derecho del Estado con el mismo ardor, ¿no?
Luis, comparar la educación diferenciada del franquismo con la actual no tiene ningún fundamento: la curricula actual es idéntica para hombres y para mujeres, no hay un programa para ellos y uno para ellas, no hay dos secciones como entonces.
Respecto a la función socializadora de la educacíon, lo que dicen algunas investigaciones recientes es que es cierto que en los centros mixtos los chicos entienden mejor a las chicas, pero les pierden el respeto y manifiestan más conductas agresivas y egoistas que en los centros diferenciados. Incluso algunas investigaciones han demostrado que paradojicamente a lo que se suele argumentar, en los centros mixtos se refuerzan más los estereotipos de género que en los centros diferenciados, por lo menos en lo que a la elección de asignaturas se refiere. Dicho de manera sencilla, en un colegio de chicos, nadie tiene inconveniente en seleccionar una asignatura «típica de chicas», mientras que en uno mixto la verguenza a que los propios compañeros/as de clase le llamen a uno/a «nena» o «marimacho» si selecciona una de esas asignatura es más elevada, y por lo tanto, los alumnos se lo piensan dos veces antes de escogerla. De tal forma que en los centros mixtos los chicos son más proclives a seleccionar asignaturas «masculinas» y las chicas, «femeninas», perpetuando aún más los estereotipos.
Lo que quizá olvidamos es que la primera función de la escuela no es socializar, sino que la transmisión de conocimientos y adquisición de competencias que les capaciten para ser mejores personas. Y desde este punto de vista hay datos incontestables: hombres y mujeres maduramos de manera diferente. Cuando se aplica un mismo modelo de educación obviando esas diferencias, algo termina por romperse, o lo que es lo mismo, aparece el fracaso escolar. Los datos del Ministerio de Educación son clarísimos: en España este problema es mayoritariamente masculino (curiosamente, Castilla La Mancha es una de las regiones donde la diferencia entre fracaso masculino y femenino es más amplia). Lo que debería llevar a plantearnos hasta qué punto el actual modelo está bien adaptado a ese diferente desarrollo cognitivo. Cuando se han comparado escuelas mixtas y diferenciadas, éstas últimas ofrecen mejores resultados académicos, no sólo en España sino también en otros países. En el Reino Unido, por ejemplo, el 94% de los 25 mejores colegios ofrecen educación diferenciada. En España, todos las estadísticas muestran que ellas obtienen mejores resultados, que son más capaces y sin embargo en muchas ocasiones su mayor potencialidad se ve frenada por sus compañeros, que son más torpes. «Hala, Fulanita, sigue jugando con plastilina y no te pongas a leer, no vaya a ser que Menganito se sienta frustrado al ver que eres más inteligente que él». Ya sé que es una caricatura pero creo que me entiendes. Todas estas conclusiones han llevado en varios países europeos a numerosos partidos de izquierdas a considerar la educación diferenciada como la más beneficiosa para alcanzar una mayor promoción social de las mujeres.
Por último, vuelvo al que creo que es el problema fundamental: el derecho a elegir libremente sin cortapisas económicas. Tú apuestas por la educación mixta; yo, por la diferenciada. Son dos formas diferentes de contemplar el derecho que tenemos como padres a elegir la educación de nuestros hijos. Los dos pagamos impuestos. Y sin embargo, en algunas regiones esos impuestos sólo financian su «visión» de la educación y no la mía, cuando lo que yo propongo no es contrario al ordenamiento jurídico. ¿Razones? Sigo esperándolas.
Luis es un chico valiente, lo digo por lo de irreverente. Tanto, que a los demás nos relega casi a palmeros. Le devuelvo el cumplido porque yo también gusto mucho de leerlo y creo como ya he dicho en otra ocasión, que es necesario un tipo como el, en este y en todos los foros.
Sin embargo, tengo que rendirme a los contundentes argumentos de Bruno. Incluso creo que lo explica mejor que Paco sobre todo porque lo avala el cariño a sus hijos. El otro día le contaba a Paco que en una conversación con el presidente de una asociación de padres de niños discapacitados, yo le dije que el no tendría ni títulos ni mas aval que el amor a su hijo, pero para mi eso era mas que suficiente. El empezó a llorar y yo también me sumé contagiado por la emoción. No puedo creer que nadie sacrifique gratuitamente a sus hijos si entiende que su elección es lo mejor para ellos y lo que si creo es que tenemos que quitarnos muchos complejos del franquismo. Por ejemplo me duele mucho el efecto de la llamada educación antiautoritaria.. Pero sobre esto ya he hablado en otras ocasiones donde contaba la clarividencia de Konrrad Lorens cuando desde su autoridad como inventor de la etología, hablaba sobre aquel gran error de la pedagogía moderna.
Con perdón.
A mi, básicamente, me gusta la horchata, y si está hecha por un buen maestro horchatero mucho más. Y además también me gusta el café con leche sin azúcar aunque, paradójicamente, me encanta el licor café, tan dulce el. Pero claro, dadas estas y otras adicciones mías, creo que debería optar a una sanidad diferenciada. Y es que los hombres, como tenemos más vicios que las mujeres, tenemos una esperanza de vida más baja que ellas y por lo tanto deberíamos tener preferencia en las listas de espera.
La fría estadística permite justificar muchas cosas, pero no por ello estas cosas se convierten en justas.
Me voy a tomar una horchata…
Estiven a pensar seriamente nos argumentos de Bruno, sobre todo no de que os homes lastran as rapazas en certas idades. E pensei que ten razón. Despois pensei que outro grande lastre son os inmigrantes, que moitas veces non dan o nivel ou son escolarizados principiado xa o curso. Tamén lastran algúns nenos que viven en familias con problemas ou de baixo nivel socioeconómico, porque xa din as estatísticas que os rapaces con país instruidos son mellores estudiantes. Tamén lastran, evidentemente, os rapaces que teñen algún tipo de discapacidade, ainda que sexa pequena. E, por suposto, os nenos que repiten curso…
Cando acabei de pensar, entroume un arrepío.