¿Dónde están?
Ojalá no acaben alimentando el execrable negocio de venta de órganos procedentes de los Falung gong y de otros condenados a muerte, tal como denunciaron el abogado y activista por los derechos humanos David Matas y el ex-secretarlo de estado canadiense David Kilgour.
Terrible. Al menos esta vez nos hemos enterado, pero cuántas barbaridades silenciosas en el mundo. Ojalá en esta profesión hubiera un poco más de sitio para reporteros y un poco menos para publichufas sobre cremas hidratantes.
¿Dónde están?
Ojalá no acaben alimentando el execrable negocio de venta de órganos procedentes de los Falung gong y de otros condenados a muerte, tal como denunciaron el abogado y activista por los derechos humanos David Matas y el ex-secretarlo de estado canadiense David Kilgour.
Terrible. Al menos esta vez nos hemos enterado, pero cuántas barbaridades silenciosas en el mundo. Ojalá en esta profesión hubiera un poco más de sitio para reporteros y un poco menos para publichufas sobre cremas hidratantes.