Hay carreteras por las que pasas mucho, quizá todos los días, y te acostumbras. Acostumbrarse tiene algo de bueno y bastante de malo, porque significa acomodarse, encontrarse confortable con algo o con alguien, y eso está bien. Pero una preposición muestra nítida la diferencia entre hacer las cosas de costumbre y hacer las cosas por costumbre. Lo hecho solo por costumbre deja de verse, de percibirse, de sentirse.
Me di cuenta ayer al volver al periódico después de presenciar en Acea de Ama los ensayos de la Fiesta Voz Natura que se celebra hoy. Me equivoqué de camino y, por costumbre, emboqué en automático un recorrido innecesariamente largo. Ya en él, me dejé ir, pero se me ocurrió de repente una idea para acortarlo y, además de equivocarme de nuevo, me perdí. Gran suerte, porque pude transitar por pistas desconocidas en territorio conocido. Conducía algo atontado y enseguida me espabilé, no solo porque tenía que reencontrar el camino, sino también porque estaba viendo los paisajes de siempre desde otra perspectiva, mucho más amena y enriquecedora, diferente. Hice incluso un par de descubrimientos, pese a que el itinerario discurría casi en paralelo al habitual, apenas cien metros más arriba o más abajo.
Por la mañana también me había perdido escuchando a José Mújica, el sabio presidente uruguayo, antiguo guerrillero. La periodista le preguntó por su conocida austeridad personal y el inicio de su respuesta me cautivó: «Mi manera sobria de vivir, no quiero utilizar la palabra austeridad, porque está prostituida en Europa…». Y ya no pude dejar de escucharlo hasta el final. Estaba ante mi paisaje de siempre visto desde otra perspectiva.
Publicado en La Voz de Galicia, 1.junio.2013

Sencillamente: ¡magnífico!, tanto el artículo como el vídeo, que merece estar en un puesto importante en el ranking de los más vistos.
Muchas gracias, señor Sánchez.
Gracias por artículos tan reconfortantes como éste. Supongo que es tu intención, establecer un vínculo con nuestras trayectorias vitales de las que, en ocasiones, es necesario desviarse del camino, si tenemos la suerte de reconocerlo, para comprobar todo lo que existe a nuestro alrededor. Contemplarlo y darnos cuenta que la vida es mucho más rica de lo que hubiéramos pensado.
Un fuerte abrazo para ti, Paco.
Paco a túa columna fíxome lembrar cando traballaba a quendas e polo verao ia facer as noites, collía o coche e miraba o ceo despexado e queira seguir conducindo sen rumbo só por ver a noite clara. Tamén cando Alex era cativo e Luisa máis eu perdiámonos adrede polas pistas do monte e el póñase nervioso porque cría que nos perderamos de verdade.
En canto a entrevista quen nos dera a nos ter uns gobernantes con tato sentido común, humildade e bondade a máis da súa profundidade intelectual; é de esas persoas coas que quero sentarme nunha mesa e só escoitalo.
He visto la entrevista a Mújica. Siento la necesidad de decirte que me reconforta ver el mundo desde los ojos de un hombre que ejerce la política de otra manera. Y, sin ninguna duda, el encontrar la grandeza de la generosidad, la sabiduría y la bondad al servicio de los demás.
Me ha sido de gran ayuda.
UN fuerte abrazo, Paco.