En los últimos veinte años, la desigualdad económica se ha disparado en casi todos los países del mundo, y sobre todo en Estados Unidos y en China (entre las escasas excepciones se encuentran Brasil y España, donde la desigualdad ha caído). En Estados Unidos nada menos que el 65 por ciento del crecimiento de la renta registrado desde el 2002 ha ido a parar a los bolsillos del uno por ciento que más gana. Las rentas de la mayoría se estancaron en los años de vacas gordas y ahora tras la crisis caen en picado.
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