Se han difundido hoy algunas informaciones que pretenden poner en entredicho el reportaje de David Beriain «Baby sicarios», emitido por Cuatro el viernes pasado.
Las sospechas proceden de una periodista, Ángela María Villegas, de la ciudad de Pereira, en Colombia, donde fueron grabados buena parte de los testimonios.
Aduce que tres de los niños sicarios entrevistados por Beriain (precisamente, los únicos internados en un reformatorio) no lo son en realidad y lo demuestra volviendo a entrevistarlos. Los niños dicen ahora que David o su equipo les prometieron trabajo en España a cambio de las declaraciones y sostienen que inventaron las historias.
Lo que realmente no encaja es:
1. Que se pongan en duda, precisamente, los testimonios de los chicos que fueron entrevistados en un correccional, con el conocimiento y aprobación de la directora, y en presencia de un responsable del centro.
2. Que se les vuelva a entrevistar con el alcalde de Pereira delante.
3. Que se atribuya semejantes prácticas a un periodista sobradamente conocido en los ámbitos profesionales por su arrojo, inteligencia y honestidad.
Parece demasiado fácil. Un centro gubernamental, un alcalde, una periodista local, unos niños encerrados fáciles de presionar. ¿Por qué no se empezó a cuestionar el reportaje por cualquiera de los otros chavales, los que andan por ahí? ¿Eran más difíciles de encontrar? ¿Había prisa por responder al reportaje? Porque, sin duda, también resultaría sencillo «convencer» a los otros niños sicarios para que dijeran lo contrario de lo que contaron a David Beriain y para que le acusaran de sobornarlos.
Tiene todo pinta de contrapropaganda barata: un intento de dulcificar o esconder la realidad. Conozco bien y desde hace muchos años a David Beriain y pongo la mano en el fuego para defender su honestidad.
Cuatro ha salido en defensa del equipo de reporteros y niega que hayan pagado o prometido nada a los niños.
Actualización: el vídeo de «Baby sicarios» en La Huella Digital
Yo también pongo la mano en el fuego por él y lo que haga falta y cualquiera que investigue un poco la trayectoria de David y -muy importante- haya visto el reportaje, se dará cuenta de que las acusaciones son absurdas.
Gracias, Paco y David.
Coincido plenamente con Vagón-Bar e con Gom.
Completamente de acuerdo con esta entrada. La profesionalidad y honradez de David Beriain está fuera de toda duda. Abrazo enorme a esos periodistas todoterreno que realmente se la juegan por dignificar día a día esta profesión.
No he visto el reportaje, pero considero a David Beriain un grandísimo periodista, de los que ya quedan pocos. He trabajado durante años cerca de él y le admiro profundamente. Todo mi apoyo y mi aprecio a un profesional excelente.
Bravo por la defensa tan clara, Paco. Y enhorabuena de nuevo a David y a Sergio Caro por su enorme trabajo.
El montaje que han hecho en Colombia intentando tapar las vergüenzas no hace sino reafirmar la excelencia del trabajo de David. Mi apoyo para él y para Sergio, y mi agradecimiento a ti, Paco, por dejarlo aquí tan claro. Qué asco.
No he visto este trabajo de David, pero he visto otros y lo admiro. También mi apoyo a él y a ti. Otra mano en el fuego por ellos.
No apuesto ni un duro por el periodismo local que hace Villegas.
El periodismo local que está haciendo sobre este caso, quiero decir, con un montón de instituciones por medio. Está claro que el reportaje que va a salir de ahí será muy distinto al de Beriaín.
Casteleiro, ¡qué alegría! Tenemos que hablar
Yo vi el domingo pasado el reportaje de David y me pareció soberbio. No solo por lo que contaba, sino por explicar cómo conseguía la información.
En esta era donde la confianza es la mayor arma del periodista, David Beriáin tiene ganada la mía. Y no la tal Villegas.