Columna publicada en el número de marzo-abril de Nuestro Tiempo.
6 Comentarios
Trackbacks/Pingbacks
- Tweets that mention El triángulo escaleno | vagón-bar -- Topsy.com - [...] This post was mentioned on Twitter by Nacho de la Fuente, Montse Doval, Toni Pique, Paco Sánchez, Paco Sánchez…
- Gracias | vagón-bar - [...] El triángulo escaleno [...]
¡Qué preciosidad de texto!
Cada vez que releo este texto me parece más maravilloso.
Muchísimas gracias Paco
Realmente hermoso lo que cuentas y cómo lo escribes. Alta calidad humana y literaria.
La columna es muy bonita. Yo la leí en Nuestro Tiempo hace ya un par de semanas.
Una cosa que me parece interesante es que cuando a un niño se le toleran las maladades, además de sentirse más solo se siente muy inseguro porque se atenta directamente contra su conciencia. A edades tempranas los niños tienen una idea natural de lo que está mal y de lo que está bien. Esto es muy fácil de comprobar para quien tenga niños pequeños: cuando están en casa y no hacen ningún ruido, cuando hay un silencio sospechoso, lo normal es que estén haciendo algo que ellos mismos saben que está mal. Me parece que cualquier padre se ha dado cuenta de esto.
Si al ser descubiertos los niños no reciben la respuesta que ellos mismo esperan -enfado, castigo, cabreo, reprimenda, advertencia- de los padres, su conciencia (distinción entre el bien y el mal) se tambalea y su sistema de creencias y valores en el que se apoyan, se tambalea. Y cuando ese sistema, por muy incipiente que sea, se tambalea, entonces aparece la inseguridad y el miedo (que viene originado precisamente por el desconocimento).
Cuando no se castiga a un niño por realizar un acto que él mismo intuye que está mal, se le hace un gran daño al niño.
Siempre he tenido una predilección, dentro de las ramas familiares, por tu padre. Ignoro la razón. Creo que , simplemente, me parecía que
me comprendía sin que yo hablase.
No sé qué edad tenía yo cuándo me encargó del cobro de sus recibos, los de seguros. Tampoco recuerdo qué razón había para ello, ni creo que me la hubiesen dicho. El caso, es que como tú, descubrí mi ciudad
gracias a ello. Incluso me llevó a conocer desde otro punto de vista el puerto, al tener que ir a sus oficinas en el muelle pesquero. Los bolsillos volvían llenos de dinero y cheques. Nunca llegué a sentir miedo por ello. También me permitió conocer distintas actitudes de la
gente ante el adolescente y el gran importe que a veces suponía el recibo, para el que no siempre había disponible.
Debes de saber que él fue quién me enseñó a hacer el nudo de la corbata. ¿Qué me llevó hasta tu casa a que me lo explicase? Lo hizo
con satisfacción y orgullo.
Siempre me dejaba sorprendido con sus comentarios sobre política nacional y local. ¿Cuáles eran sus fuentes de información? Un misterio. A veces me parecían exageraciones, pero más tarde o más
temprano, aquello sorprendente, acaba siendo conocido y publicado.
No sabía de tus experimentos de monta que años antes había realizado
yo mismo a unos kms: en la chousa. Has descrito muy bien una experiencia que , aunque no compartida, fue similar. Normalmente, yo precisaba de una berza para atraer su atención y dejar que me aproximase a ella… Lo que no tuve fue problemas con el cabezal.
El otro día, el de la despedida, he recibido más dosis de cariño de
tu familia que en toda la década última. Raras veces regresa uno de
un entierro con sensaciones tan grandes de vida.
Un fuerte abrazo.
porque no ponen algo relaconado con la pagina o la rspuesta