Escribía Kate Philips en el New York Times el pasado 3 sobre el referendum en torno al matrimonio homosexual que tendría lugar en Maine ese mismo día:
The campaign has been closely watched around the nation. Gay-rights advocates, still reeling from last year’s passage of a ballot measure banning same-sex marriage in California, say that losing in Maine would further a perception that only judges and politicians embrace same-sex marriage; Iowa, Connecticut, Massachusetts, Vermont and New Hampshire all permit same-sex marriage, but through either legislation or court decisions. And voters in about 30 states have rejected same-sex marriage in constitutional amendments placed on the their ballots.
Traducción aproximada: La campaña ha sido ampliamente seguida en todo el país. Los defensores de los derechos de los homosexuales, todavía dolidos por la prohibición del matrimonio homosexual en California del año pasado, dicen que perder en Maine significaría asentar la percepción de que sólo los jueces y los políticos apoyan los matrimonios del mismo sexo. Iowa, Connecticut, Massachusetts, Vermont and New Hampshire permiten los matrimonios homosexuales, pero por medio de legislación específica o de decisiones judiciales. Y los votantes han rechazado en casi 30 estados ese tipo de matrimonios a la hora de votar las correspondientes enmiendas.
Así es: el matrimonio homsexual ha perdido todos los referendos a los que se ha presentado. Volvió a ocurrir en Maine.
La nueva oportunidad está ahora en Nueva York. El senado tiene que aprobar la ley que ya ha pasado por la otra cámara. Pero parece difícil, pese a que los demócratas tienen mayoría (32-30). De momento, los partidarios estiman que pueden contar con sólo 25 votos.
Qué raro se me hace todo esto visto desde aquí. Como se me hizo raro lo del sábado.
Lo curioso es que lo de EEUU se te haga raro, Paco.
Quizá lo raro es lo de aquí, donde los diputados reconocen que no tienen conciencia. O, mejor dicho, admiten que la disciplina de voto tiene más fuerza que la propia conciencia. (Disculpa la aliteración)