Con mi felicitación a David, que acaba de alcanzar el altísimo título de papá:
«Este domingo se celebra el “Día del Padre” en Estados Unidos, un día doblemente especial para el presidente Barack Obama. Primero, porque es padre de dos niñas (como yo); y segundo, porque su padre lo abandonó cuando él tenía dos años. Quizás por ello tenga una sensibilidad especial para escribir el ensayo que publicará el domingo la revista Parade. Algunos fragmentos del texto ya se han difundido. Al leerlos, se me hace un nudo en la garganta.
“En muchas formas, he comprendido la importancia de la paternidad a través de su ausencia, tanto en mi vida como en las de otros. He comprendido que el hueco que deja un hombre que abandona su responsabilidad con sus hijos no lo puede llenar ningún gobierno. Podemos hacer todo lo posible por proporcionar buenos trabajos y escuelas, y calles seguras a nuestros niños, pero nunca será suficiente para llenar ese agujero”.
“Necesitamos padres que actúen, que se den cuenta de que su labor no termina con la concepción; que lo que te hace hombre no es la capacidad de tener un hijo sino el valor de criarlo”.
“Tenemos que apagar la televisión y empezar a hablar con nuestros hijos, y escucharles, y entender lo que pasa en sus vidas”.
“Hubo muchos días en la campaña que sentía que mi familia estaba a millones de kilómetros, y sabía que me estaba perdiendo momentos de las vidas de mis hijas que nunca volverían. Es una pérdida que nunca terminaré de aceptar”.
“En este día del padre, me acuerdo del día en que volví a casa con Michelle y con Malia recién nacida después de salir del hospital hace casi 11 años, conduciendo lentamente, muy por debajo del límite de velocidad, sintiendo en mis manos el peso del futuro de mi hija. Pienso en la promesa que le hice aquel día: que le daría lo que yo nunca tuve.. que si pudiera ser algo en la vida, sería un buen padre”.
Felicidades, David!!! De todo corazón!!
Del discurso de Obama ¡Qué bien escribe y habla este hombre! Pero aunque tiendo a no creerme la retórica, en este caso se nota que lo siente. También lo felicito. Así que hoy no le mandaré ninguna puya a Obama.
Estoy completamente de acuerdo con la importancia, no sólo de ser padre, sino de ser un buen padre y me alegró mucho leer lo que Obama (si la noticia es cierta)entiende por tal. Estaba Obama en horas bajas para mí y la lectura de este artículo contribuye en buena medida a restablecer el buen crédito que de él tenía.
El problema, Luis, es que Obama no es Martin Luther King, ni Ghandi…su papel es otro. Y siento decirlo, pero se puede ser buena persona y un pésimo político.
Yo no tengo ni idea de estrategia política pero ese detalle de volver depacito en coche desde el hospital hace que todos los que lo hemos vivido sepamos que es verdad lo que dice. Es un detalle tonto, pero en nuestro caso, un viaje de apenas cinco minutos duró diez y casi nos daban ganas de encender las luces, dar los cuatro intermitentes y sacar un pañuelo blanco.
David, ¡muchísimas felicidades! Un abrazo (con cuidadito) para los tres.
(Paco, Eresfea, lo siento por los diminutivos, pero cuando son recién nacidos sí que vale, ¿eh?)
¿Cómo que copiado de? Paco, eso no se hace, así no, diciendo que lo has copiado, porque ¿qué va a hacer el resto de la blogosfera si todos seguimos tus pasos?
En internet hay que fusilar sin miramiento: deberías haber colgado los mismos párrafos que el gran Allendegui, haber cambiado la entradilla, o haber incluido una certera conclusión, y a otra cosa.
Criar a un hijo, qué cosa.
Paco, muchas gracias por el post y por fusilar sin derramar sangre. Eso tiene mucho mérito.
Olé, Paco. Enhorabuena. Lo copio yo también.
Lo entiendo muy bien. Yo creo que soy un poco obsesivo en ese sentido. Siempre me ha preocupado tener reunida a la familia. Los llevaba siempre que podía a los viajes, a las aventuras difíciles, a los trabajos…
Me pasé largas temporadas navegando con mi familia, cuado mi hijo solo era un bebé. siempre recordaremos cuando lo veíamos correr feliz bajo la lluvia del trópico, jugando con otros niños de otras etnias. Después siempre procuré estar a las seis de la tarde en casa y que los abuelos estuvieran cerca, Llenaba la furgoneta de niños – los míos y los de los otros-.buscando amiguitos y llevándolos a lugares propicios para el juego y la relación entre ellos. No entiendo otra cosa más grande que ser padre. Aprender para enseñar, volver a disfrutar de los libros, contar cuentos, tomar la lección, hacer disfraces, vestirlos de hombrecitos o mujercitas, dar protección y compañía.
Todos los días hablamos, incluso cuando no estamos juntos. Cuando nos separamos, gastamos una pasta en teléfono. Todos los días nos besamos, nos abrazamos y aún así, siempre tienes la sensación de quizás todavía podrías hacer mas, sobre todo cuando llega un momento en que hay que empezar a aliviar la presión para que ellos se sientan fuertes y entrenen sus alas. Cuando esto ocurre, empiezas a pensar si le has dado los conocimientos necesarios para navegar en mares procelosos, si dispone de buenos camaradas y de la tripulación adecuada, si navega en una embarcación segura y sobre todo si persigue un objetivo y cuenta con una ruta y unos valores que lo guíen…
Y cuando esto parece que va bien, entonces-dicen-empiezas a preocuparte por los nietos…
Pues a ver si Obama también se da cuenta de que uno es padre desde que se produce la fecundación del óvulo. Su apoyo a los grupos pro-abortistas va justo en contra de este, su redescubierto sentido de paternidad
Muchas gracias. Conduciré más despacio, sin duda.