Otra vez copio de Bienvenidos a la fiesta esta cita de Spaemann:
El único argumento contra el asesinato
«Horkheimer y Adorno escribieron ya que contra el asesinato no existe a fin de cuentas más que un argumento de carácter religioso. ¿Por qué religioso? Porque el argumento se entiende únicamente cuando los hombres descubren algo “sagrado”. Lo sagrado es lo inconmensurable, lo que no se puede fundamentar ni derivar funcionalmente, lo “bueno” entendido como predicado absoluto».
Robert Spaemann. Felicidad y benevolencia (Glück und Wohlwollen, 1989). Madrid: Rialp, 1991; 285 pp.; col. Cuestiones fundamentales; trad., notas y estudio introductorio de José Luis del Barco.
Si, en el fondo es lo único. De todas formas, se piensa que los hombres tienen dignidad en sí mismos. Reconocer la dignidad del ser humano ha sido uno de nuestros grandes logros. Pero es un reconocimiento imperfecto porque no se justifica por qué el hombre tiene dignidad. Digamos que aún estamos e la fase intuitiva (los hombres de fe tienen la suerte de saltarse esa fase).
Personalmente me gusta la declaración de independencia de los yankis: «Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad». Es obvio que en esta frase la dignidad del ser humano se sustenta en el Creador, es decir, en un argumento religioso. Y me parece que esta frase es anterior a Adorno o a Spaeman.