Non, se é que en Galicia hai unha paixón polo motonáutica que…
Prometeo
el 25 febrero 2009 a las 9:06 am
Estos tipos se dedican a una actividad abominable y no me gusta hacer chistes con estas cosas ni ensalzarlos un ápice, pero me imagino lo que debe suponer pilotar estos cacharros y tiene que ser impresionante. Con todas estas toneladas a la velocidad que alcanza esta lancha, parecerá que estas pegando botes sobre hormigón. Algo parecido a un aterrizaje que dura horas en una pista llena de baches. La tensión será enorme y la concentración exigirá un esfuerzo sobre humano. Me sorprende que tengan tiempo para comer, – salvo que paren dejándose atravesados o se mantengan a la capa- porque a gran velocidad, si cometes un pequeño error al pillar la ola, te pones el aparato de sombrero. Ellos se juegan mucho y es comprensible que nadie a cambio de un sueldo arriesgue su vida persiguiendo estos aparatos por mar. Por otra parte, -como dicen los profesionales- cuentan con tantos medios que siempre estarán por delante.
Los que no pilotan las lanchas y no se la juegan, además son los que nunca pillan en las redadas, son los banqueros del asunto que en este caso no parecen tener dificultades para financiar una actividad ilícita al contrario que le ocurre hoy en día a las empresas honradas.
Creo que hay que hacer más para luchar contra el blanqueo de capitales. Los Lulús, (protagonistas del último alijo capturado) cuentan con un restaurante abierto al público donde la gente se va alegremente a hacer bodas. No les importa que cada piedra se levantara sobre el sufrimiento de muchas familias. A los propietarios tampoco les importa perder dinero con la tapadera, porque el objetivo no es ganarlo sino blanquearlo. Los pequeños empresarios que tienen la desgracia de que en su sector se implanta una actividad de blanqueo, acaban cerrando porque no pueden competir. Esta lacra afecta a toda la sociedad, por eso creo que hay que actuar de forma contundente, con el asunto del dinero., Si no pueden blanquear su dinero o llevárselo a paraísos fiscales, dejará de ser interesante. Por fin alguien parece que se atreve a mencionar eso tan obsceno como el secreto bancario, aquí todos tenemos que demostrar de donde nos viene- A Al Capone, solo lo pudieron juzgar por evadir impuestos, pero al final acabó con sus huesos en la cárcel. Tinglados como el de las islas Caimán (tan de moda últimamente) o Gibraltar donde hay cientos de lanchas que se dedican al narcotráfico y cuentas repletas del fruto del robo, del trafico de armas, de la trata de blancas y el narcotráfico, donde esta gente son recibidos con alfombra roja mientras ingresan sacos de dinero, deben desaparecer ya. Esto es como si las cuevas de Ali Baba estuvieran legalizadas y allí acudieran los ladrones de todo el mundo a guardar el fruto de su latrocinio, para volver convertidos en gente honorable.
¡2.100 caballos! ¿Qué estarán planeando?
Pensaba dedicarme al narcotráfico, pero veo que comen pan de molde y productos congelados. No compensa.
Resulta difícil imaginar qué tipo de preguntas…
Estoy contigo Ander, con esos víveres, mejor seguir pedaleando…:)
Non, se é que en Galicia hai unha paixón polo motonáutica que…
Estos tipos se dedican a una actividad abominable y no me gusta hacer chistes con estas cosas ni ensalzarlos un ápice, pero me imagino lo que debe suponer pilotar estos cacharros y tiene que ser impresionante. Con todas estas toneladas a la velocidad que alcanza esta lancha, parecerá que estas pegando botes sobre hormigón. Algo parecido a un aterrizaje que dura horas en una pista llena de baches. La tensión será enorme y la concentración exigirá un esfuerzo sobre humano. Me sorprende que tengan tiempo para comer, – salvo que paren dejándose atravesados o se mantengan a la capa- porque a gran velocidad, si cometes un pequeño error al pillar la ola, te pones el aparato de sombrero. Ellos se juegan mucho y es comprensible que nadie a cambio de un sueldo arriesgue su vida persiguiendo estos aparatos por mar. Por otra parte, -como dicen los profesionales- cuentan con tantos medios que siempre estarán por delante.
Los que no pilotan las lanchas y no se la juegan, además son los que nunca pillan en las redadas, son los banqueros del asunto que en este caso no parecen tener dificultades para financiar una actividad ilícita al contrario que le ocurre hoy en día a las empresas honradas.
Creo que hay que hacer más para luchar contra el blanqueo de capitales. Los Lulús, (protagonistas del último alijo capturado) cuentan con un restaurante abierto al público donde la gente se va alegremente a hacer bodas. No les importa que cada piedra se levantara sobre el sufrimiento de muchas familias. A los propietarios tampoco les importa perder dinero con la tapadera, porque el objetivo no es ganarlo sino blanquearlo. Los pequeños empresarios que tienen la desgracia de que en su sector se implanta una actividad de blanqueo, acaban cerrando porque no pueden competir. Esta lacra afecta a toda la sociedad, por eso creo que hay que actuar de forma contundente, con el asunto del dinero., Si no pueden blanquear su dinero o llevárselo a paraísos fiscales, dejará de ser interesante. Por fin alguien parece que se atreve a mencionar eso tan obsceno como el secreto bancario, aquí todos tenemos que demostrar de donde nos viene- A Al Capone, solo lo pudieron juzgar por evadir impuestos, pero al final acabó con sus huesos en la cárcel. Tinglados como el de las islas Caimán (tan de moda últimamente) o Gibraltar donde hay cientos de lanchas que se dedican al narcotráfico y cuentas repletas del fruto del robo, del trafico de armas, de la trata de blancas y el narcotráfico, donde esta gente son recibidos con alfombra roja mientras ingresan sacos de dinero, deben desaparecer ya. Esto es como si las cuevas de Ali Baba estuvieran legalizadas y allí acudieran los ladrones de todo el mundo a guardar el fruto de su latrocinio, para volver convertidos en gente honorable.
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