De acuerdo con Diego Contreras, de quien copio:
«La canciller alemana Angela Merkel pidió al Vaticano que “aclarara de modo neto que no puede haber ninguna negación” de la Shoah y que debe existir una relación positiva con los hebreos. Desde luego, no hacía falta pedirle al Papa que dijera esto, pues es evidente y ya lo ha dicho incluso en el mismo Auschwitz. Pero, a pesar de todo, lo repitió de nuevo, para eliminar posibles dudas: Benedicto XVI habló claramente sobre ello en la audiencia general del pasado 28 de enero. Entiendo que el peso de la mala conciencia sobre el holocausto se siente particularmente en Alemania, pero llama la atención la arrogancia con la que Merkel se pone a pedir explicaciones… casi una semana después. Sencillamente ridículo.
Eso no quiere decir que no se pueda reflexionar sobre cómo la Santa Sede ha gestionado (mal) el gobierno y la información sobre el caso del levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvrianos. Algunos cardenales, como el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, han manifestado públicamente su disgusto. Se ha notado, en efecto, una cierta falta de coordinación entre las oficinas implicadas y se ha dejado pasar la errónea idea de que el Papa perdona a un obispo negacionista. Ha quedado un poco oscurecido el hecho de que el cisma con los seguidores de Lefebvre continúa abierto y que todavía queda mucho camino por recorrer para la unidad con Roma.
La experiencia demuestra que hay que evitar ingenuidades y andar con pies de plomo. Es sintomático, en este sentido, que la entrevista con Williamson a la televisión sueca se grabara el 1 de noviembre y se emitiera solo el 21 de enero, justo cuando se difundía la noticia del levantamiento de la excomunión. No ha sido una casualidad. En medio de todas estas consideraciones, no cabe sino admirar la generosidad del Papa –exponiéndose en primera persona- en su esfuerzo por sanar esta herida de la Iglesia».
También de acuerdo con el análisis de Ramón Loureiro (ayer en La Voz), pero no consigo enlazarlo.
La de Ratzinger, en este caso, ha sido una torpeza descomunal. Si no estoy equivocado, la entrevista con Williamson se publicó tres días antes de que fuera excomulgado. Lamentable.
De todas formas, habrá que meter el dedo -como ya se ha hecho en este blog- en ese «negacionismo que no osa decir su nombre» y que encuentra un inconfesable placer en acusar a Israel de levantar Auschwitz por aquí, un holocausto por allá y en decir que hacen lo mismo que se les hicieron, que es otra forma de decir que se lo merecían.
Éste el negacionismo de última generación que crece y crece ahora mismo en Europa.
Un saludo
Boas tardes a todos.
Aquí, onde estamos entre amigos, pódolles asegurar -e das mellores fontes- que, en efecto, se xogou coa xenerosidade do Papa.
Houbo quen se aproveitou de que Benedicto XVI, xa nos anos 80 e en aras da unidade da Igrexa, intentara pechar esa ferida. Os que falaron cos lefbvrianos actuaron cunha lixeireza intolerable.
E outra cousa: se non hai contratempos -sobre todo de saúde- é máis que probable que o Papa estea en Santiago durante unhas horas o 25 de xullo do ano que vén.
Sería conveniente que a Xunta de Galicia se sumasen á invitación que fixo o presidente do goberno… do seu mesmo partido.
(Digo eu, vaia…)
(Boas tardes, son Almiral de novo, desculpen que interveña dúas veces seguidas.)
Sinto, amigo ou amiga Juquebox, despois de reler as súas afirmacións, ter que discrepar completamente de vostede.
O Papa non cometeu ningunha torpeza, simplemente porque el non foi o interlocutor nesa negociación.
(Como non foi tampouco o cardeal Levada, a quen tiven a honra de coñecer.)
O que quere o Papa, é manter unida a Igrexa…
Boas tardes a todos. Lamento ter que deixalos, pero é que non dou feito.
En lo poco que sigo al Papa, puedo asegurar que él quiere dejer claro la postura de la Iglesia sobre el genocidio nazi. Desde su visita a Auschwitz creo que sobran comentarios. Quizás la señora Merkel, por lo que comentaba Paco, ha sido tan insistente. No creo que sea arrogancia, sino un trauma que todavía los alemanes no han superado. También es cierto que la Iglesia, históricamente, ha sabido poner una vela a Dios y otra al Diablo. Siempre ha medido mucho sus declaraciones a sabiendas de lo difícil que es comunicar el mensaje de Jesús en determinados momentos. Pio XII fue acusado de colaboracionista con el régimen nazi injustamente, porque si no no hubiese escrito la encíclica «Con viva preocupación». Pero precisamente en lo que la Iglesia suele fallar es que no llega bien su mensaje. (Aunque siempre se puede replicar a esto que una palabra siempre es la mitad de quien la dice y la otra de quien la escucha)
No soy hombre al que le guste la Iglesia, pero a pesar de sus fallos, creo que es una referencia moral que hay que tener en cuenta, (incluso si se es ateo). Es un tema demasiado complejo para juzgar.
Pues esto es de ayer…¡Y DE LA VOZ, NO DE «EL PAIS»!(7/2/2009 Hora:Actualizada a las 17:01 h)
http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2009/02/07/00031234022210529357820.htm
En fin, veo que Ratzinger, o estaba despistado o mal informado (ambas cosas me cuesta creerlas en un hombre de su talla; lo de despistado tiene un pase, pero que no conozca «el género» que «vende…»)