Leo que el futuro Secretario de Educación de Obama, Arne Duncan, propuso crear escuelas públicas para homosexuales y lesbianas. Al intentar confirmar la noticia, encuentro fuentes que apuntan a una mera idea o a que, en realidad, no se trataría de escuelas sólo para homosexuales y lesbianas, sino que estos, simplemente, serían mayoría. Otros añaden también a los transexuales y bisexuales. En cualquier caso, parece que se trata de un invento que quiso aplicar en Chicago —donde dirigía la red de escuelas públicas— más que de un proyecto de la Administración Obama. Consistía en un plan de discriminación positiva para hacerles más fácil la vida a los niños y niñas en esa situación y evitar los malos tratos por parte de sus compañeros.
En España padecemos un fracaso escolar que penaliza muy duramente a los varones: el 48 por ciento de los chicos (casi la mitad, por tanto) frente al 28 por ciento de las chicas. Veinte puntos de diferencica.
Sin embargo, los colegios solo para varones han conseguido rebajar drásticamente el porcentaje de fracasos entre sus alumnos de secundaria y bachillerato. Leo: «Esta experiencia, avalada por tantos centros, podría inspirar la creación de centros públicos solo masculinos como discriminación positiva para combatir el fracaso de los chicos y proteger su peculiar adolescencia». Parece lógico, se apoya en una experiencia contrastada que solicita un número creciente de padres, pero… más bien ocurre lo contrario: las comunidades autónomas gobernadas por la izquierda están retirando los conciertos a los colegios privados masculinos o femeninos. ¿Se lo retirarían a uno como el propuesto por el futuro Secretario de Educación estadounidense? Quizá no, porque admitiría chicos y chicas discriminados por su orientación sexual en lugar de por su sexo. ¿Podrían los gobiernos autónomos negárselo? ¿Querrían?
Menuda idea la del pollo ese amigo de Obama.
Me da que la discriminación, sea del tipo que sea, nunca es positiva.
No voy a hablar de Obama. Le deseo lo mejor y se ha rodeado de los mejores (incluso del Partido Republicano), no como aquí, un atajo de medianías. Obama es “mi jefe”.
Bueno, a lo que iba. Hasta octavo de EGB estudié en los jesuitas sólo con chicos y en BUP entraban las chicas. Era un sistema que se llevaba mucho por aquel entonces. Mi paso por EGB fue muy discreto. Tenía dificultades para relacionarme. En BUP entraban las chicas en una etapa especialmente “peligrosa” como es la pubertad-adolescencia. De hecho reconozco una cosa que sugiere Paco: mi rendimiento decayó. Aprobé todas en junio porque mis padres se pusieron serios conmigo, sobre todo mi tutor, por el que aún hoy siento un gran respeto y charlo cuando me lo encuentro por la calle (Un profesor de historia, marxista de corazón, al menos en aquel tiempo). Las chicas supusieron un terremoto en mi vida. Me descentré, pero al tiempo aprendí a conocer mis límites con el sexo femenino, que aún hoy tengo. Quería ser como el más ligón de la clase y no me comí la primera rosca hasta la treitena. Para mí, el sistema mixto tiene la desventaja del rendimiento, pero no se habla de sus virtudes, como es conocerte a ti mismo, pues las mujeres forman parte natural de la vida. Como anécdota, dos promociones posteriores no tuvieron chicas hasta COU porque no hubo muchas chicas que pidiesen entrar en BUP. Los chicos estaban asilvestrados, burros, carentes de toda sutileza. Sé de amigos que lo pasaron fatal. Me comentaba una profesora que las chicas, durante el bachiller, tienen la fuerza de calmar tempestades y amansar al más bruto. Como digo yo, son barras de grafito en una central nuclear. Ellas (las barras de grafito y las mujeres) hacen que la “central nuclear” no se convierta en una bomba atómica.
Doy gracias por haber tenido chicas en BUP.
Un saludo
Eu pregúntome, Paco, exactamente o mesmo…
Boas tardes a todos
Todos sabemos la respuesta a las preguntas planteadas.
Efectivamente yo creo que la explosión de testosterona que nos desequilibra emocionalmente a los machos humanos en nuestra pubertad, debería ser tratada con mas interés, pues aunque con el tiempo suele curarse en parte, en no pocos casos deja secuelas para toda la vida. Con el desarrollo, la amputación emocional causada por la hormona masculina, al parecer redunda en algunas ventajas (o desventajas depende como se mire) como la “focalización mental” o el menosprecio al ridículo que dicen es la base de la creatividad. El caso es que algo se debería hacer ante este problema específico.
Prometeo, estoy de acuerdo de que la pubertad desestabiliza más a los chicos que a las chicas. Parece ser un hecho comprobado estadísticamente que hay mejor rendimiento en los sistemas que discriminan (una discriminación no tiene porqué ser mala). Para mí cuenta más saber relacionarte con una mujer sin que sea un extraterrestre. Y creo que en eso la ventaja es de los colegios mixtos. De todas formas, estoy de acuerdo con un aserto del artículo: Las administraciones no debieran discriminar el tipo de educación, pues lo que se debe favorecer es la libertad de los padres de llevar a los hijos al colegio que les parezca consecuente con sus criterios morales o de otro tipo. (Otro tema y otra cosa, es que esté a favor de los colegios concertados. Mi opinión es contraria a los mismos. Quien quiera colegios privados, que se los pague. O bien nos cargamos la escuela pública y santaspascuas. Pero quien quiera lujos, que los pague. Conozco muchísimos hijos de millonarios (en euros) que van a colegios concertados. Menuda estafa al Estado)
Me parece que es difícil, en la práctica, defender la libertad de los padres para elegir centro educativo y, al mismo tiempo, estar en contra de los colegios privados. En cuanto a las relaciones entre chicos y chicas, no sé Javier, como si los chicos que van a colegios solo de chicos o las chicas que van a colegios de chicas no tuvieran otra vida que la del colegio. También tienen hermanos, hermanas, primos, primas, novios, novias, fines de semana, vacaciones, ligues, juergas variadas, botellón y actividades lúdicas de todo tipo en las que las relaciones entre sexos son habituales. Porque una cosa es que el colegio sea importante y otra que no haya vida más allá del colegio.
En cuanto a lo de los colegios privados me parece bien lo que dices. Yo elijo un colegio privado pero que el Estado me descuente la parte destinada a la educación pública de mis impuestos. ¿Hacemos eso?
No me voy a liar mucho y voy a trazar tres ideas para que pienses un poco:
1) No estoy en contra de los colegios privados, como no lo estoy de que alguien monte cualquier negocio.
2)Estoy a favor de que el Estado proporcione a los ciudadanos la posibilidad de elegir ofertas educativas diferentes. ¿Nos cargamos la enseñanza pública y vamos a por el cheque escolar? Es una posibilidad. Lo dejo ahí.
3)Cuando un niño es muy niño, se pasa la mayor parte del tiempo en el colegio. Puedes defender la postura que quieras. Por mi experiencia es mejor el modelo mixto (y tuve ambos). Cuando las chicas llegaron a Santa María del Mar, en BUP, me parecían «seres de otro planeta». Sólo conocía, a mi hermana, y a sus amigas.
El tercer punto es muy personal y cada cual opina lo que crea conveniente. No entro discusiones, pero los dos primeros me preocupan mucho.
Un saludo