La Voz de Galicia

A propósito de Pennac y el mal de escuela (2)

Bastantes años atrás me hicieron intervenir repetidamente en un curso que impartía mi universidad para profesores jóvenes. Era sólo una sesión de dos horas sobre asesoramiento de alumnos. No sabía qué decirles –yo era joven también– y les contaba historias que me parecían ilustrativas de cómo son los estudiantes, cómo los profesores y cómo deben relacionarse.
Pero en el fondo, querían algo más teórico o más práctico. Querían un método, sobre todo los que procedían de Pedagogía. Llegado ese momento, ya me atrevía a pronunciar la única abstracción de la que estaba realmente seguro, pero que callaba al principio por miedo a parecer cursi: “Se trata de quererles mucho, y de volver todos los días a casa con las manos en los bolsillos, silbando”.
Obviamente, como tantas veces, no hablaba de lo que yo hacía, sino de cómo pensaba que deberían ser las cosas. Además, no me gusta silbar.
Hubiera … Seguir leyendo

A propósito de Pennac y el mal de escuela

Leí por primera vez a Daniel Pennac hace años, a raíz de la publicación de su libro Como una novela, que luego recomendé mucho. Sin embargo, me ha costado animarme a leer Mal de escuela.

Lo hice, finalmente, con un gozo progresivo que terminó casi en turbación. Pennac habla de la crisis de la escuela actual como se debe hablar: sin dogmatismos ni exageraciones alarmistas, haciendo vivir los problemas a base de historias. Todo resumen, por tanto, traiciona lo que dice.

Advertido esto, pienso que Pennac está convencido de que el problema de la escuela somos los profesores. No todos los profesores, sino aquellos que piensan que enseñar es una tarea técnica como otra cualquiera. Y no. Enseñar es una pelea portentosa, descomunal.

Al final, viene a decir, a una chica o a un chico los saca adelante un profesor o una profesora que están dispuestos a meterse … Seguir leyendo

¡Más látex!

Como todos los diciembres, andamos muy escandalizados con el brutal aumento, un año más, del aborto en España: 112.138, un 10,4% por encima del año anterior. A nadie le parece bien, pese a que no hemos alcanzado siquiera las cifras de abortos que, supuestamente, se producían en España hace casi 30 años, y que se invocaron como argumento para pedir la actual ley. Pero este asunto, como el fútbol, parece cosa ajena a la razón, así que da igual. Miro y remiro los datos facilitados por el Ministerio. O no tiene o no da los referentes a la nacionalidad de las que abortaron. Sin embargo anuncia que la inmensa mayoría son inmigrantes. Quizá sean extranjeras, porque nos hemos convertido en un destino preferente del turismo abortista, pero extranjero no es lo mismo que inmigrante.
Se insiste también en el incremento del aborto entre las menores de 20 años. En efecto, … Seguir leyendo