Acabo de escuchar a unas personas lamentarse de lo arriesgado que resulta decir la verdad en público. Puedes, con prudencia, comentar alguna cosa en ámbitos privados, de modo que no se difunda. Quien osa decir la verdad, si no parece simpática, fácil y por supuesto gratuita, pierde las elecciones si es político, la cátedra si es profesor y el buen nombre y la fama en cualquier caso. Porque en cuanto alguien se atreve a formular en voz alta una verdad incómoda se produce lo que uno de los contertulios llamó «el efecto jauría»: será devorado por los perros, le atacarán por papel, web y aire, tendrá que vivir el resto de sus días como un apestado, fuera de los confines de la vida social.
De este peligro ya nos advirtió Alexis de Tocqueville hace un siglo. O Chesterton más tarde, cuando dijo que llegaría un momento terrible en que la verdad sería tenida como error, algo de una malignidad diabólica, infinitamente más perverso que su contrario: que el error sea tenido como verdad. Puede parecer que ambas frases significan lo mismo, pero no. Cabe confundir un burro con un caballo, pero decir que el caballo debería ser un burro y que, de hecho, lo es, le pese a quien le pese, incluida la realidad misma, daría la razón a Chesterton: implicaría llamarle error a la verdad.
Desgraciadamente, los ejemplos se multiplican. Podemos hablar de temas científicos —embriones híbridos, células madre—, políticos —crisis económica—, deportivos —la deuda incomprensible de los clubes de fútbol—, sociales —el aborto entendido como conquista— y un sinfín de otros asuntos que componen una sinfonía del horror. No sólo por la fealdad intelectual del dislate, sino también por ese otro pánico que produce la jauría complacida y opulenta cuando ve peligrar la pitanza. Peor será cuando se acabe la buena vida, empiecen a sentir hambre y mala suerte, y a devorarse entre ellos. ¿Ellos?
Tu articulo va por la línea de dos anteriores y se puede resumir en una frase que da título a un libro muy conocido:»El miedo a la libertad», de Erik Fromm. Mientras el hombre prefiera ser un adolescente perpetuo a un adulto, otros más listos se harán cargo de «gestionar la libertad» de otros. Me hablaba ayer un amigo mío de Leo Strauss, un anti-liberal, y un partidario de una oligarquía que gobernase el destino de la gente. (me hace gracia que a los anti-liberales como Strauss se les llame neo-liberales o neocom. Que mal vamos mientras no llamemos a las cosas por su nombre, pero tampoco olvidemos que esto es tan antiguo como la humanidad (casi)
Na minha opinião a «verdade» está baseada em crenças, e polo tanto é relativa. Agora bem, cousa diferente da verdade é a evidencia, e evidentemente um burro não é um cabalo e um cabalo não é um burro.
Se a «verdade» não é «evidente» então é discutível. Negar o que alguém tem por verdade incentiva o debate, a discussão e o intercâmbio de ideas, mas nada de isto pode suceder quando o que se nega é a evidencia.
Y eso… ¿no era el despotismo ilustrado?
Sueño alguna vez que visto Federica con filigrana de oro y lazo negro, recogiendo mi coleta blanca como un señor del siglo XVIII.
Señor Don Joao se persona un“cavaleiro amador”, enseñadme los requiebros precisos para un lance memorable. Decidme como he de hacer para elevarme, curvarme y enamorarlos con un “violín” que arranque al vulgo un clamor de gloria. Las picas y la sangre enardecerán sus cantares y embotarán su propio dolor. Yo era igual que ellos Don Joao pero ya no quiero serlo y espero que gracias al arte de la Mirialva y a mi traje de seda fina, llegar a ser sois vos.
Pensé que erais un dios, os seguía a todas partes, vuestra puntilla y los plumones del tricornio siempre impolutos como un ave posada en vos por designio celestial. Un día, maldita sea la hora, pude ver vuestra seda manchada y como una imagen del averno emergió la causa de aquella tela mancillada. Comíais, os embriagabais, teníais miedo, erais humano en fin. En ese momento comprendí quien era el verdadero burlado, me “enamoré” de la nobleza de los animales y descubrí lo simple que había sido.
A mí realmente lo que me da cierto repelús son aquellos que consideran, ya sea a gritos o por lo bajini, que su íntima o arbitraria verdad debería de ser también LA VERDAD de los demás.
Ese afán de colonizar al otro moralmente y someterlo a sus preceptos sin posibilidad o margen para la discrepancia.
En toda sociedad existen consensos sobre determinadas conductas, valores y comportamientos que son los que permiten cierta habitabilidad y orden social, pero existen otros muchos temas( células madre, divorcio, aborto…) que son susceptibles de discrepancias, matices y posicionamientos varios y que así se refleja estadísticamente en la polarización de la población en uno u otro margen de la mediana.
O sea, que no juguemos a la demagogia de manual de escolar y al paralelismo churrigueresco, pues nada tiene que ver un debate sobre lo que es un burro o un caballo con la disparidad de criterios que es posible encontrar entre partidarios y detractores de la investigación con células madre o el tema del divorcio, por ejemplo.
¿ Cuánto pesa tu verdad y cuánto la mía, Paco?
¿ Con qué instrumento empírico( comprenderas que otro no me sirve, pues yo también tengo los míos)puedes medir la distancia con que alguien se desvía de LA VERDAD?
Suponiendo que consideres que LA VERDAD es una ciencia exacta que vale tanto para marcar churras como merinas, claro.
Saludos de Luis, maestro horchatero.
Post scriptum: ¿ Por qué será que esa gran y pura LA VERDAD PARA TODOS coincide siempre con nuestro doctrinario íntimo y personal de pequeñas verdades?
Misterios insondables del alma humana.
Si de algo ha servido la inoculación de ciertas dosis de relativismo en la praxis intelectual y social es para abrir algunas grietas en las paredes estancas del reino pre-moderno del dogma( ese de mi verdad=LA VERDAD), y para así incomodar un poco más a los que nunca se habitúan a reconocer cierta coherencia en los planteamientos de los demás, aunque sean antagónicos a los de uno mismo.
Lo malo es que se han creado una especie nueva: las víctimas de LA VERDAD. Aquellos políticos que pierden elecciones en democracia pero sólo ellos poseían LA VERDAD; esos catedráticos que no dicen LA VERDAD a riesgo de perder sus cátedras… y así, todos, gracias al parapeto del «riesgo a decir LA VERDAD», nos vamos dando largas a nosotros mismos y nos lo pasamos de rechupete en nuestro papelito de héroes de LA VERDAD en medio de una sociedad siniestra y torticera que solamente adora y venera LA MENTIRA.
Somos los «héroes» versus la «jauría»… y es que la gozamos de mala manera en nuestro papel hollywoodense de mártires, sometidos al digno destierro de todos aquellos que no piensan como nosotros.
Yo, Luis, también soy lo más.
Como tú mismo.
Justamente hoy hablaba de eso mientas comía con una amiga y nuestras hijas… ¿por qué debemos aguantarnos las ganas de decirle a alguien que es un borde o un mal educado o lo que sea, si es verdad, al menos nuestra verdad?… eso sí, siempre con educación y elegancia.
creo que sufriríamos menos.
bicos,
Aldabra
Luís, LA VERDAD, como escribes, no existe. Deecimos que algo es CIERTO (no VERDAD) cuando PARTIENDO DE UN AXIOMA concluimos con una cadena de razonamientos. Si estos son correctos (es decir, se ajustan a las normas de la lógica, que también, a su vez, tiene axiomas), llegamos a una conclusión CIERTA. Tu verdad, la mía y la de Paco «pesan» lo que pese nuestro «algoritmo». Y eso es medible. Cuando en una discusión con alguien con quien mantengo una discusión, pone en evidencia bien una parte del razonamiento (pone en duda la «calidad de mi algoritmo») o bien demuestra que parto de un supuesto (un hecho) falso, pues no tengo más remedio que recular, por honestidad intelectual. Otra cosa es que a lo mejor yo no tenga datos (hechos, comparables, medibles) con lo que contrarrestar su argumento. Pero me temo que me estoy enrollando y las discusiones normalmente son más prosaicas y todo acaba en «por mis lentejas. Y si dices la verdad, las pones en peligro».
No sé si me he explicado.
Un saludo
Para Javier:
a) Hablo de LA VERDAD porque en el texto de Paco se utiliza este esquivo y discutible concepto en términos maniqueístas( los fabulosos poseedores de esa GRAN VERDAD incómoda que nadie osa nombrar versus la «jauría» que los apedrea y defiende el credo de la mentira)y absolutos. Se le resta complejidad a la discrepancia y a sus infinitos matices mediante el mecanismo simplista de tildar a unos de detentadores de LA VERDAD y a otros de jauría sostenedora de la mentira.
Si existe esa LA VERDAD unívoca que Paco defiende se acaba el debate antes de comenzarlo, pues no hay nada de que hablar frente al dogma inamovible de los que creen que su verdad es LA VERDAD.
Yo, por ejemplo, que no estoy en contra de la investigación con células madre ni del aborto seré categorizado, por esa regla de dos, como miembro de la «jauría lapidadora» que atacará por papel, web y aire al portador de esa LA VERDAD que podría ser Paco.
Por el mero acto de discrepar seré «un perro que vaya ladrando mi rencor por las esquinas».
Ese viejo mantra víctimista de » representamos LA VERDAD y por ello somos víctimas de la incomprensión de los demás» está ya demasiado quemado y convierte a los demás en verdugos y articuladores de un complot que no existe más que en la medida en la que las supuestas «víctimas» lo necesitan para apuntalar sus teorías y exculpaciones, siempre por oposición a la jauría.
b) Dos posiciones antagónicas pueden estar ajustadas a las normas de la lógica y llegar ambas a un fin coherente con el medio discursivo utilizado y no por ello deberían ser calificadas ambas como ciertas o no ciertas.
Pueden contener entre ambas los códigos que permitan hallar la solución a un problema determinado o no.
Por otra parte, la «calidad de tu algoritmo» no te tiene porque llevar a LA VERDAD ni a la FALSEDAD; puede ser simplemente el resultado de determinados recursos semánticos, dialécticos, intelectuales, más desarrollados que el de tu oponente y que te lleven a considerar que tu articulación racional es más coherente que la del contrario y por ello debería de estar más cerca de LA VERDAD.
Y esto es muy discutible. Por ejemplo:
Una discusión entre un filósofo de vasta cultura y un campesino iletrado en el que el primero defiende mediante un desarrollo racional ejemplar, complejo, adaptado a las normas de la lógica, una concepción elitista del sistema electoral actual en la que solamente deberían de poder ejercer el derecho al voto los que ostentan un coeficiente intelectual de 100 puntos para arriba.
Este discurso hipotético podría tener un soporte intelectual interesantísimo y una altísima calidad en términos de algoritmo.
El discurso del campesino, en cambio, defiende el concepto de democracia universal tal y como nosotros lo conocemos pero tiene un pobre desarrollo lógico, intelectual y no sabe llevarlo a buen puerto.
El filósofo de vasta cultura sale ufano de su victoria y pensando que está mucho más cerca de LA VERDAD que antes, pues su algoritmo-razonamiento ha sido muy superior pero… ¿ quién se ha acercado más a ese contenedor conceptual que es LA VERDAD o la FALSEDAD?¿ cómo se mide aquí esa calidad de lo CIERTO?( supongo que este es el ejemplo que ilustra el hecho al que te referías de no poseer datos)
Bueno, ya me he enrollado, pero te doy la razón en que al final todo es mucho más prosaico y las cosas se resuelven sin esas categorizaciones maximalistas y victimistas de pensar que los que no piensan como nosotros son una jauría que busca nuestro cuello.
Saludos de Luis.
Sin entrar en el debate de cual es la verdad, lo cierto es que la corriente que es difundida, se convierte en axioma. Colaboran a ello los intelectuales que con sofisticados discursos, no manifiestan más que su “instinto de dominación”, el mero interés por ganar y sojuzgar a los otros. Son cómplices de otros elementos sociales y culturales que contribuyen a la debilidad del hombre moderno: la negación de la vida y la moral bajo la imposición de una única visión del mundo basada en la posesión del copyright científico. Esa misma ciencia que nos ha dado una “vida artificial” pero no nos ha hecho distintos a lo que éramos en la edad de piedra.
La creencia única se impone sobre la “verdad” de lo natural que es nuestro territorio en el sentido animal. La dictadura del espíritu de los dadaístas se proponía “educar” a los individuos, no imponiendo conocimientos o métodos, sino liberándolos de ellos. La imposición de lo “políticamente correcto” nos obliga a usar un “territorio” que no es el nuestro. El territorio como en el caso de los animales son los sonidos que emitimos y escuchamos y los lugares que ocupamos o donde nos expresamos. Nuestro territorio como en el caso de los pájaros, abarca el espacio que cubren nuestros trinos. Obligados a abandonar nuestro territorio y apartarnos de lo “natural”, nos comportamos como refugiados en un espacio al que no pertenecemos.
El traje a la federica representa el boato. Es la capa de armiño que simboliza la nobleza o la hidalguía. Es la nobleza formal. Una verdad acatada que se convierte en marchamo del estatus. Ejerce su dominio sobre un territorio abstracto. La nobleza animal en el sentido nitcheano se basa en un territorio tangible que ocupan ciertas ideas, ciertas palabras, ciertos gestos, ciertas imágenes y sonidos que se repiten, o realmente o mentalmente, y que constituyen, de alguna manera, el punto de partida de nuestra existencia
Creo que muchos errores del pensamiento humano provienen del olvido de esa territorialidad inherente al pensamiento. El pensamiento moderno se ha desarrollado excesivamente en el espacio abstracto, olvidándose del territorio. Me parece que ya es hora, cuando estamos tocando el fondo de la modernidad, de volver a nuestro territorio.
Igual tampoco es necesario ir tan lejos y poner tantas mayúsculas en la verdad. Lo cierto es que aunque no sean verdades absolutas, cualquier verdad diferente de la estandarizada será víctima de la jauría. Existe una verdad estándar, socialmente aceptada y existen verdades mal vistas. Verdades «que tocan» y verdades que no conviene decir. Y esto es incluso independiente de que sean burros o caballos… Incluso si son mulas… El traje nuevo del emperador… recordáis?
La modernidad ha desbordado el viejo territorio del dogma.
El hombre moderno tiene la posibilidad de cuestionárselo casi todo, la ciencia, la política o la religión, y esto es una, lo queramos o no, de las prerrogativas de la llamada modernidad.
Le hemos añadido un importante plus de complejidad extra al animal que somos.
Yo renuncio a esa supuesta potestad que nos otorga la modernidad. La ambigua modernidad actual, la trató sobradamente Eduardo Subirats. Incluso el mismo sufrió la exclusión social por su posición crítica. Cayeron sus reflexiones en el vacío del contexto intelectual español. Su ejemplo representa el drama, donde la conciencia crítica y autónoma del intelectual busca la verdad a pesar del rechazo que suscita en la escena pública.. La consigna de la modernidad en lo que aparenta la ruptura con lo viejo o caduco ha resultado demoledora en las corrientes artísticas e intelectuales. Podría usar el principio también nitcheano de la acción y la reacción, para explicar la falta de libertad al tener que actuar en contra de, sin pararse a ver de nuevo, o de otra manera, pero sin negar lo viejo, lo que ya estaba ahí antes y por eso forma – formamos parte de ese territorio que conforma nuestra verdadera naturaleza. Por desgracia, la ambigua modernidad actual no es más que una mascara de los avecindados en el convencionalismo y los que temen hablar o decir la verdad, intentan escapar de la marginalidad sin darse cuenta que aquella se desvela como una condición necesaria para ejercer la actitud critica.
Luis, en el momento en que calificas a la verdad como concepto «esquivo y discutible» se acabó la discusión, no hay posibilidad de conocimiento, todo es relativo y por lo tanto, lo único que nos queda sería el consenso. Sin embargo, la realidad es objetiva y por lo tanto una proposición será más o menos verdadera conforme más cerca o lejos esté de esa realidad. Vamos, la clásica definición de verdad como «adecuación de la inteligencia a la realidad». No se trata de que uno tenga una visión «maniqueista» de la verdad sino de que por un puro principio de no contradicción, una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. Hay realidades objetivamente malas y objetivamente buenas, entendiendo por bueno y malo aquello que conforme (o disconforme) con la propia naturaleza del hombre. Hay cosas que hacen a los hombres mejores hombres y cosas que nos hacen peores. La clave radica en saber en qué consiste la naturaleza del hombre, en responder con honestidad a la pregunta del millón de dólares sobre qué es el hombre. Porque resulta que sabemos fabricar dos millones diferentes de tornillos pero alguno siguen sin saber responder a esa pregunta.
Yendo a la concreto y trayendo a colación uno de tus ejemplos, el aborto es una realidad objetivamente mala porque supone la eliminación de un ser vivo humano, hecho que está demostrado científicamente (si te interesa te paso la relación de artículos científicos donde se demuestra, aunque tampoco hace falta ser un Nobel para percatarse de esto). Si uno parte del hecho de que practicar o inducir al homicidio no le hace a uno mejor persona y que la calidad de una sociedad se mide, entre otras cosas, por defender a sus miembros más indefensos, entonces habrá que concluir que el aborto es malo. Sin embargo, decir esto en público te convierte hoy en día en diana de adjetivos como maniqueista, dogmático, retrógrado, conservador… Y no se trata de ir de martir de la causa ni de adoptar posturas victimistas – y por lo tanto de convertir «al otro lado» en verdugo. Se trata de reconocer que el bien y el mal existen, aunque reconocerlos exige esfuerzo y proclamarlos, en ocasiones, incomode. Sobre todo a la jauría 😉
Quería preguntarle a Verme Guilherme si la evidencia es verdad.
Por otro lado me gustaría preguntarle a Luis qué grado de relativismo considera aceptable y por qué. Además, también quería preguntarle si la verdad de las cosas viene fijada por el consenso o si considera que el consenso es una especie de verdad incompleta o si considera que el consenso no es nada, simplemente algo determinado por las circunstancias sociales, políticas, etc., de un tiempo y de una sociedad determinada.
A mi eso del relativismo me suena a la rendición de la inteligencia. Es el camino más fácil y más cómodo. Y, sobre todo, es el camino de la supremacia del hombre sobre todo.
El comentario de Alfonso sobre la pregunta del millón me ha hecho pensar en una conversación que tuve hace poco con un señor que estudia el comportamiento humano comparado con el comportamiento animal. Este señor, cuyo nombre se me ha escapado de momento, me dijo que hasta el acto más insólito que podamos observar en un animal es un acto realizado por instinto. El animal no lo hace en caso de. Mientras que el hombre tiene, efectivamente, la capacidad de conciencia y de pensar en las consecuencias.
Con respecto al “efecto jauría”. El asunto está en reconocer dónde se ha empleado. Los vocablos se han usado cómo armas manipuladoras de la verdad, y si no sabemos diferenciarlos, nos seguiremos alimentando de realidades relativas.
Por partes, como los cirujanos.
Para Prometeo:
a) Una de las corrientes actuales dentro de la modernidad es la de la tradición del tradicionalismo crítico, que desde una perspectiva analítica y escéptica, está tratando de incorporar las funciones benéficas del pasado, de la tradición, junto a las del presente, cuestionándose las disfunciones tanto del tradicionalismo ciego como del anti-tradicionalismo.
Esto supone un enriquecimiento evidente de la percepción crítica de la realidad, que revisita e incorpora planteamientos tradicionales a la realidad presente en multitud de disciplinas( sociología, filosofía, arte…)
Hay una suerte de retroalimentación entre lo tradicional y lo moderno que está dando lugar( entre múltiples factores) a lo que algunos ya llaman postmodernidad o modernidad tardía.
b) Ese desencantamiento con la modernidad no es nada nuevo y tiene ya ilustres e inveterados representantes como Marx, Fromm, Marcuse o Durkheim. Esta tradición crítica de la modernidad( alienación, ambigüedad, pérdida del sentido de comunidad, impersonalismo, etc) ha contribuido a enriquecer el debate sobre sus funciones y disfunciones y puesto las bases para la superación de este proceso que nos arrastra desde, por lo menos, el siglo XVII.
Cuestionarse la fe generalizada en la tecnología, la razón, ciencia o estado es siempre una labor que contribuye a la complejidad benéfica del presente y añade multitud de matices a los posicionamientos maniqueos de modernidad sí vs modernidad no.
Hay que incidir siempre en las disfunciones de los procesos para engrasar los sistemas o los mecanismos se oxidan.
Saludos de Luis.
Paco, este corrige algún defecto
Uff!! Intereantísimas todas las entradas. ¡A por el récord de «Polígamos»! En serio, es un tema apasionante, que me obliga a reflexionar cada respuesta. En estos temas no hay «vísceras» que valgan. Iré de manera esquemática respondiendo a cada uno, para no perderme.
A Luís: Para mí tampoco existe la gran verdad Dos personas pueden tener argumentaciones impecables y llegar a conclusiones distintas. Ninguna ha de ser necesariamente cierta (o lo son ambas). Normalmente partimos de axiomas y como tales son indiscutibles. ¿Qué ocurre entre la discusión entre un ateo y un creyente? Pues que ambos tienen razón (en el sentido que yo expuse) pero a lo mejor la verdad no existe porque en ese contexto es indefinible.
A Alfonso: Dices que «en el momento en que calificas a la verdad como concepto “esquivo y discutible” se acabó la discusión, no hay posibilidad de conocimiento, todo es relativo y por lo tanto, lo único que nos queda sería el consenso» Exacto, pero yo le doy la vuelta, pues sin consensos es imposible discutir. No se acaba, sino que se hace posible la discusión. Por ejemplo es el criterio que se utiliza en la ciencia. Se adoptan consensos en cuanto a términos, notaciones y metodología. No existe el absoluto de la verdad Pero bajando más a la tierra, creo también que existen hechos objetivamene malos y normalmente tienen que ver con el asesinato o la destrucción de vida. Otra cosa es lo que la gente entienda por ser humano. Que un embrión de dos semanas sea vida independiente, es un hecho ya contestado por cientos de artículos, pero ¿Es un ser humano? ¿O lo es sólo potencialmente y lo que se pena es abortado un desarrollo pleno? ¿O cuándo comienza el feto a tener conciencia? ¿cabe llamar asesinato a la vida potencial o a la vida con conciencia? Estas preguntas tendrán respuestas variadas y dependiendo en dónde pongamos el acento, llegamos a una u otra conclusión. La verdad como «brújula», desde mi punto de vista, no existe. Lo que es distnto es «la jauría», que por lo que entiendo del artículo de Paco no es más que las respuestas irreflexivas y viscerales que no han psado por el tamiz de la reflexión honda y serena, no como dice Luís,«los fabulosos poseedores de esa GRAN VERDAD incómoda que nadie osa nombrar versus la “jauría” que los apedrea y defiende el credo de la mentira».
A Prometeo: creo que no escuestión de potestad de nadie cuestionarse todo. El dogma puede ser bueno mientras nos perdemos con disquisiciones metalinguísticas. En todo caso siempre está la pregunta ¿Quien impone el dogma?
A Towanda: Creo que vienes a dar una pincelada de originalidad cuando dices eso de Verdades “que tocan, ya que entras en el terreno de la conciencia. Muchas personas que arrebaten fuertemente contra un argumento es porque en el fondo se sienten interpeladas. Somos hijos de una misma cultura y muchas veces es difícil pelear contra valores cristianos aunue luego reneguemos de ellos.
A Luís: no estoy de acuerdo que el relativismo sea rendición de nada. Para mí la rendición consiste en cambiar las reglas del juego según nuestro interés. El resto forma parte del discurso dialéctico.
A Jeannie:No estoy de acuerdo en la afirmación que te hizo ese señor. En los chimpancés, por ejemplo, se han encontrado rasgos de racionalidad, aunque sea incipiente. Que sea cierto para el 99% de los animales, es una cuestión de evolución y de lenguaje.
Bueno, que me lío. Espero no haberos aburrido.
Un saludo.
Para Alfonso:
a) Nuestra discrepancia sobre el objeto de la verdad como algo «discutible y esquivo» solamente nos define a ambos: tú eres un objetivista ( » la realidad es objetiva») y yo una especie de subjetivista ( la verdad también tiene que ver con condiciones y contextos específicos)
Nada más.
Tú dices que puedes distinguir claramente y siempre entre realidades objetivamente buenas y realidades objetivamente malas o entre cosas que nos hacen mejores o peores.
Yo no. Creo que existen ciertas realidades intermedias e interpretables contextualmente más allá de esa dicotomía bueno-malo, calor-frío.
Por ejemplo, ¿cómo se pueden objetivar taxativamente, bueno-malo, realidades como la homosexualidad, la investigación con células madre, la eutanasia pasiva? ¿Ser homosexual es algo intrínsecamente bueno o malo? ¿ Nos hace mejores o peores?
¿ La eutanasia pasiva convierte a un médico en un asesino (realidad mala) o en un filántropo (realidad buena)? ¿ Lo hace mejor o peor persona?
Creo que en cuestiones como éstas la dicotomía bueno-malo o mejores-peores se queda muy corta y esa objetividad perfecta de la realidad de la que estás tan seguro no basta.
b) Yo juego con tus mismas cartas y es muy fácil: yo no estoy en contra del aborto (siempre dentro de una estricta ley de plazos) y decir esto en público en según qué contextos también me supone que me tilden de retroprogre, cómplice,matabebés, asesino…
O sea, que también soy otra víctima de esos que se incomodan con mis palabras. De esa «jauría» que distingue perfectamente las realidades objetivamente buenas y las realidades objetivamente malas.
Ya ves que el drama del martirio se reparte en ambos frentes y hay caretas de verdugo para todos.
Saludos de Luis.
Hombre Luís, normalmente las cosas intrínsecamente malas las reconocemos todos: La violación, el asesinato, la tortura. Son cosas que van claramentee contra la vida y su desarrollo. El tema del aborto es peliagudo, porque hablamos de una vida independiente pero no formada del todo como persona (incluso dentro del desarrollo embrionario hay diferencias muy grandes aunque siempre nos queda la duda…¿Cuándo comienza a sufrir?) Pero reconozco en Luís el valor de declarar que no está en contra del aborto, cuando a tal afirmación le ha llevado un juicio sosegado y hondo. Entonces no temas, tú nunca serás «jauría» ni lo seremos para ti.
Para mí, la realidad nunca es objetiva ya que nuestros pre-juicios (educación, cultura, entorno social) nos encaminan por uno u otro lado. Por eso es tan importante los consensos, para establecer un marco (unos códigos) en el cual sepamos el valor que le damos a cada palabra. Tener unas reglas de análisis comunes ayuda a llegar a conclusiones que podamos considerar válidas. En este contexto, es tan importante el subjetivismo como las reglas de juego. Estas últimas sn las que evitan que seamos una «jauría»
Me alegra mucho que hayas vuelto, Luis. Te echaba de menos, aunque te cueste creerlo. Lo malo es que con todo este lío no sé ni por dónde empezar.
Estoy con Verme en que si no se acepta lo evidente, de lo demás, como en el chiste, ya ni hablamos. Y también con el concepto de verdad que maneja Alfonso, y me parece que tanto a él como a mí nos molestaría bastante ser tildados de «objetivistas», que es otra cosa.
Sobre lo que dice Luis, me parece que solo me da tiempo ahora a dos consideraciones. La primera (por enredar) es que pensaba que no iba a aprobar su comentario inicial y, cuando lo vio en página, decidió escribir el segundo 🙂 Quizá no, quizá se fijó de repente en la última palabra de la columna y cayó en la cuenta de que no me distanciaba de la jauría.
La segunda: puse esos ejemplos concretos -se me ocurren muchos más: la discusión en torno al número de hijos, por ejemplo-, porque me parecían debates caducados. Pero ya se ve que sólo el de la crisis y el del fútbol lo están en este foro.
Células madre: ya no hay debate en la comunidad científica. Ya no quedan equipos de trabajo experimentando con células madre embrionarias. Por dos razones: no han funcionado, ni un sólo resultado positivo (frente a los muchos de las células madre adultas) y, además, se ha desarrollado una técnica que hace innecesario matar embriones. Asunto resuelto. Hasta Bernat Soria lo ha dejado para hacerse con un ministerio. Lo que falta es que se pida perdón a todos los científicos estigmatizados en el proceso y, sobre todo, a los pacientes a los que se prometió el oro y el moro.
Aborto: hasta El País se escandalizó de las últimas cifras de abortos. Y eso que no suman ni la mitad de los 200.000 supuestos abortos ilegales que sirvieron para justificar en su día la aprobación de la ley. La comunidad científica ya reconoce los trastornos físicos y psíquicos que produce en las mujeres (un informe rigurosísimo de hace quince años penó de revista científica en revista científica sin que nadie se atreviera a publicarlo). En Gran Bretaña acaban de debatir en el Parlamento un acortamiento de los plazos (no salió, pero nadie se plantea lo contrario y, sobre todo: votaron a favor del acortamiento cuatro ministros y muchos otros laboristas, y en contra el jefe de los conservadores. En fin… inimaginable en esta política de trincheras que nos gastamos aquí). Y por último, en la sociedad: ya nadie defiende que es una cosa bonita, ni los que le llaman «derecho».
A ver si luego saco otro rato.
Ah, por cierto, con lo de perder elecciones no me refería a Rajoy, sino a Zapatero: no quiso reconocer la crisis por miedo a perderlas, y sigue sin reconocerla por no ponerse en evidencia.
Para Mikel:
a) El relativismo sólo es un instrumento cognitivo, racional, para poder desactivar desde dentro el mecanismo de determinados planteamientos considerados en términos absolutos, radicalmente objetivos y aplicables individual y universalmente sin tener en cuenta el factor subjetividad.
Es la sublimación de la heterodoxia y de la duda, por eso los Popes de las religiones de masas lo llevan tan mal y lo consideran un adversario a temer, pues cuestionan tanto la ortodoxia como la ciega certidumbre, o sea, los nutrientes básicos de cualquier organización religiosa.
Para mí es aceptable mientras sirva de acicate intelectual, contribuya a construir mentalidades más tolerantes y flexibles, genere debate, nuevos paradigmas y combata la ortodoxia y la tiranía de la objetividad radical y los dogmas consumados.
Abrir grietas en el viejo cascarón de las verdades absolutas y contribuir al cambio social y a dinamizar todos los sistemas sociales.
b) El consenso en determinadas cuestiones en sociedad es vital. No se puede vivir en comunidad sin cierto acuerdo tácito en leyes, costumbres, moral, creencias… aunque siempre con un margen de reacción para ser redefinido, completado o superado.
Por ejemplo, durante demasiados años existió un consenso social sobre las benéficas ,y entonces nada amorales, virtudes y funciones de la esclavitud. Es evidente que este consenso social era producto de determinadas circunstancias económicas y percepciones morales y éticas coyunturales, pero al final fue superado.
Grandes filósofos y pensadores legitimaron la esclavitud en su momento.
Sólo hasta que la esclavitud dejó de cumplir una función vital para el desarrollo económico de esas naciones, junto con los discrepantes que cuestionaban las certezas de ese consenso social, se produjo el encaje paulatino de los esclavos en la sociedad que los había utilizado como a bestias sin alma.
Esto nos puede servir para reflexionar sobre la cuestión del bien y el mal y su acomodo subjetivo dependiendo de las circunstancias y contextos. O de la caducidad de los consensos.
c) A mí lo que me suena a rendición de la inteligencia es la asunción acrítica de ciertas verdades absolutas, del paradigma de lo radicalmente objetivo y de ese temor que los articuladores del dogma infalible tienen a que este sea diseccionado.
Saludos de Luis.
Para Mikel: a resposta a tua pergunta não é evidente, e polo tanto está sujeita a interpretações diferentes que seguramente nos levariam a um debate entre empirismo e racionalismo que não me sinto capaz de manter. 🙂
Una pregunta:
¿ dónde está esa verdad incómoda que no se puede gritar, por ejemplo en el tema del aborto, cuando millones de personas( científicos, soldadores, filósofos, políticos, planchadoras…) en todo el mundo están en contra del aborto y se muestran públicamente antiabortistas?
¿ O en el caso de la investigación de las células madre embrionarias, con la mitad o más de la opinión política y pública en contra?
¿ Dónde esa verdad incómoda cuando hoy cualquier opinión antiabortista tiene múltiples cauces de expresión: periódicos, parlamentos, congresos médicos, revistas científicas, televisiones, radios, blogs… y se llegan a apedrear clínicas abortistas como si fuese lo más normal del mundo?
¿ No es ponerse en el papel de marginales mártires cuando la verdad es que te secundan millones de almas en esa cruzada multitudinaria?
P.D: Saludos, Paco. Me alegra leerte de vez en cuando, a pesar de que tú seas de Boston y yo de California.
» Ya no quedan equipos de trabajo experimentando con células madre embrionarias»( Paco)
» 15 de Julio de 2008.
Investigadores británicos y surcoreanos han provocado una revolución científica que cambiará la medicina en un próximo futuro. Han conseguido, trabajando en paralelo, mejorar las técnicas para el empleo de células madre embrionarias con fines terapéuticos hasta convertir esta terapia en una posibilidad realista. Los británicos han conseguido producir un blastocisto (un diminuto embrión en las primeras etapas de formación consistente en una masa de células) clonando una célula humana a través transferencia nuclear. Los surcoreanos han demostrado de manera concluyente que estas técnicas pueden tener éxito en seres humanos(…)
El equipo de Newcastle trabajó con óvulos obtenidos de tratamientos contra la esterilidad que no iban a ser utilizados. El material genético inyectado en el citoplasma de estos óvulos no provenía de una persona viva, sino de células madre obtenidas de embriones normales.
Con esta técnica, se ha conseguido obtener por clonación tres embriones. Dos de ellos no se pudieron desarrollar y sólo el tercero se multiplicó hasta alcanzar una centena de células (blastocitos), después de una semana. Por el momento, estas células no han sido extraídas del embrión por los investigadores.
El proyecto de este equipo británico es crear células madre embrionarias capaces de producir insulina. En el futuro serían trasplantadas a pacientes diabéticos cuyos organismos sean incapaces de segregar esta hormona. La perspectiva es suplir de esta manera la deficiencia del páncreas de estos enfermos y así evitar el tratamiento más cotidiano que supone la inyección diaria de insulina»( tendencias científicas 21)
El semanario ALBA no siempre está actualizado, Paco.
Para luís: Cristina Garmendia, investigadora, empresaria y ahora ministra, puede que sea lo mejor que tiene ZP en el Gobierno. En una entrevista que le hicieron en El Mundose dice una cosa como esta: Genetrix es un grupo de empresas del área de biomedicina, especializada en el desarrollo de nuevas terapias celulares y moleculares. Con ella, el Ejecutivo da un importante respaldo al trabajo científico con células madre como vía para curar enfermedades. Garmendia es una convencida de su uso. Sus empresas trabajan desde hace años con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a las células madre adultas, mucho más seguras que las embrionarias, las más polémicas, para lograr resultados reales. Del laboratorio, a los pacientes. No te olvides que una empresa no invierte en cosas no rentables. Y yo jamás he leído el diario Alba
Lo siento, se me había olvidado el enlace a la entrevista completa
Para luís: Cristina Garmendia, investigadora, empresaria y ahora ministra, puede que sea lo mejor que tiene ZP en el Gobierno. En una entrevista que le hicieron en El Mundose dice una cosa como esta: Genetrix es un grupo de empresas del área de biomedicina, especializada en el desarrollo de nuevas terapias celulares y moleculares. Con ella, el Ejecutivo da un importante respaldo al trabajo científico con células madre como vía para curar enfermedades. Garmendia es una convencida de su uso. Sus empresas trabajan desde hace años con el objetivo de sacar el máximo rendimiento a las células madre adultas, mucho más seguras que las embrionarias, las más polémicas, para lograr resultados reales. Del laboratorio, a los pacientes. No te olvides que una empresa no invierte en cosas no rentables. Y yo jamás he leído el diario Alba
Javier, yo no he hablado para nada de que la tendencia no sea la investigación con células madre adultas.
Solamente he pegado un extracto de artículo reciente que pone en duda la afirmación de Paco de que actualmente ya no quedan equipos de trabajo investigando con células madre embrionarias. Sólo eso.
La ciencia contiene los mecanismos necesarios para llevar a cabo la propia refutación de sus teorías y la superación de sus paradigmas.
No le hace falta un Concilio cada 500 años para poder permitirse debatir si los niños muertos van al paraíso o al infierno, que dicen está lleno de abogados, taxistas y músicos de Jazz.
Creo que os niños sin bautizar iban al limbo. A mi, a dónde vaya yo, me da bastante igual. Puede que bastante infierno ya sea la propia vida. Lo que dices de la ciencia es cierto. No creo que en un mundo globalizado ni la Iglesia tenga tanto poder como para marcar la pauta en tendencias en investigación, se impone la eficacia y ya ves por dónde van los tiros. El tema de la bioética se me escapa, aunque mi postura frente al aborto, aunque conservadora, deja una puerta entreabiertaa a los casos, que son minoría, de graves malformaciones o peligro de vida para la madre. Aunque calro, uno tiene que verse en ello. A lo mejor sentir a tu hijo te hace cambiar de idea…
Un saludo
Leo impresionado. Gracias a todos.
Eso de que «uno tiene que verse en ello» es cierto.
Me viene a la memoria Nancy Reagan y su tour pro investigación células madre embrionarias( anteriormente ferviente detractora) cuando a su marido le cayó el Alzheimer encima.
Por lo que supongo que el ínclito Aquilino Polaino no habría dicho en el parlamento español aquello de que los homosexuales son hijos de padres alcohólicos si alguno de sus hijos lo fuese.
Después, en el tema del aborto, estoy en principio de acuerdo contigo y con esos supuestos dentro de una ley de plazos muy definida.
La cuestión es lo qué debe hacer el estado cuando 200.000 o 300.000 mujeres y hombres se proponen no seguir adelante con el desarrollo de su minúsculo blastocito o conglomerado celular que puede, o no, llegar a ser una personita.
A mí me suelen fastidiar con la misma intensidad tanto los furibundos pro-abortistas como los asilvestrados anti.
Yo estoy por la despenalización, su práctica en la sanidad pública y que la balanza en este tema en concreto se incline más hacia el ámbito de la toma de decisión individual que a la responsabilidad colectiva.
Con el tema del aborto se puede hacer mucha demagogia, a favor y en contra, y todos tienen margen para lucirse dialécticamente, pero la cuestión es que hay una demanda social( 100000, 300000 casos, no sé)por parte de muchos ciudadanos que está esperando una solución.
¿ Obligarles a tener sus hijos durante 9 meses y después darlos en adopción o meterlos en orfanatos?
Puede ser una solución, claro.
O no.
Saludos.
Buf!, querido Luis. Así no juego. Pase que me hagas de Boston y lector de Alba (cuando todo el mundo sabe que soy de Curtis y que solo leo el almanaque del Sagrado Corazón y el diario «Público»), pero que te muevas cada vez de posición hace inviable el diálogo.
¿Por qué no has dado tu fuente en lo de las células madres? He copiado la cita y la he pegado en Google y me salen miles de referencias prestigiosísimas… En cualquier caso, de coreanos geniales con la experimentación en células madre, estamos curados ¿Recuerdas a Hwang Woo-suk? Pero bien, supongamos que hay ese equipo y quizá otro o incluso otros cinco, mi afirmación general sigue siendo válida, se entiende.
Claro que la ciencia contiene mecanismos correctores, siempre que no se ponga al mero servicio de la ideología o del dinero. Entonces, desaparecen, como ocurrió, precisamente, con las células madre. De hecho, sigues sin decirme, algún éxito terapeútico de esos experimentos, que sería la mejor respuesta.
Y por cierto, la Iglesia ni se reúne en concilio cada 500 años ni dijo jamás que los niños iban al limbo (era una discusión de teólogos sobre él destino de los niños muertos sin bautizar, no para los niños en general, que tuvo mucha aceptación, pero no fue incorporada al «dogma»), sólo ahora ha dicho que no hay limbo, para acabar ese debate.
En fin, puedes seguir moviéndote de sitio y cambiando el tema cada vez. Viva la libertad. Otra cosa es que me apetezca el juego y, bueno, aunque de Curtis, también soy libre.
Para Paco:
Yo me he movido, amigo Paco, porque yo soy uno y vosotros trinos( por lo menos)y me movéis el tablero( eso me pasa por meterme en blogs en los que parezco el sheriff Kane)
Por supuesto que la fuente te la he citado entre unos lindos ().
Si quieres centramos el debate:
¿ dónde está esa verdad incómoda que no se puede gritar, por ejemplo en el tema del aborto, cuando millones de personas( científicos, soldadores, filósofos, políticos, planchadoras…) en todo el mundo están en contra del aborto y se muestran públicamente antiabortistas?
¿ O en el caso de la investigación de las células madre embrionarias, con la mitad o más de la opinión política y pública en contra?
¿ Dónde esa verdad incómoda cuando hoy cualquier opinión antiabortista tiene múltiples cauces de expresión: periódicos, parlamentos, congresos médicos, revistas científicas, televisiones, radios, blogs… y se llegan a apedrear clínicas abortistas como si fuese lo más normal del mundo?
¿ No es ponerse en el papel de marginales mártires cuando la verdad es que te secundan millones de almas en esa cruzada multitudinaria?
Centrado queda.
Post Scriptum: Viva la libertad, Curtis, Boston, el limbo de los teólogos( Borges decía que la teología era una de las ramas de la literatura fantástica), viva Borges, el semanario ALBA… y Hwang Woo-suk, por supuesto.
Animo!!!, ¡¡¡Quedan 24 para igualar el récord de Polígamos!!!
Saludos.
Vamos a ver, Luis, ¿dónde digo que yo pueda distinguir claramente entre realidades objetivamente buenas y objetivamente malas? Ya me gustaría! Una cosa es que existan realidades objetivas, otra es el conocimiento que de esas cosas uno pueda llegar a alcanzar (lo que requiere cuando menos reflexión) y que efectivamente es subjetivo porque es cada persona quien trata de conocer esa realidad) y otra es la valoración moral que de esas realidades uno pueda realizar. Entiendo que cuanto más cerca está ese conocimiento de la realidad, de su naturaleza y de sus fines, cuanto más cerca estemos de la verdad, más fácil es reconocer la dimensión moral de esa realidad, lo bueno y lo malo que le concierne.
Volviendo al tema del aborto, me pregunto por qué te resistes a decir que estás «a favor» del aborto en vez de reiterar que «no estás en contra», haciendo hincapié en la ley de plazos. Sinceramente me parece un burladero intelectual. En cualquier caso, ¿dónde fijamos esos plazos? ¿2 semanas? ¿5? ¿Con que criterio? ¿El de que no sufre o siente dolor? ¿El de que no es consciente? ¿Con esa caracola intelectual de que es un ser vivo pero quizá no un ser humano? ¿Conglomerado celular? Claro, como tú y como yo. ¿Dejamos hablar a los científicos? OK. Demostrado lo tienen: existe vida independiente desde el momento de la concepción. Lo de la vida potencial y lo del desarrollo pleno me parece que es uno de los últimos refugios donde se cobijan los defensores del aborto pero lo cierto es – no lo digo yo, sino la ciencia – que esa vida, vida es. ¿Potencial? Claro, tanto como mi ancianidad (bueno, mi madurez, según mi mujer).
Dices que te fastidian lo mismo los «furibundos pro» como los «asilvestrados anti» (aunque defiendes las mismas reivindicaciones (despenalización y aborto público y por lo tanto gratuito) y el mismo planteamiento de los los proabortistas(abortar es un decisión individual o el clásico «nosotras parimos, nosotras decidimos»). Tú mismo.
En fin, como creo que las palabras no son neutras, fíjate en los epítetos que has aplicado a cada uno de tus fastidios. Los proabortistas no te fastidian. Te fastidian los «furibundos». Ya me explicarás la diferencia entre unos y otros. En el caso de los antiabortistas, los que te fastidian son los «asilvestrados» (¿?).
Y lo mismo se podría aplicar al resto de tus comentarios. Cuando haces referencia a las posturas «objetivistas» (por utilizar tu terminología), utilizas palabras o expresiones como dogmáticos, maniqueistas, viejo, tiranía, viejo cascarón, rendición de la inteligencia, cruzada… frente a modernidad, acicate, dinamizar, construir, sublimación, derecho… de las posturas «subjetivistas». No has utilizado ni un sólo adjetivo positivo para referirte a los que defendemos la existencia de realidades objetivas. Creo que Paco se refería en parte a esto cuando hablaba en su primer comentario de «efecto jauría».
[¿Objetivista? ¿Yo? Bueno, depende. Tendríamos que llegar a un consenso respecto a si realmente existo].
Alfonso, permite que te replique muy brevemente porque Paco tiene toda la razón en eso de no centrarse en un tema, que ya sé que vivimos en la era de los hipervínculos y la dispersión y al final hablamos de mil cosas y de nada a la vez:
a) Tú hablabas de realidades objetivas buenas y realidades objetivas malas y que unas nos hacen mejores y otras peores.
Yo sostengo que entre medias a esas realidades objetivamente buenas o malas existe un amplio registro intermedio, dependiendo de los diversos contextos y circunstancias, y que esas realidades y su moral y su ética se definen en ocasiones socialmente( se penaliza el asesinato en una sociedad pero se bonifica en caso de guerra: esa realidad está definida social y contextualmente, por ejemplo)
b) Yo no voy haciendo apología a nadie del aborto ni cantando sus virtudes ni loando lo «bonito» que es.
Es más, no me gusta; pero intento no redundar en el demagógico discurso ético y moral( sobradamente conocemos las razones de unos y otros) de unos y otros y lo abordo únicamente desde un punto de vista más pragmático y sociológico: ¿ Qué hacemos esas docenas de miles de mujeres que cada año no desean continuar con su embarazo?¿ Obligarles durante 9 meses a llevar adelante su embarazo y después donar esos niños a los orfanatos o sortearlos entre las parejas que están esperando una adopción?
¿ Tú te ves con la suficiente autoridad moral para obligar a una mujer a tener a un hijo que no desea?
Yo no lo veo tan claro.
c) Yo creo que he sido cualquier cosa menos furibundo o hipersensible en mi planteamiento sobre el aborto. He expuesto lo más asépticamente posible mi postura y no me he metido en farragosos debates éticos y morales. Ni tampoco quiero rebatirle a nadie nada sobre ese punto, pues considero que tienen, tenéis, cierta parte de razón.
Lo que me interesa es la cuestión legalista, punitiva, de demanda social, de la función del estado en todo esto… la perspectiva sociológica sobre el asunto.
Nada más.
Y claro que me fastidian los furibundos, asilvestrados y hooligans. Defiendan lo que defiendan. Es una cuestión personal, pues mi capacidad para la tolerancia ajena es inversamente proporcional al grado de hiperestesia(Sensibilidad excesiva y dolorosa) y chillidos descontrolados que muestran algunos a la hora de enarbolar determinados temas.
d) No me había fijado, pero igual tienes razón. Intentaré ser más «objetivo».
Gracias por el análisis estilístico.
Saludos de Luis, desde su minarete en el Agra del Orzán.
Ahora, en soledad, me siento como un perro de esos que intentan devorar a la gente que corre el riesgo de decir la verdad en público.
Como un acorde disonante en medio de una perfecta armonía.
Como un desconocido que interrumpe con sus dislates una serena charla de amigos.
Creo que no volveré a leer La Voz de Galicia en sábado.
Lo siento, Paco, te dedico el epitafio que me he escrito a mí mismo:
EPITAFIO DE LUIS
Cualquier día amanecerá sin mí; dejaré a un lado la breve lucha
y me iré como dormido alambre
en la centrípeta corriente.
Crecerá un musgo frío en mi vientre,
una serena luz invadirá las estancias y
gobernará en calma la herrumbre,
desbrozando jardines rojos,
limando caminos de carne.
Y ya siempre dormido, sin esquinas que me contengan,
extinguido del súbito equilibrio de los labios y el aire,
orbitaré casi eternamente,
a la deriva, en la marea química que precede a la infinitesimal
orilla… y amaneceré de hierba, de pez, de estanque.
Quizá.
Saludos a todos, objetivistas y subjetivistas, de Luis.
__________________
La verdad es que empecé a leer los comentarios pero me los he saltado porque madre mía!
Yo soy un poco ingenua pero es que creo que al final el mundo se divide entre los que buscan y los que no buscan. En medio de esa búsqueda si que echo de menos un poco de respeto en las confrontaciones y un poco de saber callar cuando no se sabe de que se está hablando.
Me da la sensación de que hablamos de las cosas sin apenas conocerlas, por las opiniones generadas en la prensa. Todo el mundo puede opinar de todo y me resulta un poco perverso.
No soy pesimista en mi juicio, creo que la vida es un camino de largo recorrido y al final lo que valoramos es la coherencia y la sinceridad en esa búsqueda.
He estado el domingo desconectado y me ha costado ponerme al día.
Sobre lo que aquí se trata no me creo en situación de aportar algo novedoso ante tantos doctores. Usaré argumentos de uno, sencillos y como me salen del corazón.
Son sensaciones más que argumentos. Son cosas de la intuición y no de la razón pero yo las escucho y por eso las cuento:
Es mi sensación que todas las cosas incluso inanimadas tienen alma. Entiendo a los militares cuando arrestan un cañón o una escalera. Creo que os conté lo de los palos que llevé a Madrid y cargué en el viaje de vuelta porque no quería “abandonarlos” en la metrópoli. Acabaron formando parte de mi gallinero.
Creo que los objetos mantienen un poco de quienes las usaron o tocaron y quizás por eso me gustan tanto las cosas viejas. Nunca he vendido un animal y aunque me cueste un gran sacrificio, me esfuerzo y disfruto dándole una existencia lo mas feliz posible.
Soy incapaz de ahogar un gatito. Mi mayor incongruencia (me lo repiten siempre mis padres), es que no me he atrevido a hacerme vegetariano y envidio a algunos amigos que se me han adelantado. Ayer asistí a una feria. Me gustan más las romerías y no las reuniones de “besteiros” que frecuentemente acaban en borracheras masivas, como ocurría ayer. Me encaré a un joven que montaba un potro que sangraba abundantemente por la boca por culpa del gran esfuerzo al que estaba siendo sometido. Me dijo muy chulo que el caballo era suyo y hacía lo que quería. Yo no pude resistir su arrogancia y su pretendido derecho a hacer sufrir, así que lo descabalgué y le dije que si la organización no lo echaba, yo lo haría y que si no se repudiaba a enanos miserables como el, yo denunciaría a la organización. Nunca me pongo violento os doy mi palabra, pero es mas fuerte que yo. Después mucha gente aplaudía mi actitud, pero no sería necesaria si se actuara como es debido, impidiendo que la gente se otorgue en el derecho de hacer sufrir gratuitamente.
Tengo un hijo adolescente. Si fuera una chica y se quedara embarazada yo criaría a mi nieto como si fuera mi hijo. También lo haré si ocurre al contrario y el tiene que hacerse cargo. Dicen que se les quiere mas a los nietos incluso que a los hijos. Lo he hablado con mi mujer muchas veces. Siendo como soy, no puedo daros mas argumentos ni filosóficos, ni éticos, ni científicos. Para mí la sociedad actual se comporta como el joven borracho que ayer me sacó de mis casillas.
Para Luís:
Gracias por tus enseñanzas. Me dolería mucho que te despidieras. No te duelas por la marginalidad. Que tampoco se duelan los que no se atreven a hablar en otros ámbitos. Yo repito una frase que nadie me ha contestado:
“los que temen hablar o decir la verdad, intentan escapar de la marginalidad, sin darse cuenta que aquella se desvela como una condición necesaria para ejercer la actitud critica”
Para Luis, que espero que reconsidere su muerte.
CONTRA-EPITAFIO DE LUIS
[NO QUIERO MORIR HOY]
No quiero morir hoy
porque si hoy muriese
moriría de viejo.
No quiero morir hoy
que no me importa morir
y siento en la nuca el vaho de la aurora
como el percherón que siente en el peto
las astas del toro
quiero morir cuando más quiera al día
buscándome por las calles.
No quiero morir hoy
que mi espalda se enrosca en el insomnio
y las vértebras son bueyes
que empujan su dolor a cercados distintos.
No quiero morir hoy
tendido como el soldado que en mitad de la batalla
ha olvidado su bando,
mientras aplauden a mis labios las tijeras,
en mis ojos las mariposas se vuelven gusanos
como los viejos solos mojan sus piernas,
todas las cuchillas requiebran a mis muñecas,
parece que la virgen maría hubiese abortado
y le pido a Dios que os libre
de que os ame como me amo a mí mismo.
No quiero morir hoy
oyendo cómo crecen mis uñas y mi barba,
sin haber descubierto el tercer hemisferio
ni desenclavado mis alas.
Yo no quiero morir hoy
porque es mi derecho
que la muerte sude y maldiga
cuando tenga que acarrear mi vida.
(Gonzalo Sánchez-Terán)
Quizás porque esté en una etapa que no deseo confrontación, o bien porque paso de todo…Creo, Luís que aunque sea posible que sea yo uno de los que más de acuerdo esté con tus ideas, no me siento marginado por ninguna «jauría». Para Alfonso soy pro-abortista porque me parapeto en lo de la vida potencial. Me da igual que digan que soy esto o lo otro. Yo no estoy a favor de matar a nadie. Pero tampoco voy a entrar a discutir con gente con la que es difícil llegar en cientos temas, a un acuerdo. Es más, es que pierdo el tiempo discutiendo del aborto como quien discute del sexo de los ángeles. Me parece muy bonito lo que cuente promteo. Es una pena que te vayas. Pero dices una cosa buena, a la que le voy a sacar su pequeño chiste:»Creo que no volveré a leer La Voz de Galicia en sábado.» Está bien que no dejes de leer La Voz. Pero al final uno, por experiencia, se acaba encontrando con aquello que no quiere enfrentar. Para mí ya no tiene sentido seguir discutiendo.
Un saludo
Buen rollo señores. Sin acritud todo se puede hablar. Dudo mucho que lleguemos a una conclusión que nos convenza a todos, pero este debate a mi me parece enriquecedor. Yo no soy muy partidario de “ remexer” lo natural. Por poner un ejemplo: No me gustan nada los transgenicos. Otros dicen que puede ser la solución al hambre en el mundo y que además evitaríamos los venenos que usa la agricultura. Para mi es un asunto peligrosísimo. El mismo científico que ha cartografiado el genoma humano, al parecer ha generado vida artificial. Según creo tiene grandes aplicaciones que pueden resolver incluso el problema energético. Yo veo al mundo tan interrelacionado que me da mucho miedo que metan mano en ello. Por ejemplo Paco contaba que cada día tenemos menos niños con síndrome de Dawn. Yo destacaría lo que ha pasado en China. Con el asunto del control de la natalidad, se ha primado el nacimiento de niños varones. Bueno, pues ahora hay no se cuantos millones de chinitos que no tienen chinita. Supongo que eso será un lío tremendo que nunca antes se da dado en la historia. Aquí salvando las distancias dicen que pasará algo parecido. Hace un tiempo leí que como solo tenemos un hijo de media y la probabilidad del primogénito varón es mayor, pues que pasados unos años, nuestros niños no encontrarán pareja, lo que los forzará a buscarla en países subdesarrollados donde al parecer abundan mas las niñas y estas además son despreciadas. Es una pasada de complicado esto. Lo mismo que cuando un agricultor planta un transgenico y se lleva por delante unas cuantas especies. ¿No estaremos jugando con la nuestra comportandonos como niños aporreando un complicado ordenador sin saber a que botones le damos?
A Prometeo, no puedo cuánto menos felicitarte por lo que hiciste con el imbécil aquel, que se creía dueño de la vida ajena.
Tampoco me voy a extender más. ¿Sabías que si coges una semilla de un pimiento transgénico este no crece?. (o crece mal). Me lo dijo una amiga mía que tiene una terrenito cerca de Cambre dedicado a la a gricultura ecológica.
Y por último, para Alfonso, no puedo estar a favor del aborto cuando precisamente lo que más anhelo es una mujer y un hijo (me encantaría tener un montón). Otra cosa es que entienda que haya circunstancis en la vida que te lo hagan plantear.
Un saludo a todos
En el caso de los transgenicos, patentan las semillas o las plantas medicinales que pertenecen a la cultura de algunos pueblos indígenas. Ahora podemos plantar trigo y dejarle semillas a nuestros hijos, pero en el caso de los transgenicos, los agricultores firman un contrato de por vida con el propietario de las patentes. Me parece monstruoso.
Y con relación a los hijos, creo que ya se anuncian para garantizarte no solo el sexo, sino el coeficiente intelectual, el color del pelo y de los ojos…
¿y si se no sale conforme a lo contratado que hacemos?¿lo devolvemos como un producto fallido?
Otro caso interesante es el del ginecólogo que inventó el análisis del líquido amniótico. Después se dedicó a ganar pasta y ofrecía inseminación artificial garantizando niños rubios y guapos. Para ahorrarse proveedores, se suministraba el mismo. Creo que tiene unos noventa hijos todos en un radio muy cercano. Algunos no están localizados. Imaginaros lo que puede pasar ahora con los endemismos.
Es un drama pues por un mal uso de la tecnología se ha generado muchísimo sufrimiento entre aquella comunidad.
en el caso de los transgenicos, los agricultores firman un contrato de por vida con el propietario de las patentes. Me parece monstruoso.
Rigurosamente cierto; Moralmente reprobable. Pero ojo, esto no es liberalismo, sino oligarquía de las multinacionales. Sigo diciendo, aunque Paco me riña, que el liberalismo es el único sistema de progreso que funciona. El resto es volver a la edad media o a dictaduras. Pero me cojo unas vacaciones como «bloguero», no por enfado de nada, sino por atender a otras cosas. Me acaba de llegar el último post de Paco, separación Iglesia-Estado. Apasionante, pero hasta dentro de siete «Post».
Un saludo a todos
Querido Luis: el problema no radica en que no se pueda disentir -faltaría más-, sino en que, si disientes, te mandan a la hoguera de la laica inquisición y ya está. Y lo hacen sin argumentos. Mira lo que le pasó en su día al catedrático Aquilino Polaino, que se limitó a responder con datos -por cierto, en su mayoría de estudios científicos ajenos- a lo que le preguntaron en el Congreso. Pues tanto el PP como el PSOE, como los coros mediáticos de ambos, le laminaron. Como fulminó la SER el domingo por la noche al obispo de Valladolid, porque según la SER debería gustarle Educación para la ciudadanía; como fulminó Jiménez Losantos a Gallardón, porque no le gusta Gallardón, y así sucesivamente.
Y lo peor: habrá tanta gente en contra del aborto como dices, sin duda, pero ni siquiera se aplica la ley que lo permite y lo que se discute «oficialmente» es la ampliación de plazos y no su recorte. Pese a que se sabe que muchas clínicas abortistas hacen cualquier cosa a cualquier precio. Menos mal que ahora, por lo menos, ya empiezan a contratar funerarias en vez de limitarse a meter los fetos en las trituradoras aquellas.
Otra cosa: si los conocieras, te sorprenderías de lo variadísima que es la gente que comenta aquí. Varios, muchos, bastante cercanos a tus posiciones, pero quizá más templados a la hora de exponerlas. Así que, no te vayas, hombre.
Mónica: buenísimo tu comentario. Completamente de acuerdo.
Paco, si no me iba a ir, pues os leo de cuando en vez.
Estaba metiendo presión para ver si llegamos a un acuerdo: yo ejerzo de medio polemista, o mosca cojonera, a cambio de 0,05 euros la línea.
Hombre, Paco, es negociable, pero no me parece mucho pedir. A cambio prometo cumplir los objetivos mínimos de alcanzar los 50 post por tema, dilatando incluso artificialmente las polémicas.
No digas que no tan rápido y piensa en que subirán exponencialmente las visitas del blog y se podría incluir hasta publicidad.
Puedo ser el Jiménez Losantos de Vagón-Bar.
Mira a la COPE qué bien le va.
Piénsalo, Paco, y si aceptas ya te mandaré por email mi número de cuenta corriente en el Banco Pastor para los ingresos.
Saludos, Paco, Javier, Prometeo,y al otro Luis que escribe en el tema de separación iglesia-estado y no soy yo.
Saludos a Todos.
Mola, que diría un chaval. El problema está en que no me dan ni un duro por esto y 0,05 la línea, con lo que se escribe aquí, sería la ruina de Palmira. Pero, venga: el número de cuenta no me interesa mucho, pero tu email bueno está empezando a apetecerme!. Abrazazo
Buenísimo Luís, me río solo. Ya veo a Paco aflojando…
Pensandolo bien, a ese coste no es mal negocio pillarte de “negro”
¿Es esta una tarifa especial para Paco, o se puede tomar como referencia?
¿Firmarías un contrato de exlusividad?
Prometeo, lo que me temo es que si me pilla Paco de «negro» vaya a aparecer Don Aquilino Polaino con un metro y me mida el perímetro cefálico y me diga que mi coeficiente intelectual, y el de mi raza, está muy por debajo de el del gran animal blanco.
Y, porque, gracias a dios, mi padre no es alcohólico, porque sino además de negro… ¡ Mariposón!
Paco, «datos y teorías científicas» que refrendan( yo prefiero sustentan, porque suele ocurrir que el prejuicio es previo al corpus teórico posterior) la discriminación del otro o inciden en sus peculiaridades anómalas- anómalo entendido más bien dentro de unas coordenadas morales que morfogenéticas o conductuales- para promover ciertos debates segregacionistas y antihumanistas las hay a montones y lo sabes: mediciones del perímetro craneal, genes XXY, la conducta psicopática asociada al tamaño de las orejas o la forma de la nariz… incluso los «rojos», según un afamado psiquiatra español, tenían unas características físicas y psíquicas que los condenaban a ese limbo de los infraseres por cuestión de sexo, raza o ideología.
El prejuicio, racismo, homofobia, machismo, feminismo, tiene también su desarrollo teórico y científico y ya sabemos a qué intereses espurios sirven y como acaban sus originales planteamientos.
Yo creo que es el sentido común es una buena guía para diferenciar lo que son solamente esas «puestas de largo» interesadas, antihumanistas y, generalmente, refutadas nada más salir, de los planteamientos más asépticos ideológicamente, menos tendenciosos y que siempre acaban por sobrevivir a los primeros.
Lo que no nos reconcilia con el género humano y promueve el encaje benéfico de lo que nos diferencia, suele acabar mal o raro.
Saludos.
No te digo…
Ya te has movido otra vez, en esta ocasión doblemente (no necesariamente con doblez).
Estoy flipando!! Quedan cinco, ¡CINCO COMENTARIOS! (con este) para igualar a Polígamos No pensaba intervenir, pero esto me ha descolocado. Y una cosa, Luís, tienes una visión empresarial que ya me gustaría a mi.
Un saludo
Javier, no sé si visión empresarial pero lo que tengo es una visión del futuro que no se la deseo ni a mi peor enemigo( bueno a mi peor enemigo sí)
Hace años, cuando iba en 2º de BUP, teníamos que elegir una asignatura optativa de 2: hogar o informática.
Un buen amigo mío, siempre íbamos juntos, me preguntó:
– ¿ Qué, cogeremos informática, no, Luis?
– No, Juan, mejor Hogar, que yo a eso de los ordenadores no le veo futuro y vamos a perder el tiempo.
Y creo que el tiempo no me dio la razón pero también hay que decir que éramos en clase de Hogar dos únicos chicos sentados entre 20 jovencitas, lo que no estaba nada mal.
Total, después Bill Gates sacó el Windows, que te lo hace todo aunque no sepas nada de informática, y fue para tanto.
Y gracias a Hogar tengo muy agradables recuerdos y además plancho la ropa mejor que muchas mujeres.
Antes de leer el comentario de Luis sobre la cuenta corriente y tal había pensado que efectivamente ese era su objetivo, lo cual me pareció una idea muy buena.
Me ha gustado mucho el comentario de Mónica: una búsqueda. Quería preguntarle si puede concretar un poco. ¿Una búsqueda de qué?