Elogio de la hucha
La hucha, también llamada alcancía —otra hermosa palabra agonizante—, es uno de esos objetos que todos conocemos, todos hemos tenido de niños y casi ninguno tiene de mayor.
En su origen pragmático, la hucha tiene una función fundamentalmente educativa. Sirve para inculcar la idea del ahorro y templar el imprescindible tiempo psíquico de la espera —ese tiempo que media entre el deseo y su satisfacción y que nos ajusta el nivel de tolerancia a la frustración—, tan imprescindible para ser civilizados.… Seguir leyendo