La Voz de Galicia
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Tengo un buen amigo que vive en el finisterre y que  cuida su jubilación como a una orquídea. Un hombre sensible y sensato al que  perturba tanto el ruido de la vida  como le provoca inmensa serenidad cocinar  o ir a pescar maragotas. Su plan de jubilación era lograr  apagar el ruido y centrarse exclusivamente en las maragotas y los pintos, en evitar lo posible las emociones desagradables y cultivar las satisfactorias.

Parece haberlo conseguido porque -la verdad- tiene muy buen aspecto ¿Su estrategia?: no ver la tele salvo documentales emocionalmente neutros, no leer periódicos salvo la sección de deportes, salir lo imprescindible de la aldea, relegar el coche a lo necesario y de vez en cuando, un verso y un nombre de mujer.

Mi amigo ha puesto en práctica las viejas sabidurías milenarias que señalan que el camino de la felicidad consiste en lograr parar la mente y  las emociones: Sólo los yoguis que acceden al Nirvana del hinduismo, al Shatory del Zen o al éxtasis de los místicos cristianos, consiguen esa paz y serenidad en vida que prometen todas las grandes religiones milenarias, esas que ahora llaman terapias.

Pero no es necesario pasarse la vida practicando asanas en una cueva del Himalaya , ni meditando kóans en un templo sintoísta ni levitando en Ávila para conseguir una cierta serenidad, basta con pescar maragotas, leer y cocinar cada día mejor para ti solo, con eso llega.

Hay quien puede interpretarlo como un tipo egoísta que no se compromete con nada y que va a lo suyo, pero pensándolo bien, si se trata de tranquilidad, los equivocados son los otros.

Oye: que Cataluña arde, irrumpe Vox, empieza la campaña, Trump se lo juega todo al muro, Maduro no madura, Putin hace judo y Sanchez camina por la alfombra roja como Gary Grant en solo ante el peligro…: Oxe estaba la mar brava e quedéi na casa líndo e xogando cos cadelos .

Oye, que ya salió el móvil plegable, que esta App te dice lo que quieras saber y lo que no sepas , que cierra la fábrica de cafeteras italianas  Bialetti – la que creó la «greca» de toda la vida, objeto logrado e intemporal que es  puro arte del diseño- porque ahora que somos más ecologistas que nunca , nos ha dado por tomar el café en cápsulas de aluminio cambiando la excelencia por comodidad y residuos tóxicos…: «A mín gustame o café de pota con unhas gotas e o móvil non sei donde o teño».

Jubilarse con éxito pasa por poder disfrutar de la  tranquilidad y no pasmar  recordando lo vivido o padeciendo el vértigo del presente,  circunstancias ambas incompatibles con la serenidad.