La Voz de Galicia
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El Psicoanalisis revela de forma muy esclarecedora las diferentes fases por las que transitamos en nuestro desarrollo psíquico. La primera es la Fase Oral -que ocupa aproximadamente los tres primeros años de vida-; en esta fase el placer se obtiene por la boca al ingerir el alimento y también por el mero hecho de succionar estimulando la mucosa oral, sea con un pezón, un chupete, una tela o el dedo pulgar. Es ese placer por comer y chupetear que nos acompaña toda la vida.
Hay personas que se quedan fijadas en esta primera fase oral y que encuentran un goce especial en todo lo que tiene que ver con la boca. Los fumadores, los que comen excesivamente, los que se muerden las uñas o los que beben de más…
Comer es un placer , pero además de placentero, también sirve para desplazar cosas que son de otro orden. En lugar de angustiarme porque las cosas me van mal: como, bebo o fumo… No sólo porque me da placer, sino porque de esa manera me olvido de lo que me agobia y me tranquilizo. Es ese algo que hace que cuanto más «devorados» estamos, sea cuando más devoramos, más fumamos y más bebemos.
El programa Master Chef lo siguieron alrededor de 200 millones de espectadores en los 145 países en los que se ha emitido; si a eso le sumamos la audiencia millonaria de otros muchos del mismo estilo y los tradicionales que enseñan recetas al mediodía , hablamos de un éxito sin precedentes y de un interés insólito por la cocina en estos últimos años. Hoy los cocineros compiten con los artistas y figuran entre las personas más influyentes del país. En cierta medida han sido terapeutas indirectos de la crisis que hemos vivido.
Uno no puede dejar de preguntarse: ¿de dónde viene tanto malestar como para que se desate esta exaltación de la oralidad colectiva? La respuesta es tan obvia que no merece la pena abundarla.
El comer y su herramienta, la cocina, nos distrae y nos regresa a esos instantes en los que la cálida leche de la teta de mamá es el mayor placer y el bienestar más absoluto.
La misma lógica que sostiene la proliferación de fiestas y exaltaciones de todo lo devorable que salpican nuestra geografía: del pollo,percebes,cabritos,filloas,mariscos,queixo,cocidos etc…
Como suele decir un buen amigo y mejor comedor; “mentras estou na papancia, non estou na droja”.
Y que razón tiene.