La Voz de Galicia
Seleccionar página

Esta noche llegan los Reyes. Crecemos arrullados en una nana de mitos culturales.
A la mayoría de los niños de hoy si les preguntásemos: ¿quiénes son esos y a dónde van?, creo que no sabrían responder más allá de a su casa y la de sus abuelos. Es la contradicción de vivir en los grandes relatos y a la vez ignorarlos.
Del Papá Noel sólo se que vive en Finlandia porque estuve allí y me enseñaron su casa de Ikea, y que siempre vistió de verde hasta que le puso de rojo la Coca Cola. Jamás entenderé porque un tipo así me trae regalos.
Irrumpió en la cripta de la Colegiata de San Isidoro de León un grupo de Erasmus capitaneados por una guía que comenzó a explicar las policromías románicas del techo con diligencia. Narraba decidida las escenas evangélicas hasta que se percató de que la mayoría de la juventud multicultural a la que se dirigía observaba con cara de perplejidad lo que estaba explicando. Pasó a investigar el por qué: ¿Saben lo del gallo después de negarlo tres veces? Silencio. ¿Saben que Judas se ahorcó de un olivo tras su traición? Silencio. Éstos, los Reyes Magos…¿Saben quienes eran, no?. Asombro. La misma ignorancia y perplejidad que sentiría yo si me explicaran a Papa Noel pintado en un cómic de piedra del siglo XI. Desconozco su historia.
Los Reyes Magos son mitos nuestros. Son símbolos en número, color, presentes y oficio; cada uno de ellos da para media vida de historias que te ayudan a entender mejor de dónde venimos y hacia dónde vamos. Tienen más derivadas que la simple felicidad de recibir el regalo de un lapón anónimo que viene del polo norte.
Afortunadamente todavía somos más de camello que de renos. Aunque es verdad que últimamente las casas no huelen igual después de una noche de Reyes. Y que el paisaje urbano de decenas de chavales estrenando sus juguetes ha quedado relegado a unos pocos. -Debe de ser la Play y demás tecnologías las que han encarcelado gustosamente a tantos jóvenes en su habitación-.
Además, los Reyes tienen Roscón y en nuestra papilla cultural todo mito que se precie – desde los difuntos a la mona de Pascua- debe tener un dulce asociado.
Los Reyes Magos llegan esta noche montados en camellos de fantasía y tradición. Son mitos milenarios que explican mucha de nuestra historia y que luchan contra mitos decenarios importados por las multinacionales. Los Reyes contra Papa Noel, armiños y coronas frente a pijamas y gorros con pom pom. Y aún así, están perdiendo protagonismo y nosotros identidad.
Salud y trabajo para todos, porque el “Scalextric” ya no creo que me lo traigan.