Hay días en los que te sacarías el corazón con la mano y lo pondrías tic tac sobre el suelo. Noches en las que te sacarías el corazón con un puñal, lo rociarías de gasolina y lo pondrías a arder sobre el suelo. Hay días y noches en los que llamas a los fantasmas del miedo, tan familiares, por su nombre. Y otros días en los que vas cuesta abajo y los viaductos no te parecen altos. Ni los puentes insalvables, y los atascos son una tontería. Y el trabajo es solo un trabajo. Y los niños no están enfermos, cuenta ikachu.
-Siempre es mejor soñar con los días cuesta abajo y dejar las pesadillas en el cajón de los trastos, le responde justa Skitty.
Voy a pedirle un deseo a tu sombrero mágico: que las crónicas portátiles nos visiten más a menudo.
Yo le pido el mismo deseo que Eva.