Cuando leí un poco por encima sobre las matanzas de Mohamed Merah, el supuesto islamista radical abatido anteayer por los geos franceses, pensé que demostraba un entrenamiento inusual, propio de las fuerzas especiales. Como se movía en moto y cubierto, comenté con alguien que, probablemente, se trataba de un antiguo miembro de algún servicio especial que se había desmandado. Después, muy pronto, hicieron pública su identidad. Demasiado joven para ser un excualquiercosa y demasiado extraña la explicación de cómo dieron con él: a través de una web de motos consultada por su madre. Por fin salió lo de Afganistán: los servicios secretos sabían que había viajado allí y lo tenían fichado, aunque sorprendentemente, no lo controlaron durante meses. En ese punto, regresó a mi imaginación la sospecha inicial, ligeramente modificada.
Ahora, en mi cabeza fantasiosa, ya no se trataba de un ex, sino de un infiltrado en activo que, al contacto con su cultura originaria, desanduvo el trayecto y se volvió contra sus reclutadores. Quizá los servicios secretos franceses lo entrenaron para infiltrarse en las células islamistas y por eso viajó impunemente a Afganistán, sin que nadie se ocupara de vigilarlo después, porque estaba controlado de otra manera.
El miércoles, cuando supe que lo habían acorralado, pensé que no saldría vivo de aquella casa. Sin embargo se multiplicaron los mensajes oficiales que insistían en que lo querían vivo para juzgarle. Cuanto más insistían en que lo apresarían vivo, más me convencía de que saldría muerto. Ya saben el final: una bala en la cabeza y mil historias inverosímiles sobre la actuación de los servicios secretos. Tengo que hacer algo con esta imaginación desbocada.
Quizá sean ciertas tus elucubraciones. Quizá.
Un fuerte abrazo.
Qué bueno, Paco. Yo voto por:
1) que cuentes aún más de lo que te imaginas de esta historia.
2) que te animes a escribir una novela. ¿No te gustaría?
Mejor, un guión cinematográfico, ¿no? 🙂
Cosas más raras han ocurrido en España; chivatos de la policía acusados de participar en la masacre del 11-M. ¿Quién se lo cree?
Ya empezamos… 😛
No, novela. Ya después la adaptación al cine… 😉
Y cadáveres al Índico, y exmineros asturianos…
Lo dicho, muy raro.
¡Buen viaje!
Eu tamén penso como ti o de querelo vivo víase que era un conto.
Sí Xoan, como la captura de Bin Laden. Ni cadáver y luego el comando de «seals» tiene un raro accidente de helicóptero… ja!
No me dirás Paco que te crees la versión oficial…
Pero acaso alguien pensaba que el tipo iba a salir vivo???
Cuando psae el tiempo prudencial que los servicios secretos estimen oportuno, sabremos algo de verdad en toda esta historia. Como siempre…
Es el típico argumento base de peli yankee.