La Voz de Galicia

Ayer se publicó oficialmente el dato de la Encuesta de población activa (EPA) que confirma el adelanto oficioso: hemos superado el veinte por ciento de desempleo. Eurostat confirmó también que la eurozona se mantenía en una tasa en torno al diez por ciento. Es decir, duplicamos la media europea y quintuplicamos la de varios países. Y mientras todo esto ocurre, ¿de qué discutimos?
En la última semana los chorros de tinta y de voz se han ido en críticas al Tribunal Constitucional, algo que ya parece un deporte, críticas al Tribunal Supremo y una sorprendente trifulca en torno a una niña musulmana que, de pronto (?), decidió vestir velo para ir al colegio. Esta última es la más reciente y tiene toda la pinta de una operación que ha salido mal, porque tanto la mayoría de los progres como, por ejemplo, la conferencia episcopal, parecen a favor de que la niña vaya al colegio como le pete. Y no solo eso, sino que ha levantado otros asuntos: si la niña no puede ir con velo, por qué otras sí pueden ir enseñando la barriga y otros mostrando los calzoncillos.
Total, que la historia registrará en sus crónicas que, mientras seguíamos sin medidas económicas y caminando con paso firme hacia el abismo, los españoles discutíamos sobre tribunales, nos manifestábamos a favor de jueces estrella y en contra del franquismo (como si quedaran muchos a favor) y convertíamos a una niña musulmana que decidió ponerse un velo en eje de la vida nacional, aparte del Barça y del At. de Madrid, claro.
Quizá nos estamos volviendo más tontos. Y eso mismo debe de pensar el gobierno, porque anunció ayer, coincidiendo con la EPA, unas medidas de racionalización del sector público muy aparentes, pero que suponen al final un ahorro de 16 millones. El plan equivalente de Feijoo para Galicia ahorraba 10 y fue ridiculizado por algunos.
Así que… hablemos de Garzón.