Ese, «yo también protesto», era el «asunto» de un mensaje que acaba de llegar a mi correo electrónico y que, por lo visto, está reenviandose por toda Galicia (mi corresponsal lo había recibido varias veces). Lleva adjunto, el artículo que publica hoy Santiago Rey Fernández-Latorre, presidente y editor de La Voz de Galicia, y que se titula, precisamente, Yo protesto.
También recogido en los blogs, en una primera búsqueda:
Qué cierto!! Aunque me quedo con todo el artículo, hay una frase que me gusta mucho y que me enseñó un amigo galleguista que murió hace dos años: «Y la lengua se parece en esto al amor. Si nadie por la fuerza pudo retirarla, nadie por la fuerza podrá tampoco imponerla.»
Un saludo
Que tan significada persona hable con tal valentía, sin pelos en la lengua y sin dejar títere con cabeza,- por lo excepcional del acontecimiento- me deja muy inquieto.
Hasta ahora eran otros los que hablaban por el. Ahora es el mismo quien da un paso al frente, convoca a la sociedad civil y usa diáfanos adjetivos en un alegato contra la actual clase política. Recoge así el sentir de muchos que hace tiempo han dejado de votar y ya no creen en el dispendio de campañas y otros tejemanejes de los políticos para asegurarse el voto cautivo. La protesta- a la que muchos nos sumamos-, pone sobre la mesa una combinación muy peligrosa: Unos gobernantes huyendo desbocados hacia delante en medio de un larvado conflicto social que puede estallar en cualquier momento.
Comparto el sentimiento de desasosiego expresado por Prometeo. La verdad, quizás por prisas, no me paré a leerlo pero ahora, con la tranquilidad de la noche, leyéndolo en papel, me doy cuenta de la excepcionalidad del artículo. Justo antes del 1-M esto es un jarro de agua fría para todos los «vendedores de cuentos» (de todos los colores). Desde el Gobierno central hasta la Xunta, se intenta esquivar la que ya tenemos encima. Me preocupa que pueda estallar un conflicto. Hoy hemos tenido uno por la lengua en Santiago. Mañana será Vigo y la Citroën. Pasado…
Y lo peor es que no hay oposición. No hay ideas…No hay creatividad (y no ocurrencias) que es lo que tener en tiempos de crisis (de cualquier tipo). También protesto por un sistema electoral cerrado, sin primarias, sin que yo pueda elegir a quien quiero que me represente. Quizás esto «funcionariza» a los partidos convirtiéndolos en inútiles. ¿En dónde están los sindicatos? ¿Por qué se esconden?…
Demasiadas preguntas y mucha rabia contenida.
Javier, tienes razón que el asunto de este sistema cerrado controlado por las nomenclaturas de los partidos es importantísimo,. Recientemente nos hemos quedado muy impresionados por algunos nombramientos en puestos de salida. En un caso concreto, se trata de una persona muy joven que no tragan en su propio pueblo pues es sumamente déspota con los de abajo y totalmente servil con los de arriba. Para rematar el perfil, muestra unas carencias formativas y culturales gordísimas. (No ha podido ni rematar el primer curso de una carrera). No quiero decir que para ser parlamentario sea necesario poseer un titulo universitario, pero por lo menos la experiencia de la vida y la edad dan un grado. Si hablas con parlamentarios, solo saben repetir la consigna que les marcan. Desde lejos parecen personas preparadas, pero en las distancias cortas es alucinante la pobreza intelectual de esta gente.
Un día me encontré con un alcalde que todavía no había presentado las listas para las últimas elecciones municipales. Para romper el hielo, le pregunté porque se retrasaba tanto, pues tenía a todo el mundo- sobre todo a los de su partido- muy inquietos. Me contestó: Es muy difícil, si los buscas muy listos, te ayudan pero son peligrosos. Si los buscas tontos, no son peligrosos pero no te sirven para mucho.
Supongo que no hace falta deciros porque alternativa optó finalmente.
Apuntas, querido Prometeo, otro problema muy importante, la mediocridad supina. Los mediocres siempre acaban eligiendo a quien les baile el agua y no den problemas, que suelen ser los menos preparados. Aquí se aguanta todo con tal de que no te muevan la silla. He visto de todo en todas partes.
Creo que parte de la solución pasa por cambiar el funcionamiento de los partidos, ya que cuando echamos la papeleta somos rehenes de unas siglas. En Inglaterra al político lo eligen los de su circunscripción y él está obligado a dar cuenta a sus electores. ¿A quién voy a pedir explicaciones en un sistema cautivo? Pero si te fijas, ni el PP ni el PSOE, cuando han tenido la mayoría absoluta, se han molestado en cambiar algo. Cuando los políticos sientan DE VERDAD que están obligados a quienes los eligieron, puede que la cosa pinte distinta. Desde la coyuntura actual poco o nada se puede hacer. Quizás soy bastante pesimista, pero no encuentro «grados de libertad» que me permitan ver otro panorama. El artículo de D. Santiago Rey mencionaba lo importante que sería que la sociedad civil recobrase protagonismo. Creo que ya hay tal desgana, tal sentimiento de impotencia que la gente saldrá a la calle cuando el agua le llegue al cuello.
También, como recapitulación de cosas que hemos hablado en diferentes entradas, el problema está en la crisis de valores. Como ya he dicho en su día estas no son malas si se sale fortalecido, pero me temo que hay miedo a enfrentarse a ciertos valores como el trabajo, la honradez, la lealtad (bien entendida) y sobre todo tener claro que vivimos también para los demás, no sólo para nosotros mismos. En mi trabajo lo tengo muy claro.
Bueno…voy a seguir.
jbiurrun@coit.es
El problema de los sindicatos es que están presionados por las bases, pero saben perfectamente que para generar el clima de confianza necesario para que se active la inversión y el consumo, es necesaria la paz social. El equilibrio de los sindicatos es verdaderamente difícil en estos momentos. Hablan de movilización, pero ellos mismos tienen miedo a encender la mecha de algo que quizás no puedan controlar.
La clase política en general, en estos momentos debe empeñarse más que nunca en actitudes renovadoras y ejemplarizantes. Se pueden cuidar los símbolos, -cuestión que no es baladí y todos deberíamos tener en cuenta- sin caer en la ostentación y la megalomanía.
El fin no justifica los medios y la lucha legítima por el poder no puede legitimar el nepotismo ni otras prácticas antidemocráticas. Si no se cuidan estos aspectos, estaremos aumentando la inflamabilidad de una situación que puede saltar a la más mínima chispa.
Si además se pretende construir y encarnar un fuerte liderazgo -tan necesario hoy en día- se precisan cambiar los modos que hasta aquí nos han conducido. La falta de originalidad, ingenio y valores, -a los que te refieres- proviene de ese sistema tan empobrecedor que impide su desarrollo natural, de igual forma que un sistema inmunológico reacciona ante algo que no pertenece a su naturaleza.
En cualquier caso, la protesta es contra todos, pues todos hemos sido cómplices por acción u omisión. Incluso los incultos o ingenuos, porque tenían la obligación de informarse y no hacía falta ser muy listo, solo ser un poco maduro para predecir lo que ocurríría Hemos vivido en una sociedad de niños grandes y como en la caverna de Platón, preferíamos ver las sombras y no mirar la luz o escuchar -como ahora es el caso- las advertencias que alteraban el ciego e irreflexivo deleite hedonista al que laxamente nos habíamos dejado derivar.
Tenemos que empezar a cambiar todos, de hecho ya hemos empezando a hacerlo. Un niño mal criado solo alcanza la madurez enfrentandose a la frustración y aprendiendo a superarla con estoicismo.
Yo no soy quien para opinar de estos asuntos, solo me guía mi intuición, mi poca erudición y mi deseo ferviente de acercarme a la verdad. Basado en ello y solo con buena intención me permito ahondar más en el sentido del documento. Todo el, es una voz enervada y valiente contra el poder establecido. Habla a la ciudadanía, pero también a los que acusa cara a cara de ineptitud e ineficiencia. Es por su excepcionalidad en los tiempos que corren sorprendente e incluso puede parecer suicida
Me hizo pensar si de verdad algún día seremos nosotros los que tengamos levantarnos para defender todos a una, a quien ha tomado la iniciativa de ponerse enfrente de los poderosos Creo que la contundencia de esta declaración y su ambiciosa propuesta final, son un verdadero hito que por lo menos debe obligarnos a reflexionar. Sin embargo además de esa dignidad y valentía, el documento no es más que la recopilación de asuntos ampliamente conocidos y debatidos en las propias páginas de la Voz, Lo más destacable e interesante del artículo es la propuesta formulada por segunda vez sobre el pacto social.
. Lo ambicioso del proyecto y la autoridad moral del autor- doblemente reforzada al exhumar la verdad ante todos- le obligan a actuar e invitar al debate sobre su propuesta a todos aquellos corazones limpios que den contenido a las bases de ese pacto que el postula.
me ha emocionado leer el artículo… muchas verdades y muchas penurias que nos esperan… pero una persona como la que escribe un artículo así, me llevan a pensar que no hay que perder la esperanza.
me ha gustado lo de la lengua y el amor, muy acertado.
por eso no me queda más que decir que yo también protesto
bicos,
Este espíritu crítico de La Voz sería bueno parece una pataleta de la voz después del reparto de caramelos, pero no creo… ¿no?
Dicho lo cual, el cambio ha sido decepcionante y el panorama electoral frustrante. El artículo lo refleja muy bien. Un saludo
No voy a elogiar de nuevo al señor Fernández-Latorre porque ya lo hice en noviembre.
Curiosamente, dos personas distintas me han comentado lo mismo sobre el artículo: que la solución a todos los problemas parece que es el consenso. Y las dos personas se han mostrado bastante escépticas con esta solución. Ciertamente es un poco difícil, por no decir imposible, que los causantes de los hechos que critica el articulista sean capaces de llegar a un consenso. Por desgracia, la altura de miras de los políticos brilla por su ausencia. Y los pocos que pueden tener una visión que vaya más allá de la papeleta se ahogan en los aparatos de sus propios partidos. No existe en España visión de Estado ni estadistas. Y por eso la solución propuesta, el gran pacto, es inviable. No hacen falta más consensos porque estamos hablando de cosas obvias. Hacen falta líderes fuertes, sacrificados, valientes y esperanzados. La sociedad civil sabe bien lo que quiere: prosperidad, seguridad, tranquilidad y libertad.
Ahora no sirve de nada protestar.Había que decir todo esto hace un año,cuando aún estabámos a tiempo.Algunos ya nos habiamos dado cuenta a mediados de la legislatura anterior,que no resistiriamos otra mas de Zapatero;pero los empresarios,los banqueros,la mayoría de medios de comunicación ,se encargaron de negar la evidencia ¿os acordais del famoso debate Solbes/Pizarro?.Según los medios ,lo ganó Solbes sólo porque decía lo que la adolescente sociedad civil quería oir ,pero todo lo que dijo Pizarro se está cumpliendo,asi que o la sociedad civil se hace adulta o no habrá nada que hacer.
Desencantado, has dado en donde duele. Para mi Pizarro sólo perdió en la forma, en la imagen que dio en la tele, no en el fondo. Fue el ganador si vamos a los argumentos.
Aquí duele: «Según los medios ,lo ganó Solbes sólo porque decía lo que la adolescente sociedad civil quería oir ,pero todo lo que dijo Pizarro se está cumpliendo,asi que o la sociedad civil se hace adulta o no habrá nada que hacer.». y yo repito: «…o la sociedad civil se hace adulta o no habrá nada que hacer.»
Para mi el artículo no tiene desperdicio y es valiente. Todos sabemos que los gobiernos, sean del signo que sean y cualquiera que sea su ámbito territorial, pagan cuantiosas subvenciones a la prensa (anuncios y otras cosillas), creo que escandalosas, y esto hace que la imparcialidad, generalmente, brille por su ausencia. Pero este, como bien saben los que se preocupan un poco de leer o lo sufren en su piel, es un momento diferente, más crítico que todos los que hemos vivido desde la aprobación de la vigente Constitución, y no hablo sólo de crisis económica sino de crisis en la sociedad, los políticos, en una gran parte, despilfarran el dinero público en las mayores chorradas. No se cual es la solución pero esto tiene que cambiar, tenemos que aprender a ser honrados y que trabajar por el bien de todos no sea una utopía. Necesitamos un cambio de actitud y por eso debemos de luchar. En Galicia muchos teníamos la esperanza de que al cambiar el gobierno del PP las cosas iban a mejorar pero, en mi opinión, sus sucesores sufren de sus mismos síntomas y aún peores pues han creado problemas donde no existían, son dos partidos en el gobierno que pelean por ver cual gasta más y uno de ellos es independentista. Tengo claro que los tres tuvieron su oportunidad y la despilfarraron, entonces que cada uno vote lo que quiera, que hable en el idioma que quiera, que exprese sus opiniones con libertad, y tenemos que aprender a no tener miedo aunque, si os digo la verdad, yo tengo miedo porque los políticos en general piensan si no estás conmigo estás contra mi. Después de barajar las opciones de voto pienso votar a UP y D porque coincido con sus ideas y quiero manifestarlo aún a riesgo de que los intolerantes me pongan a caldo.