La Voz de Galicia
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MENOS VÍCTIMAS. Cuando tomó posesión como directora general de Tráfico, María Seguí (PP) abrió la caja de los truenos al anunciar un cambio en la forma de contar las víctimas mortales de la carretera. Insinuaba que el equipo de su antecesor, Pere Navarro (PSOE), había maquillado las cifras del último decenio, en el que se logró el número de muertos más bajo de la historia. En España, desde 1993, se contaban las víctimas ocurridas en los 30 días siguientes al accidente utilizando un índice corrector, y Seguí anunció un cambio drástico que traería un registro más real, sin índice corrector, lo que aparentemente traería «sorpresas», como dijo la directora en su momento. Las «sorpresas» se suponían en forma de aumento de la cifra de fallecidos, pero pasó todo lo contrario. La realidad trajo menos muertos que cuando se aplicaba el índice. ¿Qué ha pasado entonces? Pues que alguien confundió en su día a la directora de Tráfico, Porque los muertos son los que son, no se pueden esconder. Pero ni siquiera con el nuevo sistema, más cercano al dato real porque tiene en cuenta los datos de los hospitales, se alcanzará la cifra exacta de víctimas, y otra vez habrá que realizar estimaciones. Los que saben de esto, de seguridad vial, siempre me dijeron que lo importante es la cifra de muertos en las primeras 24 horas. Esa es la que permite adoptar de forma inmediata medidas en función de las necesidades. Esa es la cifra que hay que mejorar constantemente. Si la de 24 horas desciende, como viene sucediendo desde el año 2000, también descenderá la de 30 días, se mida como se mida.