La Voz de Galicia
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Alcohol desinfectante. Lo de Ortega Cano ya se está convirtiendo en una locura nacional. Que si solo mojó los labios con cava, pero dio positivo por alcoholemia. Que si iba a 50 o a 80 por hora. Lo último, y quizá más grave, lo he oído en un programa del corazón. Uno de los tertulianos, lleno de razón, le dijo a los demás que había dudas sobre la prueba de alcoholemia porque podría haber aumentado la tasa de alcohol por el efecto del alcohol desinfectante aplicado en el punto del que se extrae para la muestra con una jeringuilla. Tamaña idiotez no fue rebatida por nadie. Más bien al contrario, lo consideraron un gran descubrimiento.

Es una pena lo que está pasando con este asunto. Por una parte, Ortega Cano tendrá que asumir, si las hay, las responsabilidades como cualquier conductor que ocasiona un accidente mortal y da positivo. Esto está previsto en las leyes y será de aplicación para Ortega Cano o para cualquier otro automovilista. En Galicia, sin ir más lejos, conocemos casos de conductores borrachos que ocasionaron muertes en la carretera y que no han ido a la cárcel. Al mismo tiempo,  parece incomprensible que el torero insista en que no había bebido aquella noche (que solo mojó los labios) cuando ya se conoce el atestado de la Guardia Civil de Tráfico, que diga que iba despacio y que no haya pedido perdón por la muerte del otro conductor. Reconocer todo eso sí que sería un gesto torero.