Andan los corrillos a vueltas con la probabilidad de un Gran Apagón, es decir, la caída brusca del suministro eléctrico. Gobiernos nada sospechosos de ser imprudentes como Austria, Suiza, Alemania, Inglaterra o EEUU, han empezado a alertar a sus ciudadanos acerca del mismo y de lo que es conveniente tener a mano en caso de que se produzca; dicen que hay un cien por cien de probabilidades de que se dé antes del 2025 porque, entre 2022 y 2026, el sol tendrá un periodo de máxima actividad.
Las causas de esta amenaza las sitúan en un tormenta solar -cosa que pasa cada tiempo cuando el sol está irritado-, una sobrecarga de la red eléctrica o ataques informáticos. Sea como fuere, el caso es que hay que responderse la pregunta de ¿qué harías tú ante un apagón masivo de la luz?
No me cabe la menor duda de que el grupo etario conformado por los urbanitas menores de cincuenta años estarían en la pool de la extinción, ni de que las gentes del rural y la montaña sobrevivirían tan ricamente como sobreviven un año tras otro cuando un apagón o una nevada les deja aislados del mundo durante semanas y se las apañan con una bilbaína, leña, velas, huevos, aceite, café, chorizos, latas y legumbres.
Para los urbanitas que quieran sobrevivir, los expertos recomiendan tener a mano el siguiente listado -tomen nota-: Agua potable (2 litros por persona para cada cuatro días), alimentos no perecederos, velas, cerillas, un transistor, pilas, dinero en efectivo, generador eléctrico con su bidón de gasolina, Botiquín con los medicamentos necesarios, cocinilla de gas, ropa de abrigo, artículos de higiene, cuerdas y cinta adhesiva.
También pueden creer a la ministra de turno que asegura que a nosotros eso no nos pasa.
Ustedes mismos, vayan entrenando.