Un aforismo es una sentencia breve y contundente que se propone como regla o solución definitiva.
Son célebres y aún actuales muchos de los aforismos de Hipócrates en Medicina y los de Sócrates para la vida; hay uno que leí hace poco y que entretuvo la tarde: «Vive oculto».
Desconozco porque Sócrates llegó a esa conclusión -nunca discutan con Sócrates, perderán siempre- pero las ventajas del anonimato son mayores que las de la exposición porque quien expone, se expone.
Se expone a muchas amenazas que no rondan estando oculto. Ocultarse es esquivar la mirada del otro. El otro -decía Sartre- es el infierno; un infierno hecho de llamas de envidia, celos, odio, resentimiento, rencor, angustia y tristeza que solo prenden si hay un otro que las atice y estando oculto, te expones menos a que el otro largue un fogonazo infernal y te rompa la cabeza o te borre la sonrisa. Oculto significa no ser visto pero puedes verlo todo, Sigmund Beauman calificó estos tiempos como los de una sociedad líquida, a lo que podría añadirse y transparente.
Exhibirte en el mundo globalizado produce toda la adrenalina de ser visto (y juzgado) por todo el planeta. Tan adictivo como arriesgado a veces.
Viviendo en el escaparate global silban balas de tuiter y crueles redes sociales desde todo el mundo
El último informe de la ONG Plan Internacional informa que seis de cada diez adolescentes españolas son acosadas en las redes sociales. Adolescentes entre quince y veinticuatro años sin piel suficientemente gruesa como para rebotar las balas; el acoso comienza hacia los 12 años, edad en la que suelen debutar en las redes sociales. Aumenta el número de suicidios en adolescentes, seguro que muchos de ellos abatidos por los proyectiles del otro que se oculta tras las redes sociales.
No soy capaz de argumentar lo suficiente a favor de una ni de otra forma de vivir porque duele más la renuncia que la elección y tanto estar oculto como expuesto tiene ventajas que renunciar.
Para esto sirven los aforismos, para resolver las dudas y ¿qué dice Sócrates acerca de estas dudas?: «Vive oculto».
Si eso concluyó Sócrates en la Antenas del cuatrocientos años antes del Cristo, ¿que no diría hoy en este Gran Hermano en que vivimos?
La proporción áurea esta en lo que decía Josep Plá: amigos, conocidos y saludables; pocos amigos, algunos conocidos y a todo lo demás se le saluda. Pero siendo imposible la clausura sólo podemos aspirar a apartarnos todo lo posible de las cámaras del servicio de vigilancia global. Si eliges quedarte en el foco hay que asumir que ese goce tiene un costo emocional que a veces te destruye.
Vive oculto, palabra de Sócrates.