Estas son las razones de Jeanne Picard, víctima de un accidente de tráfico y delegada de Stop Accidentes en Galicia, para oponerse a elevar a 130 km/h la velocidad máxima en autovías y autopistas:
«Proponer aumentar la velocidad es un insulto a la vida de las personas que circulan por dichas vías, a la economía de un país en crisis ya que incentiva un mayor consumo y producirá mayor contaminación. Si la velocidad crece, crecen los accidentes y crece la gravedad de la accidentalidad.Está demostrada la incidencia de la velocidad en la siniestralidad, hasta tal punto que se han establecido parámetros comparativos como los siguientes: Investigaciones suecas indican que una reducción general de la velocidad máxima en las rutas, de 10 Km/hora, reduciría : -el número de accidentes en un 20%, el número de heridos en un 30%, el número de muertos en un 40%. Por otra parte, una investigación americana concluye que la posibilidad de morir en un accidente de tránsito se duplica por cada 16 Km/h que se aumenta la velocidad a más de 80 Km/h. A partir de 140-150 Km/h se produce lo que los expertos llaman un «cataclismo perceptivo», a 130 Km/h, el ángulo de visión alcanza sólo 30º. Todos los estudios de accidentologia en el mundo ponen en evidencia el papel de la velocidad que produce y agrava las consecuencias de los accidentes. Denunciamos la potencia inútil y el culto a la velocidad como una de las principales conductas de riesgo. Pedimos al Gobierno rectificar a favor de la vida, recordando que la energía cinética que se produce en el momento del choque aumenta con la velocidad y la probabilidad de sufrir gravísimas consecuencias. Los accidentes de tráfico representan uno de los más graves problemas de salud pública. ¿Está el Gobierno dispuesto a asumir estos gastos? El valor monetario de una vida estadística en España para el 2010 lo calculo la DGT en 1, 3 millones. ¿Es el precio de una vida ¿Las víctimas somos el precio a pagar por el progreso? No se olviden, todos podemos ser víctimas«.
Jeanne Picard Mahaut
En una época en la que poco a poco se trata de mejorar la seguridad en carretera, con grandes progresos por parte de la DGT, esta medida parece una contradicción. Después de años reduciendo las víctimas, parece que el límite de 130 es como volver atrás.
Testimonios como el de Jeanne Picard propician la reflexión y deben animar a todos los agentes involucrados a sopesar cuáles pueden ser los supuestos beneficios de una medida como esta, en relación a opiniones críticas tan fundamentadas como la de Picard.