Operación retorno. Antes de nada, perdonad la inactividad de estos días de Semana Santa, pero es que anduve un poco liadillo en el periódico. Y quiero daros las gracias por vuestra participación y por las numerosas visitas a este blog, especialmente con el tema de la visita a la ITV. Muchas gracias, de verdad.
Escribo desde casa, son las once de la noche del domingo, y estamos en plena operación retorno de vacaciones. Son miles de coches en las carreteras en estos momentos. En la tele hablan de más de treinta muertos en España. ¡Cuántas vidas segadas por un mal momento! Es doloroso, pero la carretera se cobra siempre un duro tributo. Parece que esté esperando a este tipo de grandes desplazamientos. La carretera es dura, sí, pero no podemos eludir nuestra responsabilidad. Es muy fácil echar la culpa al Gobierno, a la DGT, a los radares, al 110, a Zapatero… Pero la verdad es otra. La verdad es que somos nosotros (los conductores, los motoristas, los peatones, NOSOTROS) los únicos responsables de lo que pasa en la carretera. La velocidad, la distracción, el alcohol, el cansancio… eso es siempre cosa nuestra. Y somos nosotros quienes tenemos que poner remedio. Porque los coches ya no fallan, tenemos carreteras mejores, hay más medidas de seguridad. Solo podemos fallar nosotros. Y teniendo eso claro es muy difícil que tengamos un accidente. Fijémonos cuando vamos en el coche y ponemos la máxima atención a la carretera, cuando nos anticipamos a las maniobras de los otros conductores, cuando no nos movemos sin mirar antes el espejo retrovisor, cuando estamos atentos a cualquier incidencia. En ese momento el riesgo de accidente se reduce al mínimo. Es entonces cuando de verdad estamos CONDUCIENDO.