La Voz de Galicia
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Argentina y Brasil. “Cataratas de Iguazú”

Hace unos días os hablé de uno de los espectáculos más grandiosos que nos puede ofrecer la naturaleza, el Perito Moreno y su parque nacional de los glaciares.

Hoy toca otra de esas cosas de las que jamás te olvidarás, si la visitas claro.

Estoy hablando de las “Cataratas de Iguazú”. En la provincia de Misiones del lado argentino y en el estado de Paraná del lado brasileiro.

De aproximadamente unos cuatro kilómetros de ancho y, con una altura máxima de ochenta metros, las Cataratas de Iguazú o Iguaçu, según en el país que te encuentres, están formadas por más de 270 saltos de agua a cada cual más impresionante.

La cascada más alta, la denominada “garganta del Diablo”, tiene ochenta metros de caída de agua y es de las más caudalosas. Impresiona, se puede acceder hasta casi tocarla en unas pasarelas construidas para facilitar la observación. Se llega en un tren ecológico hasta Puerto Canoas y desde allí caminando por las pasarelas.

Si dispones de tiempo, recomiendo que hagas el “Macuco safari”. Es un paseo en una zodiac de las grandes que te lleva por el río hasta que literalmente te mete debajo de una cascada. Por supuesto no debajo de la garganta del Diablo, pero la cantidad de agua que cae y la fuerza que trae son suficientes para darte una idea. Por supuesto acabarás empapado de arriba abajo, pero merece la pena.

Por cierto, ahora que os estoy escribiendo, me he acordado de un tema muy importante, sobre todo para los amantes de la fotografía. Yo me fui con mi máquina con la pila bien cargada, esperaba hacer cientos de fotos. Pues bien, me duró más o menos diez minutos. Es por la humedad que hay que debe rondar el 95 %. Tuve  que volver a nuestro coche y regresar con dos pilas más que, a duras penas me llegaron para el par de horas que allí estuvimos.

Siempre es un detalle a tener en cuenta, recuerdo otra ocasión, en Finlandia a más de quince bajo cero, el ver a nuestro cámara cargado con un montón de baterías. Por lo visto, el frío y la humedad entre otros, afectan mucho a las baterías de nuestra cámara.     

Otro día os hablaré del punto de las tres fronteras, a no muchos kilómetros de aquí.