La Voz de Galicia
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El Castillo de Bram

Existe en Rumanía un castillo denominado «Castillo de Bran».

Este castillo se visita como el de Drácula, pero en la realidad nunca lo fué pues Drácula ni era conde, ni se llamaba Drácula sino Vlad Draculea (hijo del dragón). También se le llamó Vlad Tepes «el empalador» puesto que una de sus aficciones era la de empalar gente.

Cuenta la leyenda que el ejercito turco mandó tres mil emisarios antes de la invasión de Rumanía. Pues bien, Vlad empaló a los tres mil emisarios y, cuando llegó el grueso del ejercito turco, salieron despavoridos al ver a sus tres mil compañeros empalados.