La Voz de Galicia
Curiosidades y anécdotas de viajes.
Seleccionar página

Los que me conocéis, no hace falta más que ver la foto de arriba, sabéis que no le tengo miedo a los animales, si respeto.

Pues bien, nos encontrábamos en la reserva privada singita (www.singita.com) haciendo un safari. Todo fantástico, había cantidad de elefantes. Al dar una curva, vemos cerca una charca con varios elefantes bebiendo y bañándose. Las  manadas, como los ejercitos, siempre ponen vigías. Nosotros por casualidad, pasamos muy cerca del vigía y, se lanzó a toda velocidad hacia nosotros cumpliendo su deber. Todos los animales tienen una distancia de ataque, y nosotros la habíamos sobrepasado.

No sé si alguno llegó a mojar los pantalones, pero ver venir a semejante bicho, a la carrera, hacia nuestro insignificante jeep, impresiona y, de verdad.

Cuando ya estaba a unos diez metros de nosotros y, todos estábamos pensando rápido en el jeep volcado, todos por el suelo y un elefante de varias toneladas acosándonos, nuestro ojeador, por algo me gusta viajar siempre con los mejores, dió un par de fuertes palmadas y, impresionante, el elefante se paró en seco, se asustó, dió media vuelta y se volvió a su puesto de vigia.

No hará falta que os comente la sensación de alivio que recorrió nuestro jeep en segundos.