La Voz de Galicia
Seleccionar página

Sembrando en campos de color

Xaquín Chaves (Vilaxoán 1959) madruga todas las mañanas para ir a su estudio en Lois. Hay algo heroico en un pintor que todas las mañanas se encierra en su estudio. Porque la pintura no sigue el ritmo normal de las cosas. En el resto de las cosas vivimos dominados por la prisa y la desesperada búsqueda de lo nuevo. Pero todos los pintores llevan impreso en su retina el célebre bodegón de Zurbarán que sigue vigente y nadie, ayudado por ninguna técnica o algoritmo, lo ha superado en modernidad. En pintura no es tan importante avanzar como permanecer; no es un pensamiento conservador, es pura humildad: voy a quedarme aquí porque aún no he pintado el cuadro que puedo llegar a pintar. Marco Polo no sería pintor; San Juan de la Cruz sí.
Dentro de Chaves conviven un acuarelista, un paisajista, un fotógrafo y un poeta. Por las mañana los … Seguir leyendo

La última multa

Es difícil saciar la voracidad recaudatoria de la Administración. Incluso en tu último viaje te ponen palos en las ruedas. Cepo en este caso. Es como si a Caronte, el barquero que según lo griegos (los de la Grecia clásica, se entiende, que a los contemporáneos no se los puede citar sin que te embarguen el párrafo) se ocupaba del último tránsito, se le bloqueara el timón. Los griegos colocaban bajo la lengua de sus deudos una moneda para que Caronte los pasara al otro lado; a este barquero en vez de una moneda lo que le han dejado es una receta bajo el limpiaparabrisas. No es justo. Cuando llega el momento de ponerse delante de san Pedro, este manda a la impresora un balance de la gestión de tu vida. Tus indiscreciones, tus debilidades. También tus virtudes. Una igualada ecuación en la que el debe y el haber (o … Seguir leyendo

Una colección en tiempo real

Hay colecciones de arte que son como un álbum de cromos. Sus dueños se reúnen en el recreo para cambiar postalitas. Algunos cromos son muy codiciados y escasean. Pero hay otros muchos repes. Todas suelen tener lo mismo y muchas de ellas responden al secreto deseo de un personaje acaudalado de fotografiarse a lado de un icono. Como un caprichoso safari donde cobrarse las mejores piezas. Hay otras colecciones que son como un álbum de familia. Todo en ellas tiene un toque cercano, como de casa. Pero huelen un poco a cerrado. A naftalina. La colección Barrié no pertenece a ninguno de estos dos grupos. Gira en torno a la pintura pero a condición de que aún esté fresca. Es algo así como una colección en tiempo real. Se construye a medida que ocurre. A veces la pintura no mancha porque su epidermis no nace de una brocha. La pintura … Seguir leyendo

Bufé frío

Hay fotos cuya potencia no reside en el encuadre, en la composición, en la temperatura del color o en cualquier otra chuchería de esas que hacen que la fotografía tenga un lenguaje rico y dicharachero. Hay fotos que funcionan mejor en la sequedad, casi en la torpeza. Una frase corta. Un golpe bajo. Una caricia tosca. La literalidad de esta imagen, por ejemplo. Su rotunda parquedad es suficiente para retratar la frialdad quirúrgica del interiorismo penitenciario. Es como si el mobiliario del comedor de Guantánamo se hubiese comprado en el rincón del torturador de unos grandes almacenes. La Justicia nunca prestó mucha atención a los complementos. Los necesita para administrar justicia y, de alguna forma, el reo es castigado además con la fealdad y la humillación de un diseño lacerante. Qué necesidad hay de que tus digestiones te sobrevengan con grilletes en los tobillos. El mono naranja y las chanclas, … Seguir leyendo

Buscando el mundo G

A los mandatarios les gusta fundar clubes privados y hacer fiestecitas. Las fiestas G se remontan a principios de los setenta. Primero fueron seis, luego siete, más tarde ocho y ahora hay esta otra versión desmelenada, en formato guateque, en la que se reúnen veinte. Cuando llega la foto de familia tropiezan unos con otros, se buscan con la mirada, se producen roces torpes mientras buscan en el suelo la marca de su país. Zapatero recibe una palmadita condescendiente de Obama, una de esas fotos que le vendrán al pelo para ilustrar una paleta autobiografía; Merkel y Sarkozy hacen manitas mientras despliegan sus plumajes respectivos: ella de frío acero alemán, él de refinado satén francés; Berlusconi, experto en bacanales, siente más que nadie esa sensación de fin de fiesta, la tristeza que se cierne sobre la mañana de carnaval. Tiene sobre su espalda el aliento escrutador de los cancerberos de … Seguir leyendo