La aristocracia de las víctimas
“La cosa está muy malamente”, sentenciaba un paisano con el que suelo intercambiar algunos comentarios sobre la actualidad cuando voy al mercadillo. Y la verdad es que en estos últimos días se ha llenado el aire de un tufo de lo más rancio y desagradable.
Debe ser la crisis lo que hace que el país deambule por su historia como una vaca sin cencerro; la que hace que el patio se altere de tal manera que nadie encuentre el método ni la estrategia para encontrar una salida serena.… Seguir leyendo