La Voz de Galicia
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Santana, Madeira. ¡Casitas de cuento!

Por Fran Raposo

En el norte de la isla de Madeira, a solo cuarenta kilómetros de su capital Funchal , se encuentra la localidad de Santana.

En la foto la fecha de inauguración de la Cámara municipal de Santana con su Esfera Armilar, instrumento astronómico utilizado en la Edad Media para determinar la posición de los planetas. Me hizo gracia porque es del mismo año que yo.

Santana es famosa además de, por ser la salida de muchas “Levadas” (rutas de senderismo) y de su bosque de laurisilva patrimonio mundial natural de la UNESCO, por sus casitas típicas llamadas en portugués Palhoças.

Las palhoças eran las casas típicas de madera en las que antiguamente habitaban los lugareños, con sus techos de paja y de forma triangular.

En la actualidad se conservan algo más de cien de estas casas. Aunque alguna sigue habitada, la mayoría han sido recuperadas para mantener la tradición y es posible visitar alguna de ellas y ver como vivían en la antigüedad los madeirenses.

En concreto la casa que nosotros visitamos, en la que fuimos recibidos con un chupito de licor de café local, parece que ha estado habitada hasta hace poco. Como se puede ver en la foto, está la antigua cocina estilo bilbaína, pero también una más moderna de butano. en otra foto que tengo hay también una nevera y un calentador de agua de gas butano. 

 

Son de un colorido espectacular, pintadas de blanco y con sus ventanas de colores llamativos azul, rojo y verde. Las del centro del pueblo además están rodeadas de un colorido jardín floral.

Algunas tenían dos pisos e incluso las había con sótano que se utilizaba para guardar los productos agrícolas.

Nosotros las visitamos después de hacer un recorrido en jeep por el bosque de laurisilva y ya para terminar, una muy buena comida en la Quinta do Furao con sus fantásticas vistas sobre el litoral madeirense.

Es una excursión en la que, salvo el tema del bosque de laurisilva que necesitarás un todo terreno, lo podrás hacer fácilmente en tu coche desde Funchal.

Curioso, ¿verdad?

Por Fran Raposo

© Fotografías propiedad de Fran Raposo. Prohibida su reproducción.