“Puno, Perú, noche de Halloween”
Por Fran Raposo
Desde luego, el viaje que hicimos al Perú en octubre, parece que fue tocado con una varita mágica. Ya os conté en la entrada de Ollantaytambo que coincidimos, en la noche que dormimos allí, con la fiesta de celebración del 145 aniversario de la fundación del ayuntamiento.
Pues tres noches después, dormimos en Puno y casualmente se celebra allí la noche de Halloween.
Pensaba que, al ser una fiesta de origen celta de celebración de fin del verano, el Samhain, que sí es muy popular en los países anglosajones y Estados Unidos, pero no creía que fuese tan popular aquí. No había contado con el sincretismo religioso, lo que la ha hecho muy popular en hispanoamérica.
Hasta aquí había llegado nuestra «Casa de papel»
La calle Lima estaba a reventar de gente y muchos, pero que muchos disfrazados. Niños, mayores, comparsas, música, baile y demás. Fue difícil caminar hacia la catedral, pero el recorrido era todo un espectáculo.
Hasta había tres agencias de viajes muy peculiares. Entré en una para curiosear, deformación profesional. Se dedicaban básicamente a vender las excursiones de la zona.
La plaza de armas estaba en obras, pero bueno pudimos llegar a la Catedral.
Este anuncio me resultó curiosísimo.
En la plaza del parque Pino estaba el centro de la fiesta. Había un palco preparado para la música y era en donde se juntaban todas las charangas.
Pondré un vídeo de varias para que se aprecie.
El disfraz que más me gustó, fue uno muy sencillo de un niño “transformer”, muy sencillo e imaginativo.
Después de pasear por toda la fiesta nos dispusimos a cenar, nos habían recomendado un restaurante, La Casona, en la misma calle Lima. Llegamos y estaba lleno, hicimos reserva y nos dieron para veinte minutos más tarde. Otro paseíllo y volvimos.
Cuy al horno.
Ya había visto en el menú que había en la calle que tenían uno de los platos típicos más curiosos del país, el Cuy. Es un conejillo de indias o una cobaya, vamos un roedor doméstico que se cría para consumir su carne. A pesar de que a primera vista su aspecto no era de lo más apetecible, alguna de mi mesa no miró hacia mi plato en toda la comida, su sabor no era malo, se comió. Hecho al horno como un cochinillo, pero por supuesto para mi gusto, ni comparable. Al terminar un Pisco Sour, que a estas alturas ya era habitual al terminar de comer.
Receta del Pisco Sour.
Por Fran Raposo
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