La Voz de Galicia
Curiosidades y anécdotas de viajes.
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Heildelberg en el valle del río Neckar, Alemania.
Por Fran Raposo
Delegado comercial de
Europamundo Vacaciones

En un reciente viaje por Alemania teníamos un par de días libres en Frankfurt. Uno de ellos decidimos acercarnos a esta bonita ciudad que está a menos de noventa kilómetros.

Había muy buena comunicación por tren así que, reservamos billete para el día siguiente y a primera hora de la mañana estábamos a bordo. Nos dimos cuenta que, nuestros trenes de cercanías, están bastante mejor que los alemanes. Incluso el segundo día que fuimos se averió y tuvimos que cambiar de tren.


Llegamos a Heildelberg y el día estaba lluvioso. Lástima siempre es mejor ver una ciudad con sol que bajo un paraguas. No obstante nos gustó mucho.

Paseamos por la calle peatonal más larga de Alemania, la Haupstrasse.

Cruzamos el Puente de Carlos Teodoro y comimos junto a la Plaza del Mercado.

Subimos en funicular a su Castillo.

Vimos la ciudad desde el Mirador del Paseo de los Filósofos. Además de todo esto, esta ciudad es famosa por tener la universidad más antigua de Alemania. Fue creada en 1936, casi 170 años después de la de Salamanca.


Ya de vuelta en el tren hacia Frankfurt, me da un vuelco el corazón, no localizo mi teléfono móvil. Para un comercial como yo, eso es perder media vida.
A la llegada a Frankfurt, comunico con mi hermana en A Coruña y le cuento mi problema. Le digo que me llame hasta que se gaste el dedo de tanto marcar.
Después de veintitantas llamadas a logrado que le contesten y habla con un seguridad del Castillo. Le comenta, en inglés claro, que lo deje depositado en la recepción, que al día siguiente lo iremos a buscar. El alivio que siento es importante y por suerte aún nos queda un día más en Frankfurt con lo que, al día siguiente volvemos a Heildelberg. Ahora lo recuerdo, para hacer una de esas monedas típicas de recuerdo del lugar, dejé el teléfono encima de la máquina y ahí se quedó.


Qué suerte, este segundo día en la ciudad, además de recuperar mi mejor herramienta de trabajo, el día está espléndido, luce un sol fantástico y la ciudad parece otra. Ya en el Castillo, para que me entreguen el teléfono tengo que firmar un documento conforme es mío. Es igual, con tal de recuperarlo, soy capaz de bailarles una muiñeira, si hace falta.

Cannabis.

Belladona.

Estramonio.

En esta segunda visita al Castillo vemos también su espectacular Botica antigua, con todo tipo de productos y artefactos de la época.


Visitamos también la Bodega que permitía estar asediados en el castillo varios años, debido al tamaño del barril.

A los pies de Hércules.

Ya al mediodía comemos en una terraza junto a la estatua de Hércules. Parece que ese día todo se nos da bien. Hace sol, recupero mi teléfono y estoy a los pies de Hércules que, como coruñés que soy es para mí más que un amigo, un paisano.

Esta foto es muy representativa. Comida, cerveza, cuaderno de notas de Lufthansa, bolígrafo de V. Galitur , mapa y tabaco con mechero del Depor. Insuperable.

Nos comimos un par de flàmmeküche, o flammenkuchen, las pizzas alemanas. A mí me gustaron más que la propia pizza italiana y son muy socorridas. Con una cerveza y esto comes lo suficiente.
Ya de vuelta hacia el tren, en la calle Haupstrasse, me compré una camiseta de recuerdo. Es como el escudo de Heineken, pero en vez de Heineken, pone Heildelberg. Antes, en mis comienzos de viajero, siempre compraba cuchillos o espadas, hasta que en casa me dijeron que, no más.
Muy recomendable visita.
Por Fran Fuchs
Delegado comercial de
Europamundo Vacaciones.

© Fotografías propiedad de Fran Raposo. Prohibida su reproducción.