La Voz de Galicia
Curiosidades y anécdotas de viajes.
Seleccionar página

La casa palacio de Claudio Bravo en Taroudant

Por Fran Raposo

Delegado comercial de Europamundo y Luxotour

Esta mañana, mirando el Google, he visto la reseña que le dedican a Claudio Bravo. Rememoran el 83 aniversario del nacimiento de este pintor chileno.

Hace un par de años en un viaje por Marruecos tuve la inmensa fortuna de dormir en un hotel que está en la casa palacio de su propiedad en donde él pasó sus últimos años. No recuerdo bien, pero creo que nuestro asistente me dijo que se la donó a su chófer.

Nuestro guía/conductor, a pesar de llevar mucho tiempo en ello, no conocía el hotel. Puso el gps y siguió las ordenes. Nos alejamos unos doce kilómetros de Taroudant, pasamos por un estrecho camino sin asfaltar, tuvimos que esperar al paso de un rebaño de ovejas y llegamos a la puerta cerrada de lo que parecía ser una gran casa. Pero estaba cerrada y nadie respondía. Enfrente había una gran instalación que ponía “Museo de Claudio Bravo”.

Nuestro guía fue a consultar a este museo y en breve apareció con una joven que nos abrió las instalaciones.

Nos mirábamos con cara de extrañados. ¿Estaremos solos en este hotel?

Efectivamente, no había nadie, pero la primera impresión del lugar ya imponía. La chica nos preguntó. ¿quieren una habitación pequeña o grande? Yo como siempre, caballo grande, ande o no ande…

Pues nos otorgó la pool suite, más tarde me enteré que en esta misma “habitación” durmieron, entre otros, el emérito Juan Carlos, François Mitterrand o Farah Diva.

                  La habitación pequeña

                                 La Piscina

Nada más acceder a la villa, nos quedamos alucinados. Disponía de dos habitaciones, una gigante con jacuzzi y otra un poco más pequeña, las dos en el mismo recinto unidas por un espacio abierto en el que había una fuente, una gran piscina y una biblioteca en un espacio gigantesco en la propia villa que estaba amurallada. Nos acomodamos en la que quisimos dormir, nos dijeron que podíamos usar las dos y elegimos la más pequeña. Había en las dos un vestidor con ropa de estilo marroquí, en la nuestra, entre otros, un fantástico cuadro de un señor vestido como de piloto de carreras, unos comodísimos sillones con vistas a la piscina…

                     La Habitación grande

A mi pregunta al asistente: ¿Quién es el del cuadro? Me respondió: un amigo del señor de la casa, un tal Forbes. Sí el de la lista de multimillonarios.

Parecíamos algún jeque o gran personalidad al que le ofrecen un palacio para su estancia en el lugar.

                 Nuestro asistente

Al poco de instalarnos apareció un empleado vestido con traje típico marroquí que nos preparó un aperitivo en la mesa de la piscina, no dejábamos de sorprendernos, no nos lo creíamos.

                   La biblioteca

Al día siguiente por la mañana, después de un abundante y variado desayuno junto a la piscina, nos hizo la visita de este palacio realmente impresionante. Las pinturas de un realismo increíble, multitud de obras de arte, fósiles de dinosaurio, huevos de avestruz, piezas de mármol blanco para los asientos de un mirador. Comedores, la propia habitación donde dormía el pintor, salas de estar y trabajo con un gusto exquisito. Indescriptible. (con las fotos lo intentaré)

     Cuando le regaló al Prado obras de arte

                            Su dormitorio

                               Sala de estar

                    Comedor, uno de ellos

                                 Otro salón

Ya para rematarlo unos jardines impresionantes, un estanque del mismo tamaño que el de los Jardines de Menara que parecía el mismo. Para rematar el mausoleo del pintor.

En definitiva, la mejor “habitación” que he tenido en mi vida y eso que, por mi trabajo, he dormido en villas de lujo de medio mundo. “Y encima todo el palacio para nosotros”

No nos queríamos marchar, pero el viaje debía continuar.

http://www.palaisclaudiobravo.com/fr

Por Fran Raposo delegado comercial de Europamundo y Luxotour