La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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El Gran Premio de Galicia, que se disputará en las urnas gallegas (y esta vez no en las tortuosas vías del voto emigrante) el 21 de octubre, ya tiene su parrilla de salida. Las escuderías (los partidos politicos) ya han determinado en esta precampaña cuáles son los bólidos (candidatos) con los que competirán en la carrera por atraer la atención del electorado y alcanzar las metas propuestas. No todos tienen las mismas aspiraciones. Tampoco el mismo motor o equipamiento.

El PP, que parte en la pole, tiene el mejor coche (una mayoría absoluta en O Hórreo) y el conductor más popular (Feijoo es el candidato más valorado en todas las encuestas), pero el dueño de la escudería (Rajoy) no atraviesa por su mejor momento y arrastra un profundo descrédito. Apenas aparecerá por la campaña. Solo le vale la victoria. Por mayoría absoluta. En cualquier escenario postelectoral que no suponga una sorpresa, no tendría aliados para gobernar. Solo en el improbable caso de que Mario Conde y su Sociedad Civil y Democracia irrumpan en el Parlamento podrían echarle una mano. Pero cualquier acuerdo es de momento política-ficción.

Posición 2009:  1º | 38 escaños  Aspiraciones 2012: 1º | al menos 38 escaños

El PSdeG arranca en el segundo lugar de la parrilla de salida, un poco escorado a la izquierda. El piloto es veterano, ha pasado por otras escuderías, y va a darlo todo, pero le falta popularidad, y a su equipo le falta cohesión tras un proceso de elaboración de listas agitado y conflictivo, donde quedaron laminados los últimos restos del touriñismo. Muy pocos contaban hace cuatro años con que Pachi Vázquez estuviera al volante. Es la única alternativa a Feijoo para la presidencia, aunque necesita tres cosas para ello: que su partido crezca, que el PP no alcance la absoluta y que pueda pactar con las fuerzas nacionalistas presentes en el Parlamento. Llega desgastado por la trama de corrupción descubierta en la operación Pokémon, que ha provocado la dimisión del alcalde de Ourense.

Posición 2009: 2º | 25 escaños Aspiraciones 2012: 2º | Mínimo 25 escaños

En la segunda línea de la parrilla figura el bólido del BNG. Por primera vez en muchos años, el Bloque ya no es la casa común del nacionalismo.
Ha sufrido dos escisiones y ha perdido a un referente histórico, Xosé Manuel Beiras, pero ha renovado el equipo  y confía para llevar el volante en un piloto  trabajador, el hasta hace muy poco diputado en Madrid Francisco Jorquera, que no goza de la popularidad de los anteriores cabezas de cartel nacionalistas.

Su pelea es doble, por un lado intentará sacar un buen resultado para poner fin a la mayoría absoluta del PP; por el otro, defender su hegemonía en el espectro ideológico nacionalista y su buena posición tradicional entre los votantes de izquierdas. Su trayectoria electoral en los últimos años  -donde se limitó a conservar su posición de tercera fuerza política- no invita al optimismo, aunque a su favor juegan su capacidad de organización y el carácter reconocible de sus siglas, muy consolidadas a lo largo de estos años.

Posición 2009: 3º | 12 escaños Aspiraciones 2012: 3º | Mínimo 12 escaños

Un poco por detrás del Bloque, y muy a la izquierda de la parrilla,  se sitúa el Michael Schumacher de estas elecciones, Xosé Manuel Beiras. El veterano líder nacionalista obtuvo en su día los mejores resultados históricos del BNG, que con él de cabeza de cartel llegó a ser segunda fuerza política gallega. Ahora vuelve al primer plano de la política como referente de la Alternativa Galega de Esquerdas, una coalición formada por Anova -los nacionalistas de izquierdas escindidos del Bloque capitaneados por Beiras-, Esquerda Unida -una formación al alza en España que, con Yolanda Díaz y Juan Fajardo como principales aspirantes a diputados, quiere ser por fin parlamentaria en Galicia-, Equo y Espazo Ecosocialista. Los dos primeros partidos aportan el motor y los pilotos; los dos segundos, la pluralidad que permite rebautizar a la coalición como la Syriza gallega.

¿A qué aspiran? Por lo lo bajo, a entrar en O Hórreo y alterar el mapa político gallego tras saltar acrobáticamente la famosa barrera del 5%. Por lo muy alto, a entrar en el podio y ocupar el puesto del BNG. Serían felices si consiguieran un puñado de escaños y Feijoo no gobernara en Galicia. Si se confirma su aparición, será el ocaso de veinte años de tripartidismo en Galicia.

El otro partido-amalgama formado en el espectro ideológico nacionalista tras la ruptura del BNG es Compromiso por Galicia.  No tan escorado hacia la izquierda, tienen un coche con menos atractivo mediático que la Alternativa Galega, con la que escenificó unas complicadas negociaciones con idas, vueltas, trampa y cartón. Cualquiera de sus pilotos, Xoán Carlos Bascuas, el exsenador Pérez Bouza, Rafa Cuiña o Iván Marrube, parten de una posición difícil. Sus expectativas electorales son una incógnita. Pero llegar a la meta de O Hórreo rompería los pronósticos de casi todos los analistas y sondeos.

Otros bólidos presentes en la carrera están más destinados a hacer ruido que a correr con posibilidades de entrar en el selecto club parlamentario. Son los de Mario Conde, que compite en la provincia de Pontevedra (que tiene un supuesto escaño bailarín) con un proyecto muy personalista y al que el PP ha dedicado una notable atención; el de la UPyD de Rosa Díez, liderada por el compostelano José Canedo y cuya pujanza en España no tiene reflejo en Galicia; y el de partidos gallegos como Converxencia XXI (liberales ) y formaciones más alternativas.