Este es el titular: PP y PSdeG pactan la Lei do Solo pese a diferir sobre el blindaje de Touriñán. Y este es un artículo de opinión que merece la pena leer: Ti vai facendo…
Tendemos a creer que todos los pactos son buenos (o inútiles, según Xosé Luis Barreiro). Pero este parece peligroso. Y no tanto por sus repercusiones inmediatas (permitirá construir entre casas dispersas; legalizará viviendas sin licencia y 1.200 naves), sino sobre todo porque supone una nueva amnistía (y ya van… ) para los desmanes que han ayudado a destrozar el territorio gallego en los últimos años.
La medida satisface a una legión de alcaldes y da la razón a los apóstoles del mencionado «Ti vai facendo» que luego ya se amañará la cosa. Y se amaña. Vaya si se amaña. Con tanta eficacia que puede servir de inspiración para la animosa gente del fútbol, que con la mismas excusas -crisis, etcétera- se descolgarán cualquier día pidiendo otro plan de saneamiento. Si coló en algo tan fundamental como el urbanismo, como no va a hacerlo en algo tan trascendente. Al fin y al cabo -dirían- proporcionamos el opio del pueblo.
Totalmente de acuerdo. Y, añadiendo, parte de la culpa la tiene la falta de profesionalidad en los concellos. Muchas veces las peticiones de obras o arreglos se eternizan sin respuesta y los ciudadanos, hartos, se ponen manos a la obra sin papeles.
Totalmente de acuerdo y estos pactos contranatura a Galicia le perjudicará. No dudo que a la cuota de poder y representación de los partidos les beneficiará, sino no lo harian. A los ciudadanos como yo y otros muchos es una auténtica desilusión, sobre muchas otras desilusiónes ya. Una falta de fe, sobre muchas faltas de fé.
El Sr. Feijó, persona inteligente, que lo es, creo que juega muy mal sus cartas. Por no decir que a muchos de los desencantados con el derrotado gobierno bicéfalo que confiaron en el y le dieron su voto. Hoy, después de esto y visto lo visto ya se lo pensarían.Los ciudadanos de a pie, que somos la mayoría empezamos a estar y dar muestras de estar muy «fartos» de que sean siempre los mismos los que paguemos los platos rotos, la irresponsabilidad y la falta de eficacia de unos «divos y levitados representantes políticos». En su partido,ya estarán echandolo a suerte. Tiempo al tiempo