La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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No puede ser el mismo país.  La Galicia blanca dibujada por  Feijoo esta mañana a partir de planes y proyectos contrasta de forma abrupta con la muy negra pintada por la oposición esta tarde. Era de esperar. Y también es lógico que pueda llegar mejor el mensaje de los que atacan, y no el del que defiende. Pero tanto Aymerich como Pachi Vázquez han estado incisivos y, en mayor o menor medida, acertados.

El primero se centró en la economía. Fue consecuente: si Feijoo culpaba al bipartito de la crisis, ahora se le pueden hacer reproches al Gobierno de Feijoo por la mala situación económica. Y los hizo. Con mayúsculas. Sin dejar ninguno de los grandes temas fuera de su discurso, echándole en cara al líder del PP el juego sucio en la campaña electoral contra el bipartito y atacando por uno de los flancos más débiles de la muy presidencialista Xunta actual: los conselleiros.

También hubo dardos a cuenta del Xacobeo. Por parte del portavoz nacionalista. Y del secretario general de los socialistas. Pachi Vázquez no dio tregua desde el inicio de su discurso. Reprochó a Feijoo la supuesta inacción de la que había hablado Leiceaga por la mañana. De manera contundente. «Perdeu un ano de Goberno», dijo para después hablar del despoblamiento de Galicia, las cajas, la cuestión lingüística, el Xacobeo y, de refilón, el conselleiro Roberto Varela («é a peor consellería»).

Tanto Aymerich como Vázquez reivindicaron el legado del bipartito. Incluso con algunas referencias cruzadas. Por ejemplo, Pachi elogió el banco de terras puesto en marcha por Suárez Canal  (BNG) en Medio Rural.

Después subió el barbanzano Manuel Ruiz Rivas (portavoz del PP)  a la tribuna. Y se dedicó con ganas a demoler la obra del anterior Gobierno autonómico de coalición. Su intervención fue eficaz, hizo un balance positivo y reprochó el uso de Twitter de varios diputados socialistas pero… ¿Tiene sentido? Con mayoría absoluta debería ser siempre el presidente el que defienda a su Gobierno. Luego Feijoo le responderá a su diputado. ¿Y qué le dirá? Que todo va bien.

Seguimos esperando los pactos.