La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
Seleccionar página

Normalmente siempre pasa lo mismo en los rifirrafes parlamentarios entre Rajoy y Zapatero. El primero proclama el apocalipsis; el segundo vende optimismo y anuncia horizontes de prosperidad. Los dos bien quietos en sus torres de marfil. Sin remangarse la chaqueta.

A toro pasado, quizá la jornada de hoy no sea diferente, pero en caliente, parece que ha pasado algo.

Hay un desafío: el presidente lanzó su guante, en clara señal de duelo, a la cara de Mariano Rajoy. Si te atreves, presenta una moción de censura, vino a decir. Y el líder de la oposición no respondió. Se frotó la mejilla y se lamentó de no tener los votos necesarios para batir a un Gobierno que no tiene mayoría absoluta.

Si el país va tan mal,  ¿por qué no dar un paso al frente? Pues porque hay dos referentes en la historia democrática de España de mociones presentadas sin expectativa de triunfo inmediato: la primera, la presentada por Felipe González contra Adolfo Suárez, que sirvió para consolidar al andaluz como alternativa de poder; la segunda, la presentada por el efímero Antonio Hernández Mancha contra el propio González, que sirvió de puntilla para su mandato al frente de la antigua AP.  Parece que el actual líder de la oposición quiere conjurar este fantasma. ¿Porque no confía en sus fuerzas? ¿Porque cree que la crisis económica estructural que parece España le hará el trabajo? ¿Porque tiene muy claro que va a gobernar en el 2012? (perdón por la mala expresión original).