La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Fueran 20.000 o 30.000 los que se manifestaron ayer en Vigo, la movilización localista en contra de la fusión de Caixanova (que no es Caixavigo) con Caixa Galicia fue un éxito.

Miles de vigueses marcharon por las calles con tono reivindicativo y ambiente festivo. A su cabeza, el promotor de la manifestación, el alcalde Abel Caballero, una vez más poco mesurado ante los micrófonos, le ha quitado todo el protagonismo a sus conciudadanos: en medio del fragor de su triunfo, proclamó que había «300.000» personas en la calle. Es decir, ¡más manifestantes que vigueses!.

Semejante exabrupto y tan exagerada multiplicación (cuando menos ha decuplicado el número de asistentes) han desviado la atención de la curiosa marcha (con la que está cayendo, que la gente defienda a un banco es, cuando menos, inusual) para centrarla en la figura del regidor (se está ganando su reelección) y su cruzada localista (una de los lastres de Galicia).

Ojo, si Caixanova tuviera un tamaño mayor que Caixa Galicia, y se planease una fusión, en A Coruña estaríamos asistiendo a una campaña del mismo signo. ¿O no?