La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Aún no han llegado a puerto, y ya han comenzado los combates. A cañonazo limpio el PP -de Madrid, de Génova- se ha lanzado a degüello sobre el Gobierno a cuenta del secuestro y proceso de liberación del atunero Alakrana. De forma oportunista y desmesurada, sin demasiados argumentos. Se echa de menos lo que decía ayer la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, «una reflexión en frío». En su lugar, tenemos un asalto en toda regla y bronca.

Ojo, hay muchas cosas que reprocharle al Gobierno de Zapatero a cuenta de la gestión del rescate.  A saber: falta de coordinación, mala comunicación, demasiadas declaraciones sin sustancia, acciones inoportunas… Varios de sus miembros suspenden. Pero casi merece peor nota la actuación de la oposición (salvando acaso a Núñez Feijoo y a Basagoiti). El oportunismo de los populares favoreció que se siguiera al dedillo el manual de los piratas (tiros al aire, supuestas bajadas a tierra, escaladas de tensión, apertura de líneas telefónicas para propiciar el drama… ).

Ahora el Alakrana ya es historia. Como lo fue el Playa de Bakio. Pero habrá nuevos capítulos. La piratería en la zona está institucionalizada. Los asaltantes no son cuatro aventureros que se embarcan al chou. Están organizados. Y bien informados. Es su trabajo y lo hacen bien. Con declaraciones altisonantes no van a dejar de hacerlo.

¿Soluciones? Pocas a corto plazo. ¿Y a largo? Quizá haya que bucear en la historia y ver como se combatía la piratería en el pasado. Se podrán extraer valiosas lecciones, aunque tal vez no sean demasiado políticamente correctas para los estándares de nuestra sociedad. Podría salir a cuenta contratar a uno de los piratas para que luchase y controlase a sus colegas (como se hizo con el famoso Henry Morgan). Desde luego, lo que no se puede permitir es cerrar todo un océano a la navegación marítima.