Según el portavoz de Ordenación del Territorio del PPdeG, Román Rodríguez, la Xunta va a traspasar competencias a los ayuntamientos para «mejorar» (la negrita es mía) la planificación urbanística en Galicia.
El Ejecutivo de Feijoo ya había dado pasos en ese sentido. Vista nuestra huella en los paisajes urbanos y rurales, la maniobra merece, cuando menos, ser vista con recelo. A la hora de construir, nos gustan demasiado el caos y la anarquía. Y los concellos han sido los grandes propiciadores de esta situación. Además, conviene recordar que la mayoría no tiene planes adaptados a las leyes autonómicas. Citando a Luis Ventoso, ¿Son merecedores de esta confianza?
¿acaso lo que tenemos no es el resultado colectivo de nuestros actos individuales?
Casi la mitad de nuestras viviendas han sido construidas en los últimos veinte años, y cada uno de nosotros tenemos mucha responsabilidad en ello aunque solo sea porque las hemos comprado, cuando no porque las hemos promovido.
Particularmente estoy hastiado de ver como se echa la culpa a otros. Partamos de lo que hay y de una vez abramos el debate, oyéndonos a todos, políticos, promotores, urbanistas, ecologistas, autarquistas, ciudadanos en general, a todos los que tengan algo que decir, porque de eso se trata, de entre todos mejorar nuestro mañana. Busquemos una base de consenso porque estoy seguro de que hay lugar para ello, también en lo económico. Somos lo que somos y no podemos cambiarlo en dos días, pero no podemos quedarnos en la queja porque lo pagamos con la vida.
No me vale decir que somos un pueblo inmaduro porque éste es mi tiempo, el mejor de la historia y el que me ha tocado vivir.
Miremos nuestra vivienda y nuestro entorno más inmediato, pensemos en lo que cambiaríamos y si estamos dispuestos a asumir el coste, todo ello sin olvidar el por qué de nuestra actual situación individual. Dejemos que los demás hagan lo mismo en su ámbito en la convicción de que sus objetivos no serán muy diferentes de los nuestros, sin pretender gobernar casa ajena más allá de nuestro compromiso común, compromiso en el que nuestras ideas irán a la par de nuestra contribución. Digamos de una vez si creemos en el sistema democrático o si cada uno de nosotros busca un referente que imponer a los demás.