Hay que buscar soluciones al desinterés ciudadano por las elecciones europeas. La primeras medidas es obvia: hacer que los políticos nacionales dejen de apropiarse de los efectos positivos de la Unión y de criminalizar a Bruselas cuando vienen mal dadas. La segunda, también: hacer ver a la gente que su voto tiene implicaciones directas de calado.
De una vez por todas, y sin más dilaciones -es un viejo proyecto- en las elecciones europeas se debe elegir a los eurodiputados y al presidente de la Unión. Imaginad un duelo entre Aznar y Tony Blair. El ejemplo también vale con Sarkozy, Felipe González o Berlusconi. Seguro que subía la participación.
Buena medida. Cuanto mas directo sea el voto mas interés. Yo lo trasladaría a casi todas las elecciones, con un sistema de doble vuelta en caso de no alcanzar el 50%.
Y, por abajo, más explicar Europa.
Miguel García
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