La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Escribe el politólogo compostelano Ignacio Lago Peñas en un artículo para la web de La Voz sobre las autonómicas del 1-M:

«Terminado el curso político, los cuatro años de legislatura, es hora de comprobar si los políticos han hecho los deberes en los términos que exigen los evaluadores, en este caso los ciudadanos. En los modelos sobre teoría de la democracia, las elecciones sirven precisamente para hacer a los gobiernos responsables de sus acciones pasadas. Y como los políticos desean la reelección, tienen un fuerte incentivo para gobernar de la mejor manera posible y ganarse así otra vez la confianza de los votantes».  Leer artículo completo.

La argumentación es interesante. Bien fundada. Y pone el acento en uno de los aspectos fundamentales que condicionan la labor de los políticos: la participación ciudadana y la exigencia de la opinión pública. A la hora de gobernar, ellos deben sentir los ojos y  el aliento de la sociedad en el cogote. Necesitan que vigilemos sus pasos y fiscalicemos sus acciones e inacciones.

Nos toca calificar. Y ahí siempre hay alguno que lo ha hecho mejor. Por lo que cuentan las encuestas, el profesor Lago Peñas pronostica que «aunque Touriño y su gobierno no hayan sido excelentes alumnos, son los mejores de la clase».

Si ninguno aprueba,  se puede recurrir  al voto en blanco o el voto nulo, siempre más recomendables que la abstención (renunciar a un derecho nunca es una buena idea). Con ellos  se puede expresar rechazos directos y  cuantificar -imprescindible en esta sociedad tan apegada a los números- el descrédito de los partidos a concurso.