La Voz de Galicia
Políticamente, solo se puede ganar o morir
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Se han cumplido los pronósticos. Obama ha arrasado a McCain, un político de alto nivel que no pudo levantar la pesada losa de presentarse como involuntario «heredero» de George Bush.

Es una elección histórica. Por el color de la piel del futuro inquilino de la Casa Blanca y por su condición de outsider, de figura emergente  y carismática que triunfó sobre las grandes familias del Partido Demócrata.

Obama llegará a la Casa Blanca en un momento crucial. Con la crisis económica haciendo tambalear las estructuras del país y con el desafío de reconstruir el prestigio internacional de Estados Unidos.

Tiene algo a favor, el listón está muy bajo tras los dos mandatos de Bush. Pero llegará al poder con los ojos de todo el mundo vueltos sobre él. Tantas son las expectativas que parece imposible que pueda satisfacerlas. Demasiada gente espera demasiado de su presidencia. Algunos quedarán satisfechos, muchos quedarán decepcionados. Sobre todo más allá de las fronteras de Estados Unidos: no lo dudéis, Obama gobernará para los suyos.

Creo que es recomendable desconfiar de las aureolas, sobre todo de las mediáticas. No es un mesías, es un político. Y atenderá a los intereses de su país.

Un análisis recomendable:  En la senda de un cambio profundo, por Xosé Luis Barreiro