La campaña electoral en Estados Unidos llega a su fin. Todas las encuestas y las sensaciones apuntan a un triunfo de Barack Obama. Sin embargo, dos espadas de Damocles penden sobre la cabeza del candidato demócrata: un posible voto oculto en respuesta al color de su piel y el largo historial de manipulaciones que atesora el sistema electoral estadounidense (a favor de cualquiera de los dos partidos).
¿Y si las elecciones se deciden por un solo voto? ¿Y si los medios, después de una gran investigación, descubren al votante decisivo? ¿Al hombre providencial para John McCain? ¿Y si descubren que soy yo? El siguiente vídeo encierra mi confesión. (Gracias, Francesc).
Lo reconozco. Yo causé la derrota de Obama. La historia me juzgará.
Evidentemente, este es un guiño del vasto movimiento pro Obama que habita en la Red. Quizá no sea presidente, pero sin duda ha ganado la batalla política en Internet.
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